Amar es algo más que decir te amo. Mucho más que expresarlo con millones de palabras. Amar de verdad, viene más del hecho y los hechos, que gritarlo a los cuatro vientos.
Amar de verdad, es saber que el tiempo no cambia. Si estás enamorado. Seguirán estando las mismas veinticuatro horas, los mismos sesenta minutos de una hora y los mismos miles de segundo de un día. Pero la diferencia recae, sí, en ella. Porque estando la persona que amamos en nuestra vida. El tiempo es tan relativo, que nos olvidamos de seguir sus manecillas.
Amar a alguien de verdad, es dar todo lo bueno de ti, pero mostrar también lo malo. Es ser sincero. Es decirle: ¡Mira, este soy yo! Soy lo blanco y lo gris. Tengo un montón de aciertos, pero te mentiría si digo que no tengo defectos. Pero quiero ser mejor persona, tú y mi mejor persona. ¡Y, mejorar de verdad!
Amar a alguien de verdad, es dejar volar en lugar de darle alas. Es ser feliz mirándola ser libre. Verla y aceptarla como un ser completamente independiente. Pero también aceptar el compromiso de que ser independiente permita la acompañes en su vuelo.
Amar a alguien de verdad, vas más allá del corazón y del cuerpo. Es más, del respeto a ti mismo, y a ella. Es más, de la confianza a tu pareja y al amor de tenerla a lado tuyo. Amar es ser fiel a tus propios sentimientos, para después serle fiel a los de ella.
Amar a alguien de verdad, es dejarla ser poesía en lugar de escribirle poemas. Es vaciarse por completo y volver a llenarse. Es mirarla a los ojos y veas que el mundo aun no es tan terrible. Es besar sus labios para retomar las fuerzas. Amar es dejar que el corazón calle por un momento y dejar que hable el alma.
Amar a alguien de verdad, es descubrir que Dios a veces tiene labios y nombre de mujer. Que no hay religión más bonita para hallar la paz, que los brazos abiertos con amor.
Amar a alguien de verdad, es estar en las buenas y las malas. No es ser paños de lágrimas. Es ser quien aliente para salir adelante.
Amar a alguien de verdad, es olvidarse de los títulos, de la sortija de compromiso, del acepto y del, para toda la vida. Amar es aceptar con gusto a esa persona el tiempo que sea necesario para ambos, saber sujetar cuando se tropieza. Pero también saber soltar, cuando necesita de marcharse.
Amar a alguien de verdad, es perdonar y perdonarse. Entenderla y entenderte. “SER” el amigo cuando ella necesite de un amigo, ser el novio cuando ella necesite de alguien mirándola con ojos de amor, ser besos y caricias para las necesidades de su piel. Ser todo en uno. Ser miles de cosas, y esos miles, sean solo para ella.
“…Amar a alguien de verdad, es encontrar la magia en un mundo donde ya casi nadie cree en ella”.
Inefable