domingo, 30 de octubre de 2016

¿Cuándo?

Si no es ahora, ¿cuándo va a ser?
Nos pasamos la vida esperando a que pasen las cosas, a encontrar los momentos, en lugar de encontrarlos nosotros a ellos. Y al final lo único que pasa es el tiempo. Tiempo que podrías haber aprovechado en vez de estar esperando.
Ya es hora de arriesgarse un poquito más de la cuenta, de disfrutar, de vivir.


He aprendido

He aprendido que nadie es perfecto, hasta que te enamoras.
He aprendido que la vida es dura, pero que yo lo soy más.
Ha aprendido que las oportunidades no se pierden nunca, las que tú dejas marchar, las aprovecha otro.
He aprendido que cuando siembras rencor y amargura, la felicidad se va a otra parte.
Ha aprendido que necesitaría usar siempre palabras buenas, porque mañana, quizás te las tendrías que tragar.
He aprendido que una sonrisa es un modo económico para mejorar tu aspecto.
He aprendido que no puedo elegir como me siento, pero siempre puedo hacer algo.
He aprendido que cuando más tiempo derrocho, más cosas hago.
He aprendido que es mejor dar consejos sólo en dos circunstancias: cuando son pedidos y cuando de ellos depende la vida.
He aprendido que es necesario gozar del viaje, y no pensar sólo en la meta.
He aprendido que todos quieren vivir en la cima de la montaña, pero toda la felicidad, pasa mientras la escalas.


El abrazo

Un día alguien 
te va a abrazar tan fuerte
que todas tus partes rotas
se juntarán de nuevo.

Alejandro Jodorowsky


Pobres humanos

Pobrecitos los humanos... Los lanzan al mundo violentamente y no saben de dónde vienen, ni qué se espera que hagan, ni en cuánto tiempo deben hacerlo. Ni adónde irán a parar después. Pero benditos sean; la mayoría se despierta cada día y sigue intentando encontrarle un sentido a las cosas. Es imposible no quererlos, ¿verdad? Lo que no entiendo es por qué son tan pocos lo que se vuelven locos de remate.

Tía Elner, 1978


Generación pionera

Las mujeres como nosotras sólo somos vulnerables porque pertenecemos a una generación pionera que se atreve a no comprometerse en el amor y a confiar en su propia autonomía económica. Dentro de veinte años, los hombres ni siquiera se atreverán a empezar con sexo sin compromiso, porque nosotras nos reiremos delante de sus narices.

El Diario de Bridjet Jones


martes, 25 de octubre de 2016

Besos

Todo se resume en besos: el primero que te da tu madre al nacer, el que te daban en la frente por las mañanas, el tierno de tu abuela, los de los mofletes, el de la comisura, el que va con mosdisco.
Tu primer beso con el primer amor, tan torpe y bonito, que no sabías si iba a ser la hostia, pero el momento previo fue el más mágico de tu vida.
Los besos de rabia, de sexo fuerte. De sexo dulce. Los besos en tu cuerpo, en tu pecho, en tu espalda. Los besos con abrazos. Los del reencuentro. Los temerosos y los valientes.
Nos pasamos la vida besando: besamos, nos besan. Nunca sabemos cuándo va a ser el último con la misma persona.
Hasta cuando cierras los ojos por última vez... te besan.

Casi sin querer


Duele

Cuesta soltar aquello que amamos, duele sentir que ya no somos amados, pero en ese dolor estamos creciendo y madurando y si aprendemos a soltar estamos dejando atrás una parte de nuestra historia y empezamos a abrirnos a lo diferente, a lo desconocido. Dejar ir es la clave, no es fácil, no es simple: Duele...

Jorge Bucay


Y nada más que eso

"Y un día te encontrarás contigo, te amarás con locura, y no dejarás que nadie te manipule, te lastime, o te haga sufrir, y así serás feliz.
Entonces, si alguien aparece para acompañarte en la vida, será apenas para compartir la felicidad que te pertenece. Y nada más que eso".


Las cicatrices

No hay cicatriz, por bruta que parezca,
que no encierre belleza.
Una historia puntual se encuentra en ella,
algún dolor. Pero también su fin.
Las cicatrices, pues, son las costuras
de la memoria.
Un remate imperfecto que nos sana
dañándonos. La forma
que el tiempo encuentra
de que nunca olvidemos las heridas.



No digas "sí" si quieres decir "no". no digas "quizá" si quieres decir "nunca". No puedes lastimar a la gente con tus decisiones.
Siempre queremos agradar, pero al final estamos sufriendo nosotros mismos; me tomó mucho tiempo para aprender a decir "no", pero al final lo logré.


domingo, 23 de octubre de 2016

Algo para recordar

El destino es algo que hemos inventado porque no soportamos que todo lo que sucede sea accidental.


Elizabeth Bennet

"Sólo estoy dispuesta a actuar de la manera más acorde en mi opinión, con mi futura felicidad, sin tener en cuenta lo que usted o cualquiera otra persona igualmente ajena a mí, piense"

Jane Austen


Olvídate de París

- Lo pasamos bien en París.
- Olvídate de París.
- ¿Olvidarme de París? ¿Cómo puedes olvidar el mejor fin de semana de tu vida?
- Tal vez eso es lo que fuimos. Tan sólo un fin de semana.


lunes, 17 de octubre de 2016

Se enamoró

de quien no imaginaba,
de quien no esperaba y
de quien no estaba buscando.

Desde ese momento aprendió 
que el amor no se elige.
Es él quien nos elige a nosotros.


City Hall

Juzga a las personas con cuidado, sobre todo a los amigos. No conoces toda una vida solo por un momento. No hay respuestas fáciles. nunca es solo fachada, es más, es todo lo que hay por debajo, lo que no puedes ver.

City Hall




City of Angels

Lloramos porque tal vez la emoción se vuelve tan intensa que el cuerpo no logra contenerla, la mente y los sentimientos se vuelven poderosos y el cuerpo se lamenta.

City of Angels


domingo, 16 de octubre de 2016

Las alas

La idea de perder tanto control sobre la felicidad personal, es insoportable. Esa es la carga, al igual que las alas, tienen un peso, un pero que notamos sobre la espalda, pero son una carga que nos levanta, una carga que nos permite volar.

Bones


Y decirte alguna estupidez por ejemplo te quiero

Cuando veo llover imagino que la lluvia escribe sobre el suelo miles de frases... siempre distintas porque siempre lleve distinto. Y me imagino que puedo pedir un deseo, elegir una de las miles de frases que las nubes escriben en polvo y que ese deseo se convertirá en realidad.

Y decirte alguna estupidez por ejemplo te quiero


¿Sabéis por qué tenemos faros?

¿Sabéis por qué tenemos faros? 

Porque orientan a los barcos en la oscuridad y los mantienen a salvo evitando que choquen contra las rocas, porque cuando te encuentras con una tormenta en el mar y las olas no paran de golpear y crees que ya nunca volverás a tierra y que estás a punto de romperte en mil pedazos y hundirte en el agua hasta el fondo, es la luz la que orienta tu mundo. La luz.

Como la vida misma


Envidia

A veces pienso que el cerebro tiene envidia del corazón. Y lo maltrata, lo ridiculiza y le niega lo que anhela. Lo trata como si fuera un pie o el hígado. Y en ese enfrentamiento, en esa batalla, siempre pierde el dueño de ambos.


Nunca perderé la esperanza de descubrirte

Tal vez aún no sepa quién eres. Quizá sólo existas en mis sueños o, en cambio, nos hayamos cruzado varias veces, en diferentes lugares. Igual eres la chica que he visto alguna vez en cualquier autobús -con prisa y el pelo revuelto- o la que me sonríe cada mañana sirviéndome el café. Tal vez seas una de las que fueron -y puede que haya perdido para siempre- o una de esas amigas con las que paso tardes de vino y cerveza hablando de nuestros triunfos sin saber que lo que queremos es conquistarnos. Puede que seas ese descarte que creí inalcanzable, por el que nunca tuve los cojones de luchar. Cuántos síes se habrán perdido en el camino por miedo a recibir un no... ¿verdad? Quizá nunca nos hemos hablado o tal vez nos hayamos amado en camas, coches, o baños de bar una, dos o más de treinta veces sin saber quiénes somos en realidad.
Y mientras tanto te espero porque no tengo prisa, porque aunque la vida es muy corta, más corta se vuelve si eliges a la persona equivocada; porque quiero ser libre elegir y ser elegido; porque aunque sé que la vida no es un cuento de hadas, no pararé hasta ser el protagonista de una de esas películas con las que no soy capaz de contener las lágrimas.
No sé si fuiste, eres o serás pero nunca perderé la esperanza de descubriste.

AR


Si hay educación

Un país no es rico por tener diamantes o petróleo. Es rico si tiene educación.

Antonio Escohotado


El amor de mi vida

Hace mucho tiempo conocí al amor de mi vida. Fue a primera vista: la primera vez que nuestros ojos se encontraron, me di cuenta. Qué suave era su piel. Desde entonces, ahí estamos. Me abraza fuerte y me avisa por adelantado de que la voy a liar. Y siempre tiene razón. Y aunque la cague mil doscientas veces, nunca se marcha. Siempre está.
Me besa mejor que nadie. Cuando voy a descarrilar, es capaz de parar todos los trenes de mi mente. Sabe perfectamente cuál es mi comida preferida y algunas veces me sorprende con ella en la mesa. Lo da absolutamente todo por mí, aunque duela. La quiero más de lo que lo demuestro.

Y tengo la absoluta seguridad de que nunca me dejará paso lo que pase. Fiel, totalmente fiel. Te quiero, mamá.


El mundo hay que fabricárselo

El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida, porque acaba siendo verdad.

Ana María Matute


jueves, 13 de octubre de 2016

Te quiero mirar varias veces

Te quiero besar a dos manos;
una con caricias en la cara,
otra sujetando firmemente a tu cadera.

Te quiero morder con dos bocados;
despacito en tus clavículas,
con ganas en tus muslos.

Te quiero mirar dos veces:
una al despertar,
la otra toda la vida.

Te quiero querer de dos maneras;
algunos días con sonrisa,
algunas noches para siempre.


Casi sin querer




Que sé lo que quiero

No quiero que me arrope nadie con quien yo luego no quiera fundirme en una abrazo. O dos. Uno a quemarropa y otro el más tierno del mundo, sin que el orden de los factores altere el producto. Pero sí a mi.
No quiero que me roben un beso sin desear cometer yo también ese delito posteriormente, sin presunción de inocencia ante su tribunal.
No quiero buscar lo que no anhelo encontrar. O mejor dicho, no quiero encontrar si, de verdad, de verdad, no lo estoy buscando.
Porque al final del día, cuando se va la luz pero todavía brilla el alma, no me quiero ir a dormir con quien no me quiera despertar. Que no. Que no quiero. Que sé lo que quiero.

Marina Sala


Clases de amor para viandantes

El amor es ese deporte en el que sin saber andar nos echamos a correr.

Todos mis futuros son contigo
Marwan




jueves, 6 de octubre de 2016

"Como un hombre"

Cuando vemos a una chica que dice palabrotas, que come sin parar, que viste con lo primero que pilla, o que habla de sexo sin tapujos, decimos que esa chica se comporta "como un hombre". Eso es así porque estamos acostumbrados a que las conductas liberadas, hablar de sexo, comer lo que queramos, hacer lo que queramos, sólo hayan podido hacerlas los hombres. Y asociamos inconscientemente el hecho de no estar limitados o no estar censurados al actuar, con "ser un hombre".


Lo que no decimos

Lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, se convierte en insomnio, en nudos en la garganta, en nostalgia, en error, en deuda, en insatisfacción, en tristeza.
Los que no decimos no se muere... nos mata.


Lo que me gustaría decirte

Creo que no existen los imposibles, que solo sabrán los cobardes, que otro mundo es posible, que aquí nunca es tarde; que un segundo puede durar toda una vida y una vida puede cambiar en un segundo. Creo que la risa es algo serio y hasta eso hay que tomarlo en broma, que la meta es disfrutar el camino, que solo ahora se escribe el destino. Creo que no hay amor sin libertad, que de fantasía se hace la realidad; que no hay que perseguir a quien se va, que si quiere volver ya volverá; que no hay que olvidar a quien está, porque lo que es ya no será. Creo en la gente, en la que siente, en la que abre la mente y entiende que para ser iguales, primero, hay que aceptar que somos diferentes, creo en los sueños que duermen poco, en los cuerdos que parecen locos, en los besos que van del alma a la boca, porque esos son los que andan volando; en los que andan perdidos, porque esos son los que se van encontrando.

Nicolás Andreoli


Amores a distancia

Chico conoce a chica. Chica conoce a chico. no se pueden encantar más. Ella de una punta, él de la otra. 
El mundo les dice que están locos, que cómo van a viajar tanto. Que esas cosas nunca salen bien, que que todo serán cuernos e infidelidades. que lo van a pasar mal.
Lástima que no ven sus sonrisas cada vez que se escuchan por teléfono. Mensajes. Llamadas antes de dormir.
Las prisas para hacer la maleta, y joder, cómo se abrazan en la estación. Y no se vieron lágrimas más sinceras que las de sus despedidas.
Hacen planes de estar juntos cada día, se dedican canciones desde lejos. Bailan en la cama.
Y aunque saben algo seguramente (o no) un día se acabe, más vale intentar algo que te emociona, que arrepentirse de por vida de no haber intentado.


martes, 4 de octubre de 2016

Diferencia de edad

La diferencia de edad en el amor no es un grave problema cuando tal diferencia no sea mucha, más o menos 10 años. De allí en adelante, cuanto más años más conflictiva será la relación. Siempre hay excepciones de parejas que la llevan bien, pero la mayoría sufre. Porque una querrá ir a una fiesta, la otra ya no. Una querrá sexo salvaje y la otra no, una querrá vivir la vida, y la otra ya la vivió. Y miles de razones más para que ambos se amarguen la vida sin sentido.

Sabios Consejos


Trabajar para vivir es más idiota aún que vivir

Luego tomé un taxi y cuando pasé por una plaza muy bella casi lloro porque sentí que también yo había entrado en el engranaje absurdo del trabajo y de los papeles y que me habían robado mi tiempo. Porque después de todo mi tiempo es mío y yo debiera ser dueña y malgastarlo según mis ganas.
Quiero decir: me pasé la mañana buscando papeles justificativos para me dejen robarme el tiempo en paz. La verdad: trabajar para vivir es más idiota aún que vivir. Me pregunto quién inventó la expresión "ganarse la vida" como sinónimo de "trabajar". 
En dónde está ese idiota.


El 1 octubre de 1931, las mujeres obtuvieron el derecho al voto en España por 161 votos frente a 131

Señores diputados: lejos yo de censurar ni de atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent, comprendo, por el contrario, la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en trance de negar la capacidad inicial de la mujer. Creo que por su pensamiento ha debido de pasar, en alguna forma, la amarga frase de Anatole France cuando nos habla de aquellos socialistas que, forzados por la necesidad, iban al Parlamento a legislar contra los suyos.

Respecto a la serie de afirmaciones que se han hecho esta tarde contra el voto de la mujer, he de decir, con toda la consideración necesaria, que no están apoyadas en la realidad. Tomemos al azar algunas de ellas. ¿Que cuándo las mujeres se han levantado para protestar de la guerra de Marruecos? Primero: ¿y por qué no los hombres? Segundo: ¿quién protestó y se levantó en Zaragoza cuando la guerra de Cuba más que las mujeres? ¿Quién nutrió la manifestación pro responsabilidades del Ateneo, con motivo del desastre de Annual, más que las mujeres, que iban en mayor número que los hombres?

¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? ¿Es que no han luchado las mujeres por la República? ¿Es que al hablar con elogio de las mujeres obreras y de las mujeres universitarias no está cantando su capacidad? Además, al hablar de las mujeres obreras y universitarias, ¿se va a ignorar a todas las que no pertenecen a una clase ni a la otra? ¿No sufren éstas las consecuencias de la legislación? ¿No pagan los impuestos para sostener al Estado en la misma forma que las otras y que los varones? ¿No refluye sobre ellas todas las consecuencias de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizado por uno? ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad? Y ¿por qué no los hombres? ¿Por qué el hombre, al advenimiento de la República, ha de tener sus derechos y han de ponerse en un lazareto los de de la mujer?

Pero, además, señores diputados, los que votasteis por la República, y a quienes os votaron los republicanos, meditad un momento y decid si habéis votado solos, si os votaron sólo los hombres. ¿Ha estado ausente del voto la mujer? Pues entonces, si afirmáis que la mujer no influye para nada en la vida política del hombre, estáis -fijaos bien- afirmando su personalidad, afirmando la resistencia a acatarlos. ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo.
No se trata aquí esta cuestión desde el punto de vista del principio, que harto claro está, y en vuestras conciencias repercute, que es un problema de ética, de pura ética reconocer a la mujer, ser humano, todos sus derechos, porque ya desde Fitche, en 1796, se ha aceptado, en principio también, el postulado de que sólo aquel que no considere a la mujer un ser humano es capaz de afirmar que todos los derechos del hombre y del ciudadano no deben ser los mismos para la mujer que para el hombre. Y en el Parlamento francés, en 1848, Victor Considerant se levantó para decir que una Constitución que concede el voto al mendigo, al doméstico y al analfabeto -que en España existe- no puede negárselo a la mujer. No es desde el punto de vista del principio, es desde el temor que aquí se ha expuesto, fuera del ámbito del principio -cosa dolorosa para un abogado-, como se puede venir a discutir el derecho de la mujer a que sea reconocido en la Constitución el de sufragio. Y desde el punto de vista práctico, utilitario, ¿de qué acusáis a la mujer? ¿Es de ignorancia? Pues yo no puedo, por enojosas que sean las estadísticas, dejar de referirme a un estudio del señor Luzuriaga acerca del analfabetismo en España.
Hace él un estudio cíclico desde 1868 hasta el año 1910, nada más, porque las estadísticas van muy lentamente y no hay en España otras. ¿Y sabéis lo que dice esa estadística? Pues dice que, tomando los números globales en el ciclo de 1860 a 1910, se observa que mientras el número total de analfabetos varones, lejos de disminuir, ha aumentado en 73.082, el de la mujer analfabeta ha disminuido en 48.098; y refiriéndose a la proporcionalidad del analfabetismo en la población global, la disminución en los varones es sólo de 12,7 por cien, en tanto que en las hembras es del 20,2 por cien. Esto quiere decir simplemente que la disminución del analfabetismo es más rápida en las mujeres que en los hombres y que de continuar ese proceso de disminución en los dos sexos, no sólo llegarán a alcanzar las mujeres el grado de cultura elemental de los hombres, sino que lo sobrepasarán. Eso en 1910. Y desde 1910 ha seguido la curva ascendente, y la mujer, hoy día, es menos analfabeta que el varón. No es, pues, desde el punto de vista de la ignorancia desde el que se puede negar a la mujer la entrada en la obtención de este derecho.
Otra cosa, además, al varón que ha de votar. No olvidéis que no sois hijos de varón tan sólo, sino que se reúne en vosotros el producto de los dos sexos. En ausencia mía y leyendo el diario de sesiones, pude ver en él que un doctor hablaba aquí de que no había ecuación posible y, con espíritu heredado de Moebius y Aristóteles, declaraba la incapacidad de la mujer.
A eso, un solo argumento: aunque no queráis y si por acaso admitís la incapacidad femenina, votáis con la mitad de vuestro ser incapaz. Yo y todas las mujeres a quienes represento queremos votar con nuestra mitad masculina, porque no hay degeneración de sexos, porque todos somos hijos de hombre y mujer y recibimos por igual las dos partes de nuestro ser, argumento que han desarrollado los biólogos. Somos producto de dos seres; no hay incapacidad posible de vosotros a mí, ni de mí a vosotros.
Desconocer esto es negar la realidad evidente. Negadlo si queréis; sois libres de ello, pero sólo en virtud de un derecho que habéis (perdonadme la palabra, que digo sólo por su claridad y no con espíritu agresivo) detentado, porque os disteis a vosotros mismos las leyes; pero no porque tengáis un derecho natural para poner al margen a la mujer.
Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que, como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la revolución francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se incorpora al derecho y no hay sino que empujarla a que siga su camino.
No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo. No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República atrayéndoos y sumándoos esa fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.
Cada uno habla en virtud de una experiencia y yo os hablo en nombre de la mía propia. Yo soy diputado por la provincia de Madrid; la he recorrido, no sólo en cumplimiento de mi deber, sino por cariño, y muchas veces, siempre, he visto que a los actos públicos acudía una concurrencia femenina muy superior a la masculina, y he visto en los ojos de esas mujeres la esperanza de redención, he visto el deseo de ayudar a la República, he visto la pasión y la emoción que ponen en sus ideales. La mujer española espera hoy de la República la redención suya y la redención del hijo. No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar; que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer, que representa una fuerza nueva, una fuerza joven; que ha sido simpatía y apoyo para los hombres que estaban en las cárceles; que ha sufrido en muchos casos como vosotros mismos, y que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt de que la única manera de madurarse para el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella.
Señores diputados, he pronunciado mis últimas palabras en este debate. Perdonadme si os molesté, considero que es mi convicción la que habla; que ante un ideal lo defendería hasta la muerte; que pondría, como dije ayer, la cabeza y el corazón en el platillo de la balanza, de igual modo Breno colocó su espada, para que se inclinara en favor del voto de la mujer, y que además sigo pensando, y no por vanidad, sino por íntima convicción, que nadie como yo sirve en estos momentos a la República española.
Clara Campoamor

domingo, 2 de octubre de 2016

Gánate el "no"

Me gustan las personas que tienen que luchar por obtener algo, las que teniéndolo todo en contra siguen adelante. Esta es la gente que me fascina. La gente fuerte.

Isabel Allende


Vive el ahora

Los hombres pierden la salud para juntar dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud.
Y por pensar ansiosamente en el futuro, olvidan el presente.
Viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si nunca hubiesen vivido.

Dalai Lama


Armisticio

Con fecha de hoy retiro de tu vida mis tropas de ocupación. Me desentiendo de todos los invasores en cuerpo y alma. Nos veremos las caras en la tierra de nadie. Allí donde un ángel señala desde lejos invitándonos a entrar: se alquila paraíso en ruinas.

Juan José Arreola


¡Felicidades abuelo!


No sé si cualquier tiempo pasado es mejor, lo que sí sé es que el momento de esta foto era perfecto. 
¡Muchísimas felicidades, abuelo! Desde aquí decirte que te quise, te quiero y siempre te querré.


La mejor red social


sábado, 1 de octubre de 2016

Eso me dijeron

Me dijeron que hay que reír hasta que duela la barriga y que llorar no es de cobardes, que no debemos estar con alguien porque sin ella morimos sino porque con ella vivimos, que tú y yo somos una buena idea y que una hoja en blanco es una historia que comienza, y que nada es imposible, me dijeron que no hay que dejar pasar ninguna oportunidad y que para decir no me gusta, primero hay que probar, y que los lunes no son tan malos si tienes con quien compartirlos, me dijeron que el tiempo pasa volando y que lo mejor esta aún por venir.

Ana Ferran


Gente con duende

Hay gente que tiene magia, que hace bonito un enfado, que transforma lágrimas en carcajadas, que te da la mano, que no se olvida de un cumpleaños, que tiene arte, en los ojos, también en los labios. Sí, hay gente que tiene música, que tiene mundo que cambiar, que tiene duende, que sorprende, que te saca a bailar. Hay gente que te hace el amor, con un mensaje, con un te echo de menos, con un susurro, con un beso. Hay gente que te roba suspiros y versos; que te rompe miedos, que te besa heridas, que usa canciones para darte los buenos días. Hay gente que está rota, rota por dentro, pero te mira, y consigue que sonrías, sin tú saberlo. Hay gente que regala, regala momentos, regala ganas, motivos y aliento. Hay gente que busca casualidades para hacer que parezcan simplemente eso. Hay gente que te cuida, con un simple cómo estás, que te manda flores que no necesitan riego, que te hace perderte, buscarte y encontrarte en silencio. Hay gente que te piensa, que te quiere bonito y que te despierta, para que sueñes de nuevo.

Esa gente que nunca encuentras como decir gracias, gracias por todo esto... Esa gente que se queda, aunque se vaya, en lo que es tu propio cuento.

Alicia


Somos de ellos

Somos de quien nos encuentra en pedazos y nos ama hasta dejarnos completos, de quien no nos cambia, pero nos mejora.


El desayuno

Me gustas cuando dices tonterías, 
cuando metes la pata, cuando mientes, 
cuanto te vas de compras con tu madre 
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños 
y me cubres de besos y de tartas, 
o cuando eres feliz y se te nota, 
o cuando eres genial con una frase 
que lo resume todo, o cuando ríes 
(tu risa es una ducha en el infierno), 
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi 
no puedo resistir lo que me gustas, 
cuando, llena de vida, te despiertas 
y lo primero que haces es decirme: 
"Tengo un hambre feroz esta mañana. 
Voy a empezar contigo el desayuno".

Luis Alberto de Cuenca (1950)
Premio Nacional de Poesía 2015
El hacha y la rosa