domingo, 28 de noviembre de 2021

Vivir en libertad

 Como escribí hace unos días, he tenido una semana de mierda por mi culpa. Me he sentido más sola que la una por mi culpa. Tengo demasiadas metas, demasiados objetivos y cosas que hacer, y a mí los días también me duran 24 horas. Dejar de comer, dormir y descansar no ha sido la mejor idea que he tenido la verdad. 

Pero estudiar... Me consume mucho tiempo y sé que no estoy dando lo mejor de mí. Intento quedar con todas mis amigas, hablarlas, pero los días pasan y no me hago con todo. El trabajo, siendo profesora y época de Navidad, ¿Qué pensáis? Es más, me gusta recortar, se me ocurren mil cosas por hacer, ¡lo vivo! Y me ocupo yo sola mi tiempo. La decoración en casa, etc, etc... He vuelto a hacer ejercicio y sabéis todos mi problema. No sé parar, se convierte en la obsesión del día a día. Sufro si estoy sentada, si no he podido hacer mínimo una hora me crea ansiedad. 

Al final del día, me duele todo el cuerpo. Hemos vuelto a lo de hace unos meses. Tobillos flojos, articulaciones tocadas, ansiedad, dolor de pecho, y... ¿ganas de llorar? ¡No! Eso no, ganas de que el día dure diez horas más. Me creo obligaciones, yo misma espero de mi dar el 200%, llegar a la perfección como siempre... Ser prácticamente perfecta en todo como dijo Mary Poppins, pero ella con un chasquido de dedos tenía recogida la casa. No sé delegar. No sé pedir ayuda, al contrario. Antes me encerraba en mi habitación y ahora, en mi lado de la cama. Aparto a la gente como un animal herido, gruño y a veces, muerdo. No soy capaz de aguantarme ni yo, y siendo consciente de ello, me aparto aún más.

Tengo amigos que no me abandonan y que al ver una foto de Instagram con un pie de foto que puede dar a entender cómo estoy, preguntan, y están. Siempre están. Aunque no los vea, como si se trataran de ángeles de la guarda. Cada uno en su zona: unos en el cielo y otro en la tierra pero siempre en contacto.

Javi no me abandona tampoco y lo agradezco, porque no sé decirle ni explicarle qué me pasa. Me pasa de todo, Javi, pero no me pasa nada. La ansiedad es difícil de explicar. Te ahogas sin motivo, bueno, a mí me ha llevado unos días descubrir cuál era. Como siempre mi peso. Y eso que no tenemos báscula aquí. Dicen que mejoras con el tiempo, que incluso hay gente que sana de esto. Pero yo voy por rachas.

Verme frente a un espejo es lo más doloroso del día. Me miro de reojo nada más. Las duchas son rápidas pero llega la hora de vestirme, donde meterme en los vaqueros, ya me crea tirantez conmigo misma, ¿y si no entro? ¿Y si me aprietan? Y de repente, una náusea... Y vuelves a empezar. Ves en el cole comida y no puedes cogerla, quieres, pero no debes, no puedes... Piensas en el pantalón de esta mañana. Y decides comer para mañana ponerte una leggins, ahí siempre entras. ¡Y qué alivio! Es una tensión constante en el día a día ya que hacemos mínimo tres comidas diarias. 

Me he vuelto a aficionar al té, sabe mejor que el café sin azúcar. Y no sé si será algo más sano. Bebo mucho con tal de quitarme la ansiedad y las ganas de comer. Sé que es duro escribir estas palabras y quien lo lea y no me conozca va a pensar muchas cosas, pero me da igual. Es el tormento que vive conmigo que a veces mejora y a veces no. Son inseguridades que dan lugar a una autoestima baja.

Mimos. Eso es lo único que le pido a Javi. No quiero "te quieros" esos se los decimos a todo el mundo. Quiero besos y abrazos, mimos. Quiero cobijarme en Javi y que todo pase. Él no es comprende muchas cosas y no le culpo, es difícil. Pero estar junto a él, me reconforta, me siento en casa. Segura. Lejos de todos los problemas, de mis neuras, mis objetivos del día sin cumplir. Él es el ingrediente que me falta para decir que un día se dedica a peli y manta, de estar tirados en el sofá. De no hacer nada. La intención está muy bien, pero el hecho es que me levanto cuarenta veces. No consigo estar quieta. Y claro, te cansas, estás mal, necesitas un respiro, unas vacaciones... Necesitas viajar al pueblo y que la poca vida que hay allí, te amanse, ya que ni la música lo consigue.

¡Qué vida tan vacía la de la rutina! Pero qué encorsetados nos tienen. Hay días que la fiera que llevo dentro intenta romper estas cadenas, intenta liberarse para darse de bruces con la realidad y devolverte al día de la semana correspondiente. ¡Qué ganas de romper los vaqueros que me llevan por el camino de la amargura! De romper con las reglas establecidas que aún no sé quién las dictó... ¡Qué ganas de vivir en libertad!



miércoles, 24 de noviembre de 2021

Días grises

 No sé qué pensar de la gente, me siguen sorprendiendo después de tanto. Y es que el que se crea que lo sabe todo... No sabe ni la mitad.

Tuve una pesadilla anoche, con los ex de ambos, de mi marido y míos propios. Esta clase de sueños y al nivel que los recuerdo yo, con tanto detalle, te dejan frío, esa... ¿Cómo explicarlo? Esa frialdad que te deja sin respirar, con hormigueo en la tripa, con desorientación, dolor de cuerpo también... Ese último aliento, que sobre todo tu historia pasada se lleva con él... 

Y de nuevo, el abandono. Sentirte solo. Hacía mucho tiempo que no tenía una de estas pesadillas. Mucho... Ya estaba curada suponía. Pero es que nadie puede imaginar lo que viví... Nadie. Y de nuevo miedos e inseguridades. Dolor gratuito, y sentirte perdida. Un sentimiento que he odiado siempre. Nunca he bebido ni me he emborrachado por ese miedo a perderme... Necesito sentirme dueña y responsable de mis actos y por supuesto, siempre un orden y una cuadrícula en todo lo que hago. ¿Dejarme llevar? ¡Qué es eso!

Esto es lo más parecido a un trauma. Algo que sale un día cualquiera, que sale y vuelve a salir cuando menos lo esperas... Y el mundo te come y... Te dejas comer por una vez.



sábado, 20 de noviembre de 2021

El chico del Belros

Quiero dejar claro una cosa: ¡es tan fácil escribir para este hombre! Me salen las palabras a borbotones. ¡Me encanta, él y poder escribir sobre él!

Hace mucho tiempo escribía sobre penurias románticas por unos cuántos imbéciles que me hicieron tocar fondo. Y ahora, a tiempo pasado, lo agradezco. Porque de estas cosas se sale, no se cura ¡ojo! Una no vuelve a estar como antes, la vida ya no te pilla de sorpresa. Ya eres el doble de dura, no te valen unas palabras, exiges hechos, tienes un listón de lo más alto para todas las personas que te rodean. Te haces de acero, de hielo... Y el hielo, a veces, también quema. Eres una bomba siempre a punto de estallar y reventar todo lo que pilla a su paso.

Pero un día... Así, de repente, la solución a tu vida te está esperando en el Belros del Nassica. Con su gorra y sus pintas de macarra. Y yo pensando... ¡Ay, si Sonia me viera! ¡Quedando con uno que lleva gorra! Pero es que a mí lo macarra, me puede. ¡Me ha podido siempre! Y desde que escuché su primer audio... Sí, me convertí en Goku montando en la nube. ¡Qué ilusión más tonta tenía! Aunque las ilusiones que te creas son de pocos voltios... Las tienes al mínimo, porque seamos sinceros, nadie quiere otra desilusión (después de veintiocho citas con menudos personajes, no todos, pero sí la mayoría).

Pero no, fuimos haciendo capítulos a todo meter, como cuando coges un libro y no eres capaz de dejarlo. Continúas la historia, abandonas otras cosas por seguir leyendo, por ver qué va pasando como una buena serie. Y de repente un día... ¡Te has casado! Cuando eso jamás había entrado en tus planes, cuando echas la vista atrás y te recuerdas con heridas de guerra a punto de ver a San Pedro. Pero éste, te ha dicho que no, que solo te ha hecho lo suficientemente madura para saber elegir, para saber qué es lo valioso en esta vida y disfrutes de ello. Además, este chico, te dice en susurros al oído... Lleva el cartel de "Carpe Diem" en la espalda, míralo... Te va a encantar. Y así fue, le miré la espalda (esperando que San Pedro no observara en ese momento, claro, puesto que no hicimos cosas muy cristianas). Javi era el regalo que llevaba esperando tanto tiempo.

Discutimos, como si no hubiera un mañana. Pero nos buscamos y no paramos de encontrarnos. El equipo/familia que hemos creado, no tiene palabras para describirlo. Si uno falla, ahí está el otro para levantarlo. Si tiene frío, el otro se convierte en estufa. Nos complementamos, nos damos enteros, nos reconciliamos, nos dijimos que sí a compartir una vida entera. Y es que, a pesar de discutir, de pasar por malas rachas. Siempre espero un beso suyo, y sino ya voy yo y se lo doy (no soy de las que esperan a que le bajan la luna, ya me la bajo yo). A día de hoy, vale más la pena estar cinco minutos juntos que cualquier otra cosa que nos pueda pasar. De carácter somos muy parecidos, discutir como os digo es nuestro deporte mejor entrenado, aunque creo que le gano yo, honestamente hablando. ¡Nos sale solo! Pero es que prefiero discutir con él mil veces, que hablar con cualquier otro. 

¿Qué me decís de sus morros? Si le arrancaría la cabeza para estar besándoselos a todas horas, ¡pues eso! Estoy más que enamorada de mi marido. ¡Uf, marido, me suena raro rarísimo! ¿Y novio? Nunca hemos utilizado ese término. Es mi chico, mi compañero de vida, mi todo. ¿Sabéis lo que es despertar y verle dormido... y pensar, ¡qué guapo es! ¡Qué suerte tengo!? Yo que jamás hubiera esperado algo así. Pues mirar, odio decirlo, pero todo llega... Absolutamente todo.



domingo, 14 de noviembre de 2021

Corazón abre-fácil

 ¿Sabes que no está bien hecho tirar un corazón abre-fácil a la basura? 

Y luego tú te limpias las manos como si nada. ¡No, no! La mierda no se limpia así de fácil. ¿Qué pasa con eso llamado recuerdos? ¿También has decidido tirarlos? 

Y yo, ingenua, me creía cada palabra de amor que me decías al oído, yo que me creía que cada noche era la más larga del mundo, pero duraba como un segundo cuando estaba a tu lado. 

Y de repente fuiste tan cobarde como echarle la culpa a la rutina y huir, decidiste no afrontar tus miedos, no quisiste hablar por miedo a los reproches del corazón. 

Y decidiste tirar a la basura mi corazón. Que sepas que un corazón se puede autoreciclar cuando ya lo han tirado a la basura. Mi corazón ahora está limpio, que reluce más que nunca. 

Y ahora sabes qué te digo: que si vas por el mundo tirando corazones a la basura nunca serás capaz de oler la auténtica mierda que llevas dentro.



Intensidad

 Ella lo tenía claro, que por su forma de vivir, la península le quedaba pequeña. 

Nada más despertar, veía por la ventana esa intensidad llamada vida. 

Nada más amanecer, ya quería comerse el mundo, ni le daba tiempo al café, a quitarse la pereza, que él, ya veía su sonrisa. 

Y al tocar la calle, ella ya esquivaba la rutina, ya dibujaba su camino de baldosas amarillas, ya volaba más rápida que el tiempo. 

Ella era capaz de dejar títere sin cabeza. Llamémosle títere: a los políticos, a los ladrones, a los suicidas, a los toca niños, a los corruptos… 

Solo con mirarlos, los dejaba sin argumentos, ya que la intensidad de una mirada es más eficaz que la falsa inocencia. 

Por eso ella era única, era esa intensidad que le falta a uno y les sobra a otros. Porque la intensidad se lleva dentro, pero muy pocos saben cómo usarla. 

Ya que no es fácil saber vivir con una sonrisa en la cara, o con un libro debajo del brazo, o cantar bajo la lluvia, o ver el mar en plena Gran Vía. Por eso ella era tan intensa. Era tan suya.



Locura

 Y de locos es lanzar el corazón por la borda, pero es que un abordaje a tiempo es un cúmulo de consecuencias que no se pueden explicar en una cama. 

La gente me decía que estaba loca por arder de amor a kilómetros de distancia. Pero es que si no alocas al corazón, la vida es aburrida. 

Y lo bonito que es tatuarse en el cuerpo el tiempo compartido. Sábanas marcadas, paseos al infinito, saltos al vacío y caídas al mar. 

Siento que la locura es tan cuerda como los recuerdos. 

Sabíamos que era de locos vernos una vez al mes, o llamarnos por teléfono durante horas, o masturbarnos viéndonos por la web cam, y qué decir de viajar para vernos ni 48 horas. 

Pero lo bonito de esta vida es que decidimos alocarnos juntos. Con todas y cada una de las consecuencias de estar locos de amor.



Juguetón

 Le gustaba jugar con las estrellas, que le leía a ella en su espalda. 

Trazaba constelaciones imaginarias en su mente, para luego viajar a su vía láctea, donde cada lunar era una luna con su nombre. 

¿Y ella? Era tan juguetona que intentaba ocultar su sonrisa, pero no podía disimular que él era su mundo. Y así pasaban sus días, haciendo de su día a día un juego nuevo a diario, eran tan juguetones que la picardía de un simple beso, servía de excusa para dar los buenos días. 

Ellos dos, eran tan juguetones que hacían de la arena de playa un colchón, hacían de una simple discusión una pelea de almohadas, eran capaces de correr sin parar para verse un segundo, aun sabiendo que uno de los dos llegaba tarde al trabajo.

Y así fueron jugando hasta el día de hoy, que uno tiene un mundo en ella y ella vive en su mundo por él.



Las ganas pueden más que las derrotas

 Me afectan mucho tus desequilibrios emocionales. 

El calor es capaz de quitar el frío más intenso. 

Nada da más miedo que alguien te haga feliz. 

No tengo tiempo de pensar en futuros inciertos. 

 ¡No lo dudes, culmina tus sueños! 

Sucede que a veces la poesía escuece más que una cicatriz. 

Sin prisas, pero con ganas. 

Que no se rompan los lazos que es capaz de crear el arte. 

No hace falta inspirar si tú no eres mi aire. 

Soñemos despiertos cuando la rutina nos duerma.



miércoles, 10 de noviembre de 2021

Con algunas personas se pierde el tiempo, con otras se pierde la noción del tiempo y con otras recuperamos el tiempo perdido

Quién me iba a decir a mi, a nosotros, que un año más tarde íbamos a utilizar el mismo escenario pero vestidos de novios. Siendo tú mi marido y yo tu mujer. Las vueltas de la vida, las sorpresas de la mítica frase de "todo llega cuando menos te lo esperas". 



He estado viendo fotos, sabéis que me encantan, por este mismo motivo. Porque puedo recordar lo feliz que estaba en ese momento, donde ninguno de los dos buscaba nada. Es más, no podíamos estar más perdidos. Y de repente surgió, algo tan bonito que nos cambió la mente, el chip y los planes de futuro.



Y acabamos diciendo que sí. Sí a todo. A una vida juntos, a enfrentar los problemas de la mano, a discutir, a convertimos en fuego y callarnos con un beso. A ser dos personas que se buscaban sin saberlo... A pensar que la leyenda del hilo rojo es cierta. 



A querer de nuevo como nunca lo habías hecho antes. A mirar a los miedos a la cara y decir, "¿De qué coño vais?". A mirar a la vida sin esperar a ser feliz, sino decidiendo serlo y punto. Ser feliz, por mi, por ti. Por nosotros.




jueves, 4 de noviembre de 2021

Ha llegado el viernes

  Llevo una semana dándole vueltas a algo. ¡Y ya me da igual! ¡Lo voy a contar!

Una semana llorando cada tarde, encima, en las que Javi no está porque trabaja y las mismas personas que llevan toda la vida haciéndome la vida imposible, lo siguen haciendo.

Sí, hablo de los familiares más cercanos que se pueden tener. Para que lo entendáis todo, sería necesario una tarde entera y un café sólo con azúcar y un montón de detalles.

Digamos que la relación con mi madre nunca ha sido buena. Y lo último es que anteponga a todo el mundo a su hija (como siempre). Si la familia hubiera hecho los feos que me hicieron a mí el día de mi boda, YO (y no soy madre) los hubiera arrancado la cabeza como si de gambas se trataran. Mi madre no, sonríe y sigue en su mundo, haciendo la pelota e intentando quedar bien con todo el mundo por todos nosotros. 

Con ella siento que cada vez me ahoga más el corsé que al nacer me puso. Yo no me caso con nadie, ni siquiera con mi marido. Lo pasaré mal, sí. Seguramente. Lloraré como ahora, patalearé de rabia e impotencia y estaré a un tris de quemar el mundo, pero voy de cara puesto que no sé actuar de otra manera. Únicamente me sale ser yo misma. ¿Es bueno o malo? Depende. A veces es un gran error y toca pedir disculpas, y es bueno porque jamás te voy a mentir. Incluso antes de que abra la boca me lo vas notar en la cara (hasta con mascarilla). 

Lo de hoy... Solo es una más que se ha unido a mi abuela. Dejándome también para el postre, y es que suegra y nuera son idénticas. Parecen más familia ellas, que mi padre o mis tías. Duelen los feos, duelen que ante el peligro te dejen sola. Duele que intenten dejarte como una loca, una mentirosa, una desquiciada cuando sólo estoy harta de haber nacido en un seno de una familia que solo vive hacia el decorado. Que solo aparenta lo felices que somos y lo bien que se nos da cumplir las normas sociales y los compromisos. 

No quiero formar parte de este circo. Y creía que era fuerte, os lo prometo. Bajé un poco la guardia por los problemas de salud que se nos avecinan, pero hay gente que no respeta ni a las amenazas que nos da la vida. ¿Por qué iba a hacerlo yo? ¿No?

Esto hace de nuevo, que donde me sienta protegida, donde nadie de mi familia entra ni puede entrar jamás es en mi trabajo. Ninguna de mis compañeras, ni se hacen una idea de lo que significa poder ir al cole todos los días. Bueno, una de ellas, sabe que odio los sábados. Soy la única persona del planeta, pero las personas que me rodean han hecho que tener un día libre donde ellos se pueden meter en si sales o entras, te quedas en casa, limpias o no limpias, o estás tumbada o estudiando, hace que todo sea un infierno.

No quiero llamadas de nadie. No quiero saber nada de nadie en mi tiempo libre. Quiero hacer lo que me salga de un pie que para eso me independicé, y aún pagando un piso lo más lejos que pude... Nada cambia. Hace poco, y con esto termino, leí unas frases de un escritor en Facebook: "Ella no le tiene miedo a la muerte, sino que le teme a la vida". Y así es justo como me siento. Ojalá, algún día pudiese dejar por escrito mi historia, donde no se me juzgase por haber publicado o no algo sobre mis sentimientos. Donde no tuviera que tener tanto cuidado por si alguien se ofende y nuestra función familiar se va al garete. Pero todos sabéis que mi vía de escape es la escritura. Evita que llegue a casa y me explote la cabeza, tenga migrañas perpetuas y esté vomitando de los nervios que viajan por mi cuerpo un día sí y otro también.

Y mi marido es un gran apoyo. Lo quiero aclarar porque parece que en él no encuentro refugio. Pero él bastante tiene y tampoco puede opinar demasiado puesto que él tampoco ha dado con la solución. Hablarlo entre él y yo, es dar vueltas a algo absurdo que no va a ninguna parte. Por esta noche, está bien. Me pondré a limpiar como una loca que es lo que más me ayuda a tolerarme. A soltar aquello que me está pesando y que mañana pasará. Mañana será otro día... y por desgracia, ya ha llegado el viernes.




lunes, 1 de noviembre de 2021

Aprender de nuevo

 Tú sabes que aunque lleve una cerveza de más, aún te echo de menos.

Que me llenaba más un sorbo de tu sonrisa, que esta inmensa soledad, que me trago a diario desde que no estás.

Ahora tengo que aprender a vivir de nuevo, que al paso de los años, uno se olvida qué es eso de vivir solo.

De despertar sin abrazar a nadie, de cómo se hace eso de la comida rápida en el microondas, de masturbarse con la playboy, de no mirar nunca el reloj para no llegar tarde a casa.

Sé que me va a costar, que volver a empezar de cero siempre cuesta más, una segunda vez.

La suerte que tengo es que si tengo que echarte de menos, lo haré recordando que fuimos felices.

Que la vida nos dio la oportunidad de estar juntos y la aprovechamos.

Reímos, volamos, paseamos sobre el arcoíris, jugamos, caímos y nos levantamos más unidos que nunca.

Hoy, como cada día, recordaré aquí sentado tus besos con sabor a vida.



Mundos en las manos

 Ella era la única que sabía pintarse mundos en las manos.

Ella era la que decidía quién podía agarrar sus manos, sus mundos y volar.

Es fácil crear mundos paralelos para vivir.

Un mundo paralelo es posible si su universo se explora con tal intensidad que nunca da miedo a descubrir sus secretos.

Ella era capaz de crear mundos estables, mundos sensuales, mundos políticamente correctos, mundos de felicidad.

Ella fue capaz de crear su mundo, mi mundo, nuestro mundo.

Debo reconocer que en nuestro mundo particular luce su horizonte por encima de mi corazón.

Me siento pequeño a su lado, al ser ella tan grande.

Ella es capaz de lograr estabilidad cuando hay tormenta, ella es capaz de ser arcoíris si yo me disfrazo de unicornio.

Ella es tan creamundos que a su lado solo existe su universo, nuestro universo.



Romperemos esquemas

 Romperemos esquemas, callaremos bocas, derribaremos cada muro que se interponga en nuestro camino. La gente no sabe que es muy peligroso hacer callar un corazón, cuando están heridos de amor. 

Estar herido no es malo, si la herida sangra flores, vida, ilusión y de vez en cuando, alguna que otra cerveza de marca blanca acompañada de tu sonrisa. 

Lo malo sería romper esquemas sin tus malos al lado, porque lo bonito es rajar de cuajo la rutina y vivir. Vivir sin relojes, remar al ritmo de nuestra canción, despertar sin más preocupación, que decidir los besos que nos daremos de más. 

Ten claro que si un día nuestros esquemas fallan, lo solucionaremos hablando con el corazón en la mano.



Cicatrices latiendo

 Las cicatrices también laten cuando el corazón está herido de amor y muerte. 

Los latidos son tan intensos como dolorosos, que cuando el amor duele, se puede sentir la soledad en cada uno de ellos, en cada paso que damos, para que la nostalgia nos acompañe desde ese momento. Ahora entiendo por qué el amor es cosa de dos. 

Ahora, ahora que no estás, es cuando me doy cuenta que un segundo compartido, es una eternidad que no sabemos valorar. 

No lo creerás, pero desde que tú no estás no tengo ganas de volar, las ganas se fueron ese maldito lunes en el que me dejaste más solo que la luna. 

Pero tranquila, que si no vuelo, es porque es más seguro tocar con los pies en el suelo para llorar. 

Es que si uno llora, quiere decir que los recuerdos aún siguen estando, para bien o para mal, pero están ahí, como tú, que seguramente estás a mi lado.



Tú ves jugando

 Tú ves jugando, ves jugando con ella. Hazle un hueco en tu cama, mirad Friends, reíd hasta que os salgan arrugas en la cara. 

Que cuando os levantéis de la cama y salgáis a la calle, tú seguirás siendo tan cobarde y no tendrás narices de afrontar tus miedos. Tú ves jugando con fuego, que el fuego puede llegar a quemar de varias maneras distintas. 

Una servidora seguirá aquí, pintándose los labios de nostalgia, soñando a solas cuando antes soñaba contigo, tomando una copa de vino a tu salud, maldiciendo cada instante que te dediqué todo mi tiempo del mundo. 

Cuando salgas a la calle, será demasiado tarde para volver de nuevo a mí. Puede que en Madrid pasen muchos trenes, pero solo hay uno que lo conduzca mi corazón, y ese ya ha pasado de largo por tu estación (nuevamente y por última vez).

Hubo un día que decidiste ser mi único pasajero, pero el miedo hizo que saltaras de él sin pensar en futuras consecuencias. 

Hoy he decidido romper el billete que nos unía, para empezar a buscar un nuevo pasajero, que quiera subir a un tren cargado de amor.



Sin rumbo y a toda vida

 Observando el infinito de tus sueños.

Ni 500 noches a solas son comparables a un segundo contigo.

Que mi corazón vaya a tu deriva.

A media noche no hay nada más bonito que leer la espalda de una mujer.

Las personas sencillas son las que ayudan a cumplir sueños.

Recibir un abrazo es regalar un mundo.

Ten en cuenta que un quizás puede ser un para siempre.

Nunca hay que dar un beso con menos cariño que el anterior.

La distancia es tan poderosa como la ilusión.



NOVIEMBRE

 1. Que jamás os digan que el tren pasa una sola vez en la vida. El tren eres tú y pasas todas las veces que te dé la gana.

2. Deberíamos aprender de los anocheceres la capacidad que tienen para ser inolvidables.

3. La única diferencia entre un santo y un pecador es que cada santo tiene un pasado y cada pecador un futuro.

4. Muchas veces nosotros mismos somos responsables de nuestras desilusiones por creer y crear expectativas altas en personas tan básicas y simples que no ven más allá.

5. El alma libre es rara, pero la identificas fácilmente cuando la vez.

6. Olvídate de todo... Menos de respirar hondo y continuar.

7. Sueña con lo que quieres, con lo que tienes y con lo que no. Sueña sin medida y sin miedo. Sueña como si tu sueño fuera verdad, imagínate en ese sueño, vívelo, disfrútalo... Sueña como si tu sueño fuera realidad, porque la realidad se teje de sueños.

8. Estaré aquí cuando vuelvas. Y cuando te vayas a ir. Cuando no sepas dónde ir y que la vida pierda sentido. Estaré cerca, sin asfixiarte, como un chaleco salvavidas, bajo tu asiento. Para que puedas inflarme tirando del tirador rojo, o incluso dentro del avión.

Estaré aquí para ti. A cualquier hora y a cualquier distancia. Sin condiciones, sin permanencias. Con la garantía de poder terminar con todo con solo pulsar el botón del adiós definitivo.

Estaré aquí. Siempre

9. No cuentes los días, haz que los días cuente.

10. La vida es sencilla, pero siempre la hacemos más difícil de lo que es.

11. Lo que cuenta no son los años de tu vida. Es la vida en tus años.

12. Es duro fracasar, pero es todavía peor nunca haber intentado triunfar.

13. Te quiero así. Tan rota porque pusiste el alma en cada latido. Tan sola porque preferiste la soledad que la mala compañía.

Te quiero así. Tan valiente como para dejar todo atrás y empezar de cero. Tan fuerte que cada vez será más difícil derribarte.

Te quiero así. Tan independiente que la calidad siempre va por delante de la cantidad. Tan libre que solo pisas donde el corazón te lleva.

Te quiero así. Tan tú, que es imposible no quererte.

14. Sabes que nuestro mundo es simple cuando te das cuenta que puedes cambiarlo con una simple declaración de amor.

15. La felicidad, para mí consiste en gozar de buena salud, en dormir sin miedo y despertar sin angustia.

16. Hay personas con las que ya no hablo pero les guardo un cariño especial, y cada vez que las veo pienso: "Ojalá le esté yendo bien en la vida".

17. "Y es difícil asumir que a veces lo que nos da miedo no es intentarlo, sino ser conscientes de que puede volver a salir mal."

18. "Bailar sin vergüenza. Reírse del que dirán. Comer con hambre, dormir con sueño y hacer el amor con ganas".

19. "Somos el blog en el que nuestros amigos leen. La magia cuando necesitan brillar. Y el hombro cuando necesitan llorar. Pero con nosotros mismos somos todas las personas que nos hacen daño, y nos autorecordamos nuestros defectos en lugar de tener siempre presentes las virtudes. Esas que le recordarías a tus amigos, si necesitaran un empujón".

20. Todas las cosas tienen su momento. Porque cuando el tiempo pasa, ya nada es igual.

21. "A veces no tienes ganas de nada. Y otros días tienes ganas de todo. Algunas mañanas quisieras que te comiera el mundo, y otras te lo comes tú. Bocado tras bocado. Acéptate con todos esos días buenos. Con toda la euforia y las ganas de vivir. Pero sobre todo no te olvides de ti en los malos. Porque al final, son esos los que te hacen ser mejor cada día".

22. Hay que saber clasificar lo que se guarda en la memoria de lo que se guarda en el corazón.

23. Si realmente nos diéramos cuenta que nuestra felicidad está en lo que sentimos, en lo que hacemos, a quien tenemos y no en nuestras posesiones materiales, veríamos la vida con muchos más colores

24. “He dejado de hacerme preguntas sobre algunas personas. Sus actitudes ya son respuestas".

25. Uno no cambia por nadie, uno mejora por quién se lo merece.

26. No estoy en mi mejor momento pero creo que las cosas buenas están por venir.

27. Aprendes por las malas que es un juego peligroso esconder el dolor detrás de un sonrisa.

28. "No se trata de ser bonita. La verdadera belleza viene de ser fuerte, honesta, independiente, inteligente, valiente, decidida, real y genuina, en un mundo lleno de personas falsas. Esa es la belleza que debe ser admirada".

29. Haz locuras. Vida sólo hay una.

30. La magia de conectar y la suerte de coincidir.

31. Vuela alto, supérate y brilla todo lo que puedas.