miércoles, 21 de junio de 2023

Tercera temporada: completada

 Anoche acabé de ver "Valeria", tercera y última temporada. Soy una de las muchas lectoras de la autora Elísabet Benavent. Creo que el verdadero secreto de su éxito es... sentirte que formas parte de esa historia, porque tú has pasado por lo que le está sucediendo a una de sus protagonistas, o dos, o varias... Has vivido varios capítulos de sus novelas y sabes cómo se siente esa persona. Conoces los sentimientos de esa situación. Te remueve... Te devuelve al pasado y te escupe en tu presente. Hace que mires de reojo a esa que fuiste. Te reabre heridas y te cierra otras. Te hace recordar tus cicatrices, tu camino. Es más allá que un conjunto de historias de amor. Es un estudio de la gente de a pie, sociológico y psicológico plasmado en papel y ahora, en la pequeña pantalla. Es tu parte ridícula, son tus sentimientos más escondidos y tus propios capítulos más íntimos que llevas contigo en silencio. Algunos superados y otros por superar. Da sentido a la frase de "eres lo que expresa, y más, lo que callas". 

Me gusta porque es mi forma de escribir, de contar al mundo quién soy y lo que vivo cada día. Es mi blog hecho novela. Al final, cuando os leo vuestros mensajes y comentarios, me siento como cuando leo "Valeria", menos sola. No soy yo la única rechazada por un hombre, ni la única que pensó que un "amable" podría fijarse en ella, ni la única que corrió en dirección contraria al amor por miedo. Fui el cuchillo, y también la herida. Fui víctima y verdugo, protagonista y antagonista. Fui muchas cosas que "Valeria" cuenta. Fui mi propio final y mi comienzo, subí y bajé... Fui la madura y la inmadura. Fui Valeria y todas sus amigas.



domingo, 18 de junio de 2023

¡La década llegó!

 Ayer... Sí, ayer. ¡Cumplimos diez años!

Y cómo me ha cambiado la vida, que no tuve oportunidad de sentarme y darle a la tecla. ¡Cómo ha cambiado todo! ¡Cuántos capítulos escritos!

Como siempre... Agradeceros a todos los que estáis al otro lado de la pantalla leyéndome, seguir haciéndolo, ya sea por Instagram, Facebook, Twitter o Blogger. Gracias al cocreador de "Desde mi ventana" que empezó siendo "El diario de una soñadora" y ahora él lleva el ejército de "dreamers". Gracias siempre por haberme animado a hacer lo que me gusta y es genial verte siendo tú.

Gracias a todos los colaboradores, a los que escriben, leen, lanzan ideas y participan de todos mis capítulos. Gracias y siempre mil gracias.



miércoles, 14 de junio de 2023

Época de cambios

 Llevo unas semanas mal. Y no me avergüenzo de decirlo. Y de escribirlo. Me siento engañada con la vida, por muchos motivos, por desconocimiento, inexperiencia, expectativas, opiniones, sentimientos... Sé el por qué y reconozco tanto mis fallos, como mi estado emocional, como las consecuencias del mismo.

Tener una autoestima muy baja a causa de estar en busca de la perfección contante, es agotador. Es frustrante, y creas unas expectativas y unos objetivos imposibles de cumplir, seguramente no yo sola, sino cualquiera que se pusiera en mis zapatos. No llego a todo. No llego a ser la mejor ama de casa, no llego a cuidar de Helena tan bien como me gustaría (pues los resultados que obtengo no son los deseados), como profesional, no comento y como mujer (que no esposa) tampoco. Después del embarazo tengo un cuerpo que no reconozco, ha cambiado y seguramente, no volverá a ser como antes. El ejercicio se ha aplazado hasta dentro de un año y medio por la cesárea. El malcomer, lo que da tiempo y siempre rápido.

La vida me ha cambiado y no tengo las herramientas necesarias para gestionar tantos campos abiertos. Tantas cosas nuevas que aceptar que son así. Desvivirme por todos y por todo, causa eso, cansancio, agotamiento y más mental que del otro. Porque el cuerpo, a veces, siento que va solo, sin pensar, y que se queja cuando está en la cama y los dolores (de siempre) de las articulaciones, me impiden dormir, además de la pequeña Helena (que sí, que eso es tener un bebé, pero, ¿puedo quejarme de no estar bien?).

Está mal visto quejarse cuando eres madre, ¡pues no lo hubieras tenido! Más o menos, intuyes qué es ser madre, sabes que será cansado. Pero no sabes lo que duele un hijo, lo hipocondriaca que te vuelves, lo insegura que estás en el día a día. Llegas a estar un poco majareta, sí. Tu vida corre entre pañales y se te olvida peinarte, arreglarte. Mirarte un segundo, y ya no te digo que se te olvida ser mujer, se te olvida ser persona. A mí, me compensa, Helena me compensa en todos los aspectos de mi vida. No me arrepiento de nada, es mi mayor sueño cumplido. Pero hay días, semanas, que no puedo más. Que mi manía de la alta perfección no ayuda, es un hecho. No es discutible. Que me cargo cosas que me tocan y que no, y que apeas distingo el disgusto de una fiebre y una cama sin hacer. Lo ves todo mal, porque eres tú la responsable de tantísima tarea, y no hay nada bien. Y lloras... no por hacer un drama. Lloras de impotencia. Porque piensas que no estás hecha para esto, no puedes más con la vida. Con toda tu vida, y lo bonito... empieza a perder su color.

Lo bonito... Como puede ser tu pareja. Ayer, hablaba con alguien que mi mayor miedo en pareja es que termines siendo un extraño para él, y él para ti. Que en medio de tanto niño y jaleo, rutinas, facturas, disgustos, trabajos.. Te pierdas, nos perdamos y nos convirtamos en inquilinos de un piso en común. Eso me da más miedo que una infidelidad puesto que ahí, uno siempre será el culpable, y ese uno en su mano está evitarlo. En el caso que os cuento, muchas veces ni caemos en ello, ni lo pensamos. Cada uno se pone a su móvil, a sus amigos, a sus vídeos y tonterías y no miras al que está cenando contigo, si es que se cena juntos.

A veces, un bebé no te permite una cena relajada, una serie vista del tirón. La vida ha cambiado y nosotros, hablo de mí, tienes que esforzarte más para llegar a todo... Y mi ansiedad, es no llegar.

Aprovecho esta entrada para pedir perdón a mi marido por todas esas veces que no llego... y las que me paso también. Porque el día a día va quemando la paciencia, y al final de la tarde... ya no queda. Ya estás cansada de todo y de todos. Porque cómo dice Belén, la madre pasa a ser secundaria. Se da por hecho que puedes con todo y no necesitas que nadie te pregunte, oye, cómo estás. También os digo que si alguien me hace esa pregunta me pongo a llorar. Porque estoy muy débil, muy sensible, muy en mis límites, muy cansada. 

Javi, que no se te olvide que para mí eres la persona más importante de mi vida, mi compañero de vida. Más que un amor. Eres mi mejor amigo, mi casa. Mi todo. Eso supone que quiera contarte cómo me siento, cómo me encuentro y si es necesario llorar a tu lado. Repito, que no es un drama. Es una sensación que ya dura mucho en el tiempo y sé que puede llegar a ser duro para la otra persona. Te pido tiempo, del tuyo, cariño y largas conversaciones sin móvil, sin llamadas. Tiempo para nosotros como familia, para nosotros como pareja. La vida cambia. Nos ha cambiado y elegimos cambiarla. Quiero superar todos los baches a tu lado, caernos, levantarnos, discutir, hacer las paces. Quiero lo que siempre hemos tenido... Nuestra pareja "imperfecta". Hace poco, nos prometimos cambiar muchas cosas, que nos están costando pero no dudo en que lo vamos a conseguir. También te pido, que si me faltan fuerzas (o paciencia) tú me la des, ayúdame. Hagamos de nuevo el equipo que éramos invencible. Que no nos separe la rutina, los problemas del día a día y el resguardo de cada uno por su lado. No aceptemos menos de lo que merecemos. Y nos merecemos muchas cosas, recuérdalo. Ninguno ha tenido una vida perfecta y maravillosa. Hagamos que valga la pena. Te quiero, siempre.

¿Sabéis lo que más me ha removido para escribir esta reflexión? Un recuerdo de un viaje en Astorga. Éramos felices y perfectos dentro de nuestra imperfección. El bastón que cada uno necesitaba a su lado. Con Javi, me sale abrirme del todo. Él dice que le doy muchos "palitos", pero es que con él... todo, siempre es poco. No me gusta nada el contacto físico con nadie. Soy bastante rancia, pero a Javi, le pido todos los besos del mundo. Con él, todo es diferente. 

Y es verdad que creo, firmemente, en que eso nace solo porque es tu pareja, porque le quieres, porque es así, sale, ¡y ya está! Y quiero que salga, en mitad de rutinas, en mitad de problemas, en mitad de rachas malas. Porque es lo que nos mantiene, el calor... Para el frío siempre hay tiempo... El invierno siempre llega. El amor no es como en las películas, la rutina lo apaga, y hay que trabajarlo día a día, rato a rato, y por supuesto, las dos partes. En una historia de pareja, o de amor, ambos son culpables y ambos son víctimas porque siempre nos descoordinamos al remar, cuando es fácil. Es sentarse a ver qué dirección queremos tomar, y adelante con todas las fuerza.

Por hoy, lo dejo aquí. 

Gracias y mil gracias por seguir leyéndome.



Respondiendo a WonderWoman

 Como ya sabéis, creo en la magia de mi blog. Y las respuestas a mis exposiciones, muchas veces surgen de mis lectores... Como la siguiente... Y encantada que estoy. Gracias, siempre, por estar al otro lado de la pantalla.

"Como respuesta a wonderwoman

Lo primero me alegro por su vuelta a los escritos. Se la echaba de menos.

Pero querría decirla: Me da pena que haya llegado como mucha gente sin ni siquiera saber porque a lo más hondo de una depresión. Sin ganas de nada y lo más importante sin ganas de vivir.

Está muy bien que ahora se hable más públicamente sobre un tema que cada vez está más en auge. Sabemos y tenemos más información. Y aún así nadie se libra de esta maldita lacra del siglo XXI. 

Pero ahora me voy a poner en el lado de los amigos. Aquellos que quieren ayudar de una y mil maneras a esa persona que como tú no tiene ganas de nada... que ve todo lo negativo y no es capaz de ver luz al final del túnel. 

Esos amigos, los cercanos o los lejanos hacen todos los días por animar a esa persona...llamando, mandando wasap, demostrando que han estado, están y están ahí. 

Pero lo que reciben de esa persona son huidas, malas caras, malas contestaciones, ausencias y   créeme que la persona que está mal es la primera que sufre por supuesto. Pero aquellas personas que la quieren, no ven ni siquiera un pequeño agradecimiento de esa persona. Solo indiferencia e interés. Así que las fuerzas y las ganas van perdiendo frente a la rutina y la monotonía. Esas personas se van alejando sin ni siquiera saber porque lloran de rabia e impotencia porque no saben que hacer. 

Si se quedan solo reciben "desgratitud" y si se van se sienten lo peor del mundo.

Así que no solo sufre el que pasa por ello sino los que están alrededor.

Solo el tiempo podrá ayudar, y ver si esa amistad puede avanzar o sin embargo acabar."




martes, 13 de junio de 2023

Mi Maya

 “La gente buena es la que ama a los animales. Los animales son seres especiales y quien ha tenido la suerte de vivir una conexión con ellos, lo sabe muy bien.

La nobleza animal es una verdadera enseñanza. Gracias a ellos somos personas más humildes, empáticas, cariñosas. Nos regalan su amor incondicionalmente, sin pedir nada a cambio, haciéndonos el bien”. 



Que arda París

 Y todavía no se ha enterado París que tú y yo nos quedamos todo el amor del mundo.

Y tranquila que cuando se entere nosotros ya estaremos lejos, tan lejos que ya nos darán por perdidos. 

Luego ya dejaremos que Carlos Alfaro se haga con París de nuevo, él sabrá como hacer para que París vuelva a ser la ciudad del amor. 

Con sus poemas, con sus versos y sus ganas de recitar su Kamikace justo en el centro de Disneyland París. 

En ese momento París volverá a ser fuego de amor, a ser hoguera de deseo, a ser magia, a ser toda la magia que tú y yo le robamos. 

Pero tranquila que toda esa magia será para nosotros y para nadie nadie más. 



“Siempre quise encontrar a alguien que se quedara, aún después de ver lo desagradable que puedo llegar a ser.”


 

Creo que a veces queremos tanto a algunas personas que tenemos que insensibilizarnos, porque si sintiéramos de verdad lo mucho que los queremos nos moriríamos. Eso no significa que seas una mala persona, sino que tienes el corazón demasiado grande.

 


Camiseta XXL

 Camiseta XXL, pensamientos recurrentes, tiempo libre y pensar…

Porque en tanto más lo trabajes, una doble dualidad vendrá a ti, el poder del debate interno y el de la soledad consentida.



Hacerlo o quedarte con las ganas

Al final con los años aprendes que el "nunca", nunca se cumple y que el "para siempre",  siempre termina...

Que el futuro juega con nosotros, que nos hace trampas.

Que las cosas rara vez terminan como esperamos.

Que los finales suelen ser tristes, y nos hacen daño.

Que no hay que hacer planes que hay que vivir el aquí y el ahora porque la vida sólo te ofrece dos opciones: hacerlo o quedarse con las ganas.



jueves, 8 de junio de 2023

No me debes nada

Un hijo no es un regalo.

No es un compañero asignado para un hermano.

No es un nieto que los abuelos piden con insistencia.

Un hijo no es una asignatura pendiente.

No viene a cumplir con lo que nos hubiera gustado y no pudimos hacer. 

No viene a darle sentido a nuestras vidas. Ella o él es su propia vida. .

Un hijo no es reemplazo de ningún proyecto truncado ni a una persona perdida.

No es el salvavidas de ninguna persona ni de ninguna pareja.

Un hijo no viene a completar ni llenar nada.

No es un tapón, no es un acompañante ni un mesías. 

Un hijo no es del capricho, es del deseo. 

Es un otro desde el comienzo y viene a vivir su propia vida. 

Llega a nosotros con su propia impronta, su temperamento y sus ganas de ser. 

Le acompañaremos a descubrirse a él o ella misma, le permitiremos expresarse con libertad, elegir quien quiere ser y que le gusta hacer. 

Aceptaremos desde el comienzo que no puede corresponderse a nuestro ideal, a nuestros mandatos ni a nuestros agujeros ni tampoco es nuestro reflejo. 

Le tomaremos en brazos, le prestaremos el cuerpo, le daremos la mano y dejaremos la distancia necesaria para que se anime a caminar y explorar el mundo. 

Y aunque nos duela verle distanciarse, le esperaremos en nuestro lugar para que si regresa, encuentre nuestro abrazo sin reproches, sin culpas. Colmado de libertad.

 Hijo mío, hija mía: yo te libero de que me salves, de que me cuides, de que me des felicidad y de que sientas que "me debes algo".



Despejándote el camino

 Quiero que nunca dejes de volar por nadie.

Quiero que grites más fuerte de quien te grite, quiero que nunca te sometas.

Quiero que nunca te apagues.

Quiero que aprendas la lección a la primera, cometer errores podrás, repetirlos no.

Quiero que siempre te vayas a la primer señal, sin esperar desenlaces desastrosos.

Quiero que nunca vendas tu dignidad, porque en tus manos hay poder para trabajar por lo que quieres.

Quiero que no seas igual que yo, quiero que seas una mejor versión.

Te quiero inédita, inigualable, única.

Te quiero guerrera, poderosa, con alas de acero.

Te quiero feliz, amando lo que haces.

Te quiero sentir completa, con brillo en los ojos.

Te quiero viva para ti, para mí.

Te quiero fuerte, imparable e indestructible.

Y si alguien no quiere esto para ti házmelo saber, que yo voy a despejar ese camino para ti.



Eres importante

 Puedes creer que no eres importante en este mundo. Pero alguien bebe café cada mañana en la taza que le regalaste. Alguien escuchó una canción que le hizo pensar en ti. Alguien recordó tu broma y sonrió. Alguien miró esa foto donde estabas tan feliz sin ninguna preocupación y suspiró. Jamás pienses que no influyes en nada, seguro has dejado pequeñas huellas en alguien, seguro alguien tiene de ti un bonito recuerdo.



¡He vuelto!

 ¡No he dejado de escribir! ¡No!

Solo que ahora escribo en silencio. En borradores.

¡Novedades!

He vuelto a hablar con Belén. Y como resumen de todo... Mis amigos me hacen bien. Supongo que la vida siempre te junta con quien te hace bien y te suma. Esté dónde esté y pase el tiempo que pase. Y el tiempo... si eres amigo de verdad, no importa. Lo hemos retomado como si de ayer mismo se tratara nuestro último chocolate con churros.

Esa es la novedad que tengo que más puedo verbalizar.

Mi vida en este momento de casa, niña, perra, casa, niña, perra... No puedo decir que sea monótona. Pasan muchas cosas y cada día es diferente. Pero gira en torno a esas tres variables. 

También han pasado cosas hace unas semanas que seguirán en "borradores" por mucho tiempo y que me han afectado mucho a mi ánimo y a mi personalidad. 

Soy una mujer decaída. Sí. Señores, WonderWoman ha muerto. Soy una mujer sin rumbo, ni objetivos. Una mujer que la rutina se la ha comido, pero que sigue siendo la misma que se exige por mil, y claro, no llega. Se decepciona una y otra vez. Resultado: Autoestima bajo cero. Porque nunca llegas a nada.

Se me ha juzgado por muchos temas, se me ha criticado por otros tantos, me han engañado... Me han tomado por tonta, he sentido el abandono más profundo... He llegado a sentir que hasta desvariaba y había perdido el norte, el sur, el este y el oeste. Me he perdido a mí misma. Veo el mundo a través de mi bebé de seis meses. 

Me siento un fallo de madre, de mujer, de profesional y de todos los campos que se os ocurra que tiene el ser humano. 

Esto solo genera ataques de ansiedad, falta de apetito y pérdida de interés por la vida. 

No me siento sola. Me he quedado sola por todo lo que llevo encima. Como siempre. No sé pedir ayuda y hago como los animalitos heridos en el bosque, busco mi árbol más lejano y espero que el final llegue, malherida.

Gracias Alejandro Sanz, por verbalizar aquello que mucha gente no se atreve. Estoy mal. Estoy muy mal y cada vez más alejada de lo que era. Mi aportación al mundo es muy poca en este momento. Y a mi familia, pues más o menos. Sólo mi hija creo que necesita a su madre, y creo que es porque es un bebé.

Sentirse fuera de juego, fuera de lugar. Es una sensación de extrañeza ante todo lo que te rodea, incluso tu familia. Estás más irascible, más sensible y sí, a todo le preguntas por qué, porque ya no te fías de nada ni de nadie.

Si yo fuera mi amiga, le diría a mi amiga, que necesitas cariño y amor de los tuyos. Que alguien te diga, "lo estás haciendo bien". Y te diera un abrazo. Te consolara, porque aunque no llores por fuera, por dentro lo estás haciendo. Llevas el nudo en la garganta todo el día. Siempre estás a punto de echar lágrimas. Estás triste. A veces, alguien tiene que sostenerte y decirte algunas palabras bonitas, como que no eres un incordio... o un fracaso. Alguien debería quitarte la sensación de animalito malherido. Y darte la confianza de que saldrás de la racha porque eres fuerte y nadie, hasta ahora, te ha tumbado. Que saliste de pozos más profundos.

A veces, sí, necesitamos a alguien.