Dicen que la mejor forma de curar las penas y las tristezas, es irse a tomarse unas cervezas al bar de la esquina, en muy buena compañía de tus mejores amigos o amigas, reír a carcajadas hasta que nos duela la barriga. Dejar de analizar el pasado, dejar de planear el futuro, dejar de intentar definir como nos sentimos, dejar de decir exactamente qué es lo que queremos y solo dejar que pase lo que tenga que pasar.
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