sábado, 3 de diciembre de 2022

Día 5

 ¿Día cinco? Empiezan a ser todos los días iguales, todas las horas parecidas. No sabemos si hace frío o calor.

De momento solo podemos decir que las buenas noticias aparecen para darnos un poco de luz al final de este túnel que estamos atravesando. ¡Nos quitan el oxígeno! Helena, tendrás que hacer un gran esfuerzo estás 24 horas. Demostrar que puedes salir adelante, sola, con la compañía de papá y mamá.

Estás siendo el juguete de la planta, la más pequeña de todos. Las enfermeras te traen y te llevan, se empeñan en sacarte los gases y llevarte de paseo. ¡Has caído en gracia! Todo el mundo repara en estos cuatro kilos de amor, en tus mofletes, en lo preciosa que eres (y no es amor de madre). El pediatra se asombra de tu evolución, de cómo entraste y cómo te estás recuperando. Todo el mundo duda de tus quince días de vida por cómo te mueves, lo grande que estás, como comes... ¡Qué voy a decir yo, si se me cae la baba!

Hemos tenido suerte... Mucha suerte y aún no puedo decirlo muy alto. Se me rompe el alma al escuchar a los médicos decir que no saben qué hacer con los niños de habitaciones contiguas. O algún niño que ha tenido que ser llevado a la uci o entubado. Aquí dentro te haces humano a la fuerza, te haces más madre. Te tocan el corazón todos los que aquí están, no solo la tuya. Y los médicos insisten de que el pico alto de ingresos es el puente que viene... Miedo me da, me tiemblan las piernas porque no deseo a nadie lo que estamos pasando. 

Los niños son lo mejor del mundo, lo digo como profesora, como persona y como madre. Aquí solo puedes darte cuenta de las realidades que existen mientras todos vivimos felizmente nuestra vida.




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