martes, 31 de diciembre de 2019

¡Feliz Año Nuevo!

Lo que me he podido reír con tu entrada. Es tan fantástica. Con cuatro palabras haces que se me salte el corazón y sonría. 

Te quiero, hasta la luna y de vuelta.

También quiero aprovechar para cerrar este día en el blog y este año, agradecer tanto en Facebook, como en Instagram, como aquí, a todos los que me leéis a diario. Tengo muchos comentarios que responder aún, pero será al año que viene. Gracias por leerme, gracias por escucharme, por opinar, gracias a los personajes como dice el Bollo que aquí aparecen por dejar historias tan bonitas como tristes durante este año.

El 2019, empezó muy mal, ha acabado más o menos, pero es un año en el que he aprendido muchísimas lecciones, donde he crecido y me he hecho fuerte a la fuerza, porque no quedaba otra (de ahí lo de WonderWoman), he pasado por momentos que no se los deseo a nadie. Pero me he dado cuenta que tengo a las mejores amigas del mundo. Y amigos. Que han estado ahí al pie del cañón siendo mi ejército de tierra, de mar y de aire. Gracias por tanto amor que he recibido, por haberme reconstruido un poco y haberme alumbrado mi camino.

Gracias a Belén, Silvia, Cris, Clara, Esther, Sonia, Sandra, la otra Sandra, Patri, Beatriz, Paula, Nines, Noelia, la otra Sonia, Eva, mi Rocío (que ya os contaré de ella), Laura B., etc, etc... A aquellas sobre todo, que no nos vemos a diario y que sé que ahí están... A mis chicos por supuesto... Mi bollo, que te amo, me tienes loca. A mi Peter Pan, que te adoro hasta no poder más. Dani, mi gran descubrimiento, Jesús, mi ingeniero... Gracias por entrar en mi vida y quedaros, por permanecer en silencio, con charlas, con broncas, con risas, con cervezas, Sonia y Clara, con sus cafés toreros (Larios rosa y sprite), gracias a tanta gente que he conocido nueva como ocurrió en el cumple de Sandra o en la fiesta con Sonia y que bueno, mucha gente que me ha encantado... A ellos también feliz año y felices fiestas.

Por seguir escribiendo historias. Mi historia. Y poderla compartir con vosotr@s 

¡Felices fiestas, soñadores!

Patri Izquierdo Díaz


Feliz año, WonderWoman

Yo también quiero participar en las últimas entradas del blog.

A ver si adivináis quién soy de los personajes que lleva saliendo años en estas entradas. Suelo llevar capa roja y os juro que no como bollos. Ahí lo lleváis.

Que sí, que ha sido un año difícil para mi Patri, un verano complicado. Y si miro más atrás, desde el 25 de diciembre del año pasado no levantas cabeza. Pero supongo que el 2020 te traerá todo lo bueno triplicado porque es lo que te mereces.

Creo que el acto caritativo que estás haciendo ahora (ya sabes a qué me refiero) suma muchos puntos en tu karma. Convalidas todas las cosas malas que has podido hacer. Aunque solo has puesto sentimiento y mucho amor en cada uno de tus pasos. Has amado a quien no debías como nadie lo hará. Y decidió perderte. Él sabrá. No tenía muchas luces que digamos, y si lo juntas con que es un hijo de puta que solo me quería por las motos y los coches a mí, imagínate lo que le importabas tú. 

Pero pasa de gilipollas y céntrate en ti. Solo en ti. Eres la mejor persona del mundo. Te admiro, eres una luchadora nata, aún no te he visto rendirte y muchas personas en tu lugar habrían abandonado. Me gusta pensar que es porque estás con personas que te queremos infinito. Que estaremos a tu lado por muchos dolores de cabezas que nos des. A mí me tienes loco, desde hace miles y miles de años. 

No me ha gustado un pelo que te lo llevaras a Porcelanosa, ya que estamos, te lo digo públicamente. Pero bueno, sé que no tengo derecho a decirte nada. Últimamente no he sido el que mejor se ha portado contigo. Y lo siento. Lo siento mucho, pero quizás nos hagamos tanto daño por querernos como fieras. Sin filtros, sin medidas, con mucha intensidad. Todo lo hacemos a lo grande, lo bueno y lo malo.

Quería felicitarte por aquí las fiestas porque te mereces que alguien te diga todas las palabras bonitas que tú inviertes en la gente. Necesitas que te digan que eres increíble como amiga, como hija, como persona y como pareja, me atrevería a decirte que también.

Por miles de años más a tu lado... Porque yo, me quedo. 

Te quiero hasta la Luna, y de vuelta, bollita mía.


Tatuaje

La mayoría de la gente se hacen tatuajes que les recuerdan momentos especiales que han vivido. O a personas que quieren llevar grabadas a fuego.

Lo bonito, que además admiro, es que cada persona les da su propio significado, los ven y saben exactamente por qué están ahí.

Tú no tienes un tatuaje en mi cuerpo porque, creéme,  ya es suficiente tatuaje, de los que no se ven, todo el daño que me hiciste.


Recordatorio

Pase lo que pase. Pasen las personas que pasen. Pasen días y también los malos.

Pase lo que pase. Te veas mejor o peor en el espejo. Las cosas salgan o no salgan.

Pase lo que pase, aunque la soledad apriete.

Pase lo que pase. Aunque algunas canciones recuerden a alguien que está en el cielo.

Pase lo que pase. Aunque te intenten tirar. Aunque no quieran que pases.

Nunca te olvides de ti.
De volver siempre a levantarte.



La luna

La luna me ha contado que ha decidido apagarse un rato cada noche, que tiene un interruptor secreto al lado de la almohada. Por eso cada vez que te cuento un cuento miramos por la ventana y la noche parece un poco más oscura.

Me ha pedido que cuando te duermas, y antes de darte el último beso del día, te cuente al oído que eres tú quien ilumina nuestras noches.

Que hasta la luna quiere bailar contigo cuando te pones revoltosa. Que cada vez que sonríes con tus pequeños dientes de ratita usa el otro interruptor y enciende miles de estrellas.


Domingo

La vorágine de toda la semana ha convertido los domingos en días especiales.

Hay gente que no los soporta porque les recuerdan ausencias, momentos oxidados y personas que ya no están.

Hay gente a las que le da ganas de olvidar la semana, de salir a pasear, a encontrar rincones bonitos. A pillar el coche y escapar de la ciudad por unas horas.

Hay gente que tiene tanta resaca que los pasa en la cama, con una seri de Netflix y algunos tros de pizza recalentada.

Hay gente que aprovecha cada segundo del domingo para poder ver a sus hijos, sacarles una sonrisa, de semana en semana.

Hay gente que los domingos recupera un poco más de sí mismo, esperando tener el valor de dar pasos antes de que se apague la luz por una semana más.

Hay gente a la que el domingo les parece un refugio.

¿Qué significa el domingo para ti?




Adiós DICIEMBRE

  1. La calidad está en todo lo que te haga sentir algo. La canción más sencilla puede hacerte sonreír. Una palabra, vibra.
  2. Personas que cuentan como la droga dura. Que no se van ni con tratamiento.
  3. A aprender a sentir el amor, nadie te puede enseñar. A aprender a cuidarlo sí. Pero pocas personas lo hacen.
  4. Hay animales con más corazón que algunas personas. Y eso da qué pensar.
  5. Hay personas que hacen que tu mente tiemble. Y esas son imposibles de olvidar. No las dejes escapar.
  6. Ojalá se un día de esos de mucho reloj, deseando que nunca llegue la hora de irse.
  7. Pasan cientos de personas por nuestra vida, pero muy pocas consiguen que con ellas seamos nosotros mismos todo el tiempo.
  8. Que al final te das cuenta de que nada es perfecto. Y precisamente ahí está la clave.
  9. Ese hueco que queda entre tu hombro y tu pecho es perfecto para morder despacito.
  10. Siempre nos enamoramos de los defectos más bonitos.
  11. Llorar hasta dormirse de cansancio no es solo cosa de niños.
  12. "Hay muchos peces en el mar": qué pereza.
  13. Igual simplemente ya no nos necesitamos tanto. Igual todo está muy acabado. Aunque juguemos a disimular; que sí, que todo va bien.
  14. Eres mi verano que cambió todo.
  15. El peligro de algunas canciones que suenen cuando llueve.
  16. No juzgues sin conocer la mochila que cada uno lleva a cuestas.
  17. La cerveza sabe mil veces mejor si tú estás a mi lado.
  18. Estar cerca antes de que pasen las cosas buenas es lo difícil.
  19. Todo se concentra en el silencio que se crea cuando estás dando un abrazo fuerte y apretado. De esos que tardan en acabar y que reconstruyen. Los que valoras el doble cuando faltan.
  20. Los pasos que no diste también duelen.
  21. Cerca o lejos. Pero en el momento de estar estamos los dos. Sin dudar. Sin esperar. Amistad de la que da igual el tiempo que transcurra.
  22. Me das una de cal y otra de arena. Me hablas y te silencias a partes iguales.
  23. De tanto esperar el momento perfecto para dar el cien por cien, se te olvidó vivir. Cion lo bonito que es ir viendo lo que pasa.
  24. La vida sigue, conocemos personas nuevas. Pero siempre hay una en la que pensamos en silencio y deseamos en bajito que sea feliz.
  25. Hay personas que siempre te miran por primera vez.
  26. Personas que tienen el don de darle sabor de TODO a cada NADA.
  27. Hace una noche perfecta para dormir en tus labios. Y que llueva en nuestra cama.
  28. Eres como la isla de un naufragio.
  29. El dolor se termina marchando, te lo aseguro. Te queda mucho por delante.
  30. Extrañar: Necesitar tu abrazo...
  31. Jamás serás magia. Nunca. Dejaste los trucos atrás para vivir en un mundo de verdades.

¡Cuéntamelo todo!

Así ha empezado la conversación con Cris, mi amiga desde los tres años, en un sitio que tenía guardado para llevarla. También se ha venido mi Dani.

- Venga, cuenta. Desde el principio - dice mirando la carta.

- Es ingeniero, más pequeño que yo, 25 años, bla, bla, bla...

- ¡Foto! - en ese momento he pensado...¡Oh, no! Ya viene la respuesta que todo el mundo dice.

- Toma su Instagram... Saciáte - lo coge, y me mira...

- Tía se parece a...

- ¡No! No se parece...

- ¡Ah! ¿Qué no soy la única que te lo ha dicho?

- No se parece - me niego en rotundo.

- Dios, me encantaría escribirle y decirle, tienes un gemelo.

- Déjate... Deberías borrar su número como he hecho yo - contesto sorprendida porque aún conserve su móvil.

- Déjame ver más.

- ¡No! - le quito mi móvil.

- No me quites el móvil, idiota. Es el puto motero. Mira sus ojos.

El pobre Dani no opinaba y en silencio nos miraba como a dos locas.

- ¿No te ha enseñado fotos de Samu? ¡Dios! Es igual. Mira los ojos, la cara, la barba, el color de la piel...

- ¿El color de la piel? - me río, no puedo evitarlo. Y miro a Dani que come palomitas como si estuviera ante un show - Dame el móvil ya.

- Tienes un problema muy serio... ¿Has hecho un puñetero casting?

- Hablas como Clara.

- Clara tiene toda la razón del mundo, y siempre estoy de acuerdo con ella - me contesta muy orgullosa.

- Cris, no se parece a Samu... Un poco... Los ojos son azules, sí, y ya.

- ¿Tiene moto?

- No.

- ¿Y tatuajes?

- No - respondo resoplando.

- Dale tiempo... Tú a éste le conviertes en motero macarra... Por cierto, le veo todos los días.

- Estupendo... Ahora es el tema central de la tarde.

- El tema central de la tarde es que no te vuelvas a juntar con  un hijo de puta. ¿Sabes, Dani? Lo tenía todo, sobre todo, era amable. Muy amable. - decía Cris mientras yo miraba la carta y el martillo de Thor - Si una quería ir a la nieve, la llevaba, si otra necesitaba que le arreglara la tele, lo hacía, si Patri quería un té, él estaba allí... Y porque no había más. Era todo amabilidad... Con todas, con tantas... Que Patri es gilipollas de seguir enamorada de él. ¿Te ha contado que pasó de ella en el momento que más tenía que estar? Ahí se le pasó el ser amable... ¡Fíjate! Cosas que pasan... ¿Qué pedimos?

- Voy al baño, que te den... - la dije levantándome.

- Tienes un imán para imbéciles - me dice Dani.

- No, es que los buscas iguales... - responde Cris.

Entro en el baño y me miro. No se parecen tanto... Respira, solamente te están vacilando. Duele hablar de él. Me ahoga pensar en él. Y las noches tampoco mejoran nada... Pero sonrío, y me hago fotos... Y me callo, hasta que llego a casa y escribo... Escribo que le echo de menos, y me siento peor por faltar al respeto a alguien más. Pero no puedo evitarlo, y doy mil gracias que mi compañera Paula borrara su número... Porque estoy segura de que la hubiera cagado en varias ocasiones este mes. Si él no quiere saber de mí, tengo que respetarlo. Dejarle ir. Y no sé cómo hacerlo...

Patri Izquierdo Díaz


De madrugada

Llegar de estar en Porcelanosa con el ingeniero a las 2.30 de la mañana no ayudó nada a lo que me encontré en casa. Una casa en la que tengo que vivir por dictamen de un juez. 

De esto nunca he hablado. Pero estoy cada vez más cansada de salir huyendo de casa en plena noche para resguardarme en mi piso de San Nicasio (te debo la vida, literalmente, Peter Pan). Hay días que no puedes más, que las palabras se te cuelan en el corazón y lo hacen estallar en mil pedazos. Doliendo, quemando, abrasando, derritiendo lo poco que te queda de él... Y lloras. Y la bofetada es aún más grande. Te hace llorar aún más de humillación, de impotencia... Y la vida no vale nada. De nuevo, nada tiene sentido. Y rezas porque esto acabe ya. Rezas porque todo esto termine.

Y gritas, y lloras... Y echas de menos al motero. Pero no está. Y sabes a quien acudir, al que cada día te demuestra más que amor. Más cariño del que nadie podrá recibir más. Y la imagen que tenías en la mente, se borra, se va como se fue él. Y aparece el de siempre: Superman.

- Hacía mucho... - me dice al recogerme en el portal.

No dije más. Me abracé a él como una niña pequeña. Me acunó, me peinó, me limpió el rimel corrido. Y me besó en la frente.

Esto no se lo he contado a nadie. Estoy casada de vivir esto día tras día, pero ayer... No pude más. Y mi sonrisa se apagó. 

- Vámonos - me susurró.

- No... - me negué - No tengo nada.

- No te hace falta nada. Déjame curarte - me dijo seriamente - Son casi las tres de la mañana.

- No puedo hacer más de lo que he hecho.

- Lo sé - respondió recostando su frente con la mía - Yo tampoco sé qué más podemos hacer, pero no puedo soportar más verte así.

Fue a besarme en el portal.

- No - dije rotundamente - No soy el motero. No hago esto.

Él suspiró. 

- Perdóname - yo asentí. Le miré a los ojos y sentí que me saltaba el corazón. Protegida, querida, salvada, y en paz. Me da paz y eso es lo más cerca de la felicidad que puedo estar.

- No sé ya como agradecerte esto... Perdóname tú a mi.

- Shhh... ¿El ingeniero sabe todo esto? - me preguntó.

- Algo, pero no todo. No quiero que se vuelvan a ir... - Él asintió. Sabía que no opinaba como yo, pero me respetaba. 

Respetaba el silencio por miedo a perder. El silencio que a día de hoy incluye a mis amigas. Sonrío, subo fotos mostrando lo bien que estoy... Pero mi vida no cambia... Y ya sí que no sé hasta cuando podré aguantar.

Patri Izquierdo Díaz


Te he robado el sitio

Mi querido Superman...

Te he robado el sitio el domingo de madrugada, lo siento. Me he llevado al ingeniero de excursión nocturna y bueno, de repente me han venido muchos recuerdos. No debí elegir ese sitio, bueno, me hizo gracia acabar allí... Y más como terminó la noche...

Antes de que acabe el año, quiero darte las gracias por haber entrado en mi vida hace tantísimos años y haberte quedado, en las buenas en las malas, en las regulares. Te quiero, y te querré hasta el día que me muera. Tenemos historia, eso lo saben todos, pero sin escribir aún. Nos quedan muchas oportunidades, o no. ¿Quién sabe? ¿Quién escribe el futuro? Yo no. Yo solo te escribo a ti cada día, porque hecho de menos correr a tu lado, vivir al límite... Echo de menos la vida que me dabas. Siempre me quedo con ganas de más, de seguir escribiendo más capítulos de esta historia sin final.

Voy a estar aquí pase lo que pase, a tu lado. Me quedo. Siempre, hasta el final, porque eres más que mi amigo, más que mi familia, eres más... No sabría definirlo ni con todas las palabras del diccionario. Es algo nuestro, que solo entendemos los dos. Que solo sentimos al estar juntos, que solo expresamos al mirarnos. 

Quiero agradecerte lo de ayer por la noche. Una noche más. Gracias por cuidarme como nadie ha sabido, por mimarme, por ser barco en medio de la marea, por ser pañuelo para mis lágrimas, por ser la causa de mis risas, por invitarme a la locura y contribuir a ella. Por ser mi manicomio. Porque pase lo que pase, no cambie esto tan bonito que tenemos, tan extremo, tan maravilloso. Por un año más a tu lado. Te quiero infinito, bollo.

Patri Izquierdo Díaz


sábado, 28 de diciembre de 2019

Tengo de esas ilusiones que un día me prometí que no me volvería a hacer.


Cuando era pequeña hacías reír hasta a las hormigas. Paraban por un momento su abastecimiento para el invierno y se reían contigo.

Cuando cantabas, todo el mundo miraba, podías trasladar sentimientos.

Siempre decías que no pararías nunca de cantar.

Tu curiosidad no tenía límites ni te parecía importante que te los pusieran. Tú siempre querías descubrir, conocer y saber.

Tenías tantas ganas que se olvidaba la palabra NO. Todo era un sí complaciente.

Empezaste jugando, pensando que podías controlarlo todo. Que por una vez no pasaba nada.

Empezaste a fiarte, a depender y no encontrar el final.

Y ya no te dejabas ayudar, ni aconsejar. Ya no sé si no eras capaz o era la vergüenza la que te detenía.

Ahí seguía tu sonrisa pese a todo hasta el final. Aunque muchas veces ya no supieras ni dónde estabas.

Cuando dijiste "Sí" ya era demasiado tarde.

Ahora somos los demás los que gritamos "No".

Y aquí se queda tu historia.


Un día te das cuenta de que todo lo que sufriste anteriormente es recompensado con cosas buenas.


Vigo

Siempre dicen por ahí fuera que aquí siempre está lloviendo y hace frío; se piensan que esto es un poquito más arriba; se fían de lo que dice el telediario poniendo todo en conjunto.

Será que no conocen tu magia; de que todo el que viene siempre quiere volver y elq ue se va, siempre termina volviendo, tarde o temprano.

Quizá no exista otro lugar mejor para vivir.

Será que no conocen tu mar, tus vistas, tus edificios desordenados, tus gentes, tus cuestas que ahorran gimnasios. Que aquí hay de todo sin aglomeración.

Será que no saben que aquí está la mejor playa del mundo. Que Dinosteo siempre tiene en el pensamiento a dinosetiño. Que cada una de sus 1775 calles tiene algo especial para contar.

Yo te invito a conocerlo. Verás su luz todo el año.


Cuando la vida te regale personas extraordinarias, no te extrañes... Tal vez te las mereces.

Pido perdón por esta entrada de antemano... Pero es mi blog. "Escribir me permite soportar ciertas cosas". Voy a transcribir una conversación que tuve ayer con mi amiga Clara. Omitiré cualquier tipo de opinión y comentarios más allá de lo que pasó.

- Bueno, me vas a enseñar ya al ingeniero. Que no me has pasado una foto porque no me iba a gustar, venga Patri, no te hagas de rogar.

Busqué su Instagram, no quería enseñárselo porque Clara ve más allá de lo que yo expreso.

- Es más guapo en persona - dije pasándole mi móvil.

- ¡Joder! Vaya clon del motero. Una puta fotocopia de Samu - dice ampliando las fotos - Es guapo.

Seguimos andando dirección a la Plaza Mayor de Madrid. Me mira, y parece que va a decir algo. Se calla, pero me vuelve a mirar.

- ¡Por Dios, Clara! ¿Qué? - no puedo con la incertidumbre.

- Es como Samu.

- No, no lo es. Aunque podría ser millonaria si me hubieran dado un euro por cada vez que me lo han dicho... Estaría viviendo en La Moraleja.

- Patri... ¿estás con él porque se parece al motero? ¿Por qué es lo único que te queda de Samu? ¿Estás viviendo en el pasado? ¡No me jodas, eh!

- No... - contesté.

- ¿No? Pues me parece que sí - suspira - Patri, no lo has superado.

- Sí, Clara, sí. Es pasado - contesto girándome ante el sonido de una moto.

- Ya lo veo, sí - se me queda mirando - Te alteras al ver motos. Te he estado observando. Estás inquieta mirando por cada esquina. Te asusta encontrártele. 

- No me lo voy a encontrar.

- Mejor. ¿Estás enamorada? ¿Aún?

- No... 

- ¿Tengo que venir yo haciendo 600 kilómetros para abrir esa máquina hermética que tienes por corazón?

- No... Tía, estoy bien.

- Estás cojonuda. Yo pensaba que lo llevabas muy bien. Te vi subir fotos con ese Dani, que nunca has subido fotos con nadie, ni con el Bollo, y pensé, oh dios, vuelve a ser ella. Su versión mejorada. Y te encuentro aquí, así... Aún llorando por el motero.

- Que no...

- Que sí... ¿Estás enamorada de Samu?

- Daría lo que fuera por volver al viaje de Lisboa, o al cumple de Belén, renunciaría a mi trabajo por volver a esos meses, Clara. Le echo de menos, pues claro. Pero, estoy intentando conocer a gente nueva, estoy con este chico no porque se parezca a Samu, estoy porque me parece buena persona e interesante...

- ¿Buena persona? ¿Interesante?... Vale, Patri. En serio, ¿renunciarías a tu trabajo por un día con él? Por una persona que no ha querido saber nada más de ti. Después de como lo has pasado este verano, después de todo. No te entiendo, Patri. Es un hijo de la gran puta. Y sigues enamorada de él, ¡no lo entiendo!

- Me enamoré un día 10 de enero... Ahora lo sé.

- Pues para ti lo llevas... Porque no va a volver. Y no me gustaría que lo hiciera. Creo que lo que mejor ha hecho, es desaparecer - miró a su alrededor - Y tú deberías organizar tus sentimientos, porque ahora mismo te estás haciendo un Samu en toda regla. Y vas a hacer daño, tanto o más, como hacía él, porque encima tú te estás involucrando mucho... Te estás esforzando mucho. Y vas a volver a salir mal parada. 

- Este chico es distinto. No es él.

- Pero tiene su cara.

- No sé. Encima no puedo escribir nada en el blog, porque se me vuelve en contra.

- Es un arma de doble filo.

- Yo necesito escribirlo, reorganizar ideas... Hablar de mis pesadillas con el motero, que aún siguen... Donde siempre es lo mismo, la última, en el apartamento de Lisboa, voy a abrazarle, a tocarle, y se va... Tía, siempre se va.

- Es lo que hizo, se fue siendo un cobarde. Le tenía que haber quemado la moto el Bollo. Solo se merece cosas malas, pero ya no te incumbe. No te incumbe, ¿queda claro? - se sienta en las escaleras del restaurante - ¿Y con el Bollo? ¿Has terminado la historia?

- La terminó él... Pero hemos vuelto a lo que éramos. Somos expertos en darnos tiempos y volver. Éste no me abandona nunca.

- Ni tú a él.

- No... Es mi superman.

- Que dejado está. Con lo bueno que estaba.

- ¡Es mi bollo! Le quiero, Clara, lo que no está escrito...

- Y él a ti. No sé cómo es que no salís adelante.

- Somos unos cobardes. Los dos. Hemos optado por el camino fácil, por el que vamos desde hace tantos años.

- Una pena...

- ¿Y Dani? Yo me lo tiraba.

- ¡Clara! Estoy con el ingeniero... Vamos a darnos tiempo, estoy conociéndole. De uno en uno.

- A mi me gusta Dani.

- Y a mi me gustas tú. Vamos a comer, anda.

Patri Izquierdo Díaz


Ya es bonito que algunas personas hagan regalos en forma de libros. Pues imagínate que el receptor lo está deseando también.


Vamos a juntar todas esas veces que no lo hemos intentado por miedo. Las tuyas y las mías. Y ya verás que, esta vez, irá bien.


Rescate

Ya sabes de sobra que soy un náufrago hipocondríaco. Me ahogo muchas veces en la primera dificultad. Nado regular y muchas veces me cuesta salir a flote. 

Estaba allí, tumbado en la arena de mi isla desierta. No me atrevía a salir. La alta mar me daba mucho miedo. Y me cuesta bracear cuando el agua cubre demasiado.

Pero tú me abrazaste, fuiste aire cuando ya no podía más. Y atravesamos tormentas, esquivamos piratas, nos mojamos con la lluvia, fuiste mis manguitos, mi cascada, mis chapuzones.

Y ahora aquí estamos en tierra firme.

Nada más pisarla y dejar nuestras huellas para siempre, como Neil Armstrong, te dije: "Quédate".

No dijiste nada, agarraste mi mano y ahí seguimos surcando mares.


Primer beso

Aún recuerdo nuestro primer beso. Y creo que no lo olvidaré jamás. Cuando te miro a los ojos aun lo siento en la punta de la lengua, aunque el tiempo vaya pasando para todos.

Las rutinas intentan ganarnos, pero nunca pueden.

El mundo dice que el amor dura solo un tiempo. Debemos de ser la excepción.

Eres mi hombro cuando las cosas que se ponen feas, cuando toca llorar o las cosas no salen como quería.

Eres mi baile cuando suena música. Eres la sonrisa de todas las cosas buenas que me pasan cuando sale por tu boca ese "Te lo mereces". La misma boca que me besaba aquella primera noche.

Somos una pulsera que nunca se rompe, que une todavía más, aunque algunas veces por tontos toquen discusiones. 

Y quiero que tarde mucho nuestro último beso. Quizá cuando la vida se acabe.

Lo único que sé seguro es que seguirá sabiendo a nuestro primer beso.

Te quiero, porque todos tus besos saben a primera vez.


Distancia

No lo llamen imposible si lo que te falta son ganas. Sin esfuerzo nada es posible, no te jode.

Si quieres algo fácil seguro que lo tienes al lado de casa. Pero la felicidad algunas veces no es sencilla, no puede estar todos los días. Se escapa por kilómetros.

No me pongas excusas, que el amor no tiene ninguna. Los idiomas tienen que ser los mismos y no hablo de lenguajes.

Que el olor a perfume nunca se marcha, se queda siempre en cama, aunque cambies las sábanas.

Que lo dejo, depende de las medidas que le pongas. Que ya lo dije una vez...

Que hay tristezas de sofá a sofá. Que hay sonrisas que recorren ciudades y países y siguen saliendo.

Pregúntale al corazón, ahí se esconden las respuestas.


jueves, 26 de diciembre de 2019

No me advirtieron

"Recomendable que no fumes, que solo quita salud y dinero"

Las autoridades sanitarias no me advirtieron de que serías tan perjudicial para mi salud.

No había ninguna foto de las repercusiones en tus ojos, que miraban como si nos fuéramos a cuidar siempre.

Las autoridades sanitarias no me avisaron de que me enamorara con moderación, no me dijeron que provocabas una gran adicción poco a poco.

No había mensajes de dolor en tus manos cuando acariciaban las mías hasta perder el control.

No sabía que al marcharte dejarías ausencias en mis sueños. Que tengo que dar muchas vueltas en la cama hasta que los párpados se rinden. Pensando en cosas sin sentido para despejarme.

No sabía que no sería bueno para mí enamorarme de ti. Sigo odiando el maldito tabaco.