lunes, 11 de septiembre de 2023

2 + 1

 Hoy es un día importante, 2 + 1. Dos años de nuestra boda y tres desde ese primer beso en nuestra cita.

Quiero compartir algo que leí hace poco y me hizo reflexionar.

No es cierto que cada día quieras más a alguien. Hay días de todos los tipos. Hay días que sí, que le amas más intensamente que el anterior, pero luego, hay otros que parece que te alejas. Y luego vienen los días en los que el amor se mantiene estable. Y así, sucesivamente.

Lo que he aprendido estos años con Javi, es a no temerle a la inestabilidad del amor, a la rutina, al sentimiento de rechazo o de frialdad que puede aparecer en algunas épocas.

A enfrentarlos como el piloto que se encuentra una nube y sabe que debe atravesarla porque, una vez lo consiga, las turbulencias cesarán. 

A saber que, cuando se cultiva el amor día a día con pequeños y casi imperceptibles actos, al llegar a los tornados emocionales, se convierten en el suelo firme al que agarrarte con fuerza y seguridad.

A entender que puedes vivir una vida maravillosa con tu pareja pero que, sin tener con quién celebrarla, no es tan bonita y de tantos colores.

Y a que las personas NO son perfectas, por tanto, el amor tampoco lo será, pero la bondad y la voluntad de cambio, de mejora, de progreso y de cuidado son sumamente importantes.

Gracias mi chico, por estos tres años de amor incondicional y por el mayor regalo que me has hecho... Helena.

Eres el amor de todas mis vidas.



domingo, 3 de septiembre de 2023

Equipo

 Llevo mucho tiempo queriendo escribir esto. Lo he pensado cada noche y cada mañana, pero tengo muy pocas oportunidades de sentarme frente al ordenador a escribir. ¡Fijaros! Otra cosa más a las que he tenido que renunciar por falta de tiempo a solas.

Quería escribir a Javi, mi marido. Por una sencilla razón. Últimamente, la vida nos tiene al límite: temas laborales, familiares, económicos, etc., etc.,... Estamos los dos a un tris de saltar con la vida. Pero, ¿con quién saltas en realidad? ¡Pues con el otro! A mi juicio, y es mi opinión. Nos falta tiempo a solas. Como cuando vivíamos en Valdemoro. Saber utilizar cada momento y aprovecharlo. Salir de las familias, de las visitas, salir... Salir a pasear, juntos, con nuestra propia familia. Ver películas para nosotros, series. No... individualizarnos. 

Hemos llegado a tener cada uno su horario. Él ver sus cosas en la tele y yo irme con los niños a la cama. ¡Hasta la perra, últimamente, va por libre! Esa "independencia" por un lado me gusta. Podemos vivir separados, pero... es necesario que ambos queramos seguir viviendo juntos, sin llegar a ser compañeros de pisos, porque... vivir con alguien es eso, compartir un techo, unos gastos. Pero no es un matrimonio. 

El matrimonio, con hijos, y con hijos pequeños, se sustenta por tener momentos de calidad. Y no hablo de sexo. Hablo de películas por la noche del gusto de los dos, o de cada día uno. Ver cosas que nos hagan reír, un abrazo, un beso, un masaje, una conversación donde no te sientas juzgado. Trabajar la confianza que creció en el principio y que debe mantenerse.

El matrimonio es duro, cuando las obligaciones te comen y hay un momento en que no sabes gestionarlas, o simplemente tienes un bajón por el peso que sostenemos a nuestras espaldas. Ese peso tiene que ser compartido, escuchado y hablado. Javi, somos un equipo, quiero seguir siéndolo, por lo que hemos formado, por lo que estamos formando y por todo lo que nos queda. Y sobre todo por mí. Porque te quiero en mi vida sin necesitarte en absoluto. No quiero ser compañeros de pisos, ni sólo compartir las penas y obligaciones de un hogar. Quiero más, porque yo no sé conformarme. Porque soy un culo inquieto y lo de quedarme sentada no va conmigo. Quiero una vida en la que en el último día de nuestras vidas, podamos decir que valió la pena hasta los momentos más aburridos.

Y todo eso se consigue siendo un equipo, donde cada uno pone lo mejor de sí, lo que le falta al otro. Siendo la fuerza y las ganas que a veces perdemos. Siendo la gasolina el uno del otro. Siendo el corazón (los dos) que mueva a esta familia.



sábado, 2 de septiembre de 2023

El malo de la historia

 No me importa ser la mala de todas las historias contadas. Si alguien me pidiera algún día, alguna explicación, se las daría sin problema, no por excusarme, porque no tengo que excusarme ante nadie, simplemente porque no tengo nada que ocultar o simplemente no tengo culpabilidad por mi opinión.

Siempre hay gente que tiende a pensar que todo lo que hacemos, tiene un doble sentido. Se cree el ladrón... Pero en mi caso no es así. Hago las cosas o tomo las decisiones que a mí me apetecen, valoradas y estudiadas antes.

He retomado el deporte, y me lo he propuesto practicar cada tarde. Me viene bien, me hace feliz, me ayuda a evadirme. Y porque me gusta. Punto. Lo he retomado estas tardes que Javi estaba en el trabajo, y soy feliz, solo con cuatro días, me siento mejor, me veo mejor y quiero más. Vuelvo a sentir la necesidad que tengo por él. Con gente en casa, es obvio que no se puede. Con visitas que van y vienen, entorpecen mi objetivo que quiero cumplir. ¿Es egoísta? No, es querer vivir a mi manera, sin tener que depender de nadie. 

Cuando me independicé, pensé que sería así. Que nadie me contaría las horas ni los minutos de mi tiempo libre. Que nadie opinaría sobre lo que hago o dejo de hacer. Que nadie se metería en mi vida si me ducho una o dos o tres veces. 

La rutina ya es bastante esclava que te sujeta a horarios, y más cuando eres madre. Me molestan las piedras en el camino demás, porque ya tengo bastantes. Me molesta perder lo poquito que me queda de libertad, de momento personal. Los pequeños momentos que tengo para echarme una siesta, no sé, mis momentos tan valiosos ahora que todo mi tiempo es para mi bebé.

A veces, no suficiente poner el modo avión solamente en el móvil. A veces, es necesario pasar unos días en modo avión, y si alguien se molesta porque se lo toma personal, es su problema. No te sientas culpable por hacerte feliz a ti. También te lo mereces.