domingo, 21 de marzo de 2021

MAYO

 1. Soy un manojo enorme de defectos dentro de un corazón limpio.

2. Me gusta la gente que disfruta mucho más ilusionada cuando regala algo que cuando lo recibe.

3. Algunas veces parece que no merece la pena el mundo. Pero tú sonríes y todo gira rápido de nuevo.

4. Nadie podría romperle el corazón. ¡Como si no fuera pedazos ya!

5. Si hubiera salido de tu boca un "me acuerdo de ti", cómo serían ahora las cosas...

6. Contigo la cama no tiene lados.

7. Siete años de buena suerte le diste al gato cuando se cruzó contigo.

8. Al final me di cuenta de que no eras tan fría como parecías, solo un poco seca con quien no sabe hacer que se te iluminen los ojos.

9. Todos tenemos una carta que nunca romperemos, una pulsera que significa más que moda, una camiseta que huele a recuerdos y una persona en forma de secreto.

10. Siempre recordaremos esa historia de cuatro días y tres noches que nos hizo sentir más cosas que otras muchas que duraron varios meses.

11. Por mucho que cambie de libros, sigues en todas las historias de mi cabeza.

12. Deberíamos aprender a no sufrir por adelantado. A disfrutar el presente.

13. Contigo me pasa eso de que, aunque no estemos haciendo nada, incluso así, tengo la sensación de que no querría estar en ningún otro sitio.

14. Y no sé, conseguiste que dejara de verme reflejado en los espejos de cada coche de la ciudad, para hacerlo en tus ojos. Y es bonito.

15. Me gustas más que despertarme de madrugada y ver que todavía faltan cuatro horas para levantarme.

16. Había estado en tantas casas... y de repente un día me sonreíste y te convertiste en hogar.

17. Tu boca ojalá sea sin billete de vuelta.

18. La ilusión de planear. De preparar. De viajar. De pensar lugares y cosas que hacer. Con alguien que te da ganas de eso y de más...

19. Querer es encontrar sinceridad en unos ojos dentro de este mundo de mentiras.

20. El detalle de encontrar unos segundo sueltos para que te acuerdes de mí.

21. Al final te da igual tomar un cola cao calentito o una copa bien cargada. Lo único que importa es que la persona sea compañía y lugar.

22. Cerca o lejos. Pero en el momento de estar, estamos los dos. Sin dudar y sin esperas. Amistad de la que da igual el tiempo que pase.

23. Un día te das cuenta de que todo lo que sufriste anteriormente es recompensado con cosas buenas.

24. Viene el invierno, pero contigo es otra cosa.

25. Mi propio París es cuando me miras y sonríes. Subamos a la torre.

26. Es simple. Haz siempre lo que te dé la gana. Pero si prometes fallar, no lo hagas. Si no eres capaz, sigue a tu bola y respeta.

27.  Es mejor domingo si estás sonriendo cerca.

28. Hay domingos para dejarse de pensar en todo lo que preocupa y empezar a mirarte.

29. Te veo muy guapa ahí apoyada. Ahí, en la línea que separa lo cómodo de lo que te emociona de verdad.

30. Algunas veces me pregunto cómo sería la vida conociendo a alguien en una fecha distinta. Piénsalo.

31. La humildad te lleva a lugares donde la arrogancia jamás podrá.



Salvavidas

 Hay personas que te usan de salvavidas, que se aferran a ti hasta que llega un barco más bonito.



Sensaciones

 Mi canción favorita es oírte cuando caminas descalza hasta mi cama.

Mi color favorito es el del brillo de tus ojos cuando te corres desencajada.

Mi película favorita es verte mover las caderas como si fueran fotogramas.

Y si tuvieras que elegir una ciudad, no lo dudes: elegiría tu espalda.




Podría mentirte

 Podría mentirte y decirte que solo tengo una razón para quedarme toda la vida mirando tus dos ojos. Tres cervezas son pocas si pasan por tus labios. Y cada cuatro estaciones te seguiré diciendo que te quiero. Cinco (diez) nuestros dedos si se juntan. Seis paradas de autobús si hace falta, siete días a la semana. Hasta las ocho de la mañana riéndonos en la cama. Es la nueve tu canción favorita, dejas siempre que se repita. Y si a algo le daría un diez es a tu sonrisa cuando se acerca.



Ahora nunca se llaman

 Todas las noches se arrepienten. Tenía todo lo que quería y lo dejó marchar. Bueno, más bien le invitó a que lo hiciera. Y cuando quiso volver una vez, allí ya no estaba. No habrá noche en la que no piense que ojalá al levantarse todo pudiera volver a ser como antes. Cómo fue tan idiota, no saber valorar tantas veces tantos detalles. Incluso extraña aquellos defectos. Odia pensar en aquellas tardes en las que ponía excusas para no quedar. Aquellas noches en soledad en las que lo echaba de menos. Quizá verlo tan seguro todo y que todo fuera perdonable, aunque hiciera daño.

Y ahora, todavía tan cerca y a la vez tan lejos, observa cómo su otra mitad rehace si vida poco a poco. Sin echar la vista atrás, aunque duela. Hay cosas imperdonables. Y hay veces que el daño llegó a cantidades que no se pueden permitir. Que quizá se la pudo jugar una vez, pero por dos ya no pasa.

Y seguirán pasando los años, las canciones, las arrugas y todavía muchos recordarán que una vez fueron un viaje para dos. Y ahora nunca se llaman...



Ya estás aquí

 Ya estás aquí. Mientras escribo estas líneas, miras fijamente un nuevo peluche al que parece que le hablas. De vez en cuando, le cuentas algo en tu nuevo idioma que todavía no entiende nadie. Balbuceas, parece que mañana vas a decir "papá".

Estás preciosa. Con tus mofletes, tus ojos de mamá y tu melena que llama la atención allá por donde pasas. Que rápido ha pasado el tiempo en estos cuatro meses. Al principio, te portabas un poco mal, no te voy a engañar. Pero cada vez te veo más larga, más sonriente, más feliz.

Has llegado a nuestra vida para hacernos sonreír cada noche al acostarnos, aunque estemos llenos de sueño. Pronto tendrás tu cuento.



sábado, 20 de marzo de 2021

Y nunca escampa

 Casi nunca deja que la vean llorar, pero, si te fijas un poco, te das cuenta de que calla más de cien veces al día. Tarda un poco más en reaccionar por las mañanas. Mejor dejarla un poco a su aire hasta que abra los ojos del todo.

Incluso así, está preciosa recién levantada, con ese pelo para cualquier lado y sin una pizca de maquillaje. Y si se hace una coleta alta, ni te imaginas. Descalza por la cocina y las uñas de los pies pintadas de todo. Es como una tormenta en pleno verano. No sabes nunca cuándo va a aparecer. Y si lo sabes, es muy sigilosa. Y de repente, se cuela en tu vida y nunca escampa.

Cuando hace la maleta, deja fuera los sentimientos y mete muchas camisetas de colores. Perfecta no es, pero destila encanto a cada paso que da por las calles del dentro.

Pero, al final, es de cosas simples y bonitas. Nada le gustaría más que quedarse dormida mientras le tocan el pelo. Sin series antes, sin lujas nunca. Una mano suave y larga que busca siempre dar placer.



La impotencia

 La impotencia que dan las personas a las que les da igual lo que les digas. Porque les da todo exactamente igual.

Como si viviera en una gran nevera (de una casa abandonada).

Que te hacen sentir tan mal que te terminas marchando.

(Aunque sea para beber algo de tiempo).



Aprender

 Estoy aprendiendo a lidiar con mis miedos. Los quiero alejar todos, aunque sea poco. Esa inseguridad tan característica solo me hacía tener celos. Y cada vez más celos.

Y jamás me dice un motivo para no confiar, solo eran películas de Óscar que me montaba en mi cabeza. Sin argumento ninguno.

Y CON ESOS CELOS NO HAGO NADA MÁS QUE ALEJARTE. Cuando precisamente busco lo contrario.

Ha llegado el momento de lanzar al vacío esta temeridad y aprender a querer de verdad.



Las caricias

 Las caricias que quieren tranquilizarte, las de placer, las de amor. Las de dos manos que se rozan y hacen temblar. Las caricias que avisan de un primer beso por adelantado. Las caricias a tu hijo, las de tu madre antes de dormir. Las caricias  que sabes que indican que todo está acabando. Las caricias clandestinas. Las caricias de después de corrernos. Las caricias que deseamos y jamás llegan. Las caricias en el pelo. Las caricias en los muslos. Las caricias de sorpresas y de amistad. Nuestras propias caricias.

Mientras las caricias sigan ahí, nada habrá acabado.



Más que humano III

 Nunca he compartido eso que decían de que eras simplemente un animal muy bonito. Para mí, siempre fuiste la compañía, la lealtad y el cariño. Algunas veces, incluso, me sorprendí hablando contigo como si en algún momento fueras realmente a responderme.

Cuando llegaste, jamás pensé que me daría tanto amor, ni que yo sentiría enormes ganas de darte mi cariño. Cuando tuve que irme unos días y no podía llevarte, notaba tu ausencia.

Hemos jugado, hemos saltado, hemos recorrido las calles, aunque algunas veces me desesperas. Sobre todo, aunque días en que no comías nada y estaba muy preocupado.

Incluso creo que algunas veces me entendías y, sin decir nada, encontrabas respuestas.

Y ahora que he visto el final, me doy cuenta de que nada podrá reemplazarte. Como a las personas inolvidables.

Te echaré de menos, pequeño amigo.



viernes, 19 de marzo de 2021

Si ya era difícil

 Si ya era difícil entrar en ti, imagínate tener que salir a la fuerza. Descubriendo que, si hay algo más complicado que dar un primer paso hacia ti, es dar el último antes de dejarlo todo atrás. Para ti resultará fácil. Fácil como todo lo que te importa una puta mierda. Básicamente todo.

Como volver a casa triste a las cinco de la mañana. Ver esa mierda de reflejo en el espejo. La razón es porque te da la gana de no dar señales de vida y prefieres agarrarte a cualquier barra. O cama.

Y a las tres de la tarde del domingo dirás que se te fue la olla, en un WhatsApp de mierda que ya no em dice nada.

Y me lo dejas todo a mí... para eso tampoco tienes valor, no esperaba menos. Que decida yo si mandarte a la mierda. Mientras repites que eso no es así.

Conseguiré no hablarte en dos semanas y aparecerás sin avisar para recordarme lo mucho que me haces temblar cada vez que me hablas. Por si vuelvo a caer, por si vuelvo a alegrarte durante cinco días.

Pero esta vez no. O eso espero.



Supongo

 Supongo que me miro mucho en el espejo, intentado que la ropa nueva me siente mejor. Supongo que prefiero dormir abrazado a ti que en soledad. La cama tiene otro olor, tiene tu cabeza apoyada en mi pecho. Supongo que algunas veces soy un poco hipocondriaco. Supongo que algunas veces me entra algún pequeño miedo que solo tú sabes calmar. Supongo que no soy el mejor en nada, pero me veo capaz de tener el récord del mundo en tratarte bien. Supongo que algunas veces soy algo idiota. Supongo que supones que tengo mil ganas de hablar contigo. Y te quiero. (Esto no lo supongo, esto lo sé, y es gracias a ti).



Quiero contaros

 Quiero contaros, mamá y papá, que algo no va bien. Bueno, a mí sí, pero conozco a alguien que necesita ayuda.

Hoy le he visto llorar en el baño del colegio. Le pregunté qué le pasaba, pero no quiere decir nada. Solo tragarse las lágrimas y continuar hasta mañana.

Creo que sé qué le pasa. Muchos compañeros de clase se ríen de él. Y de verdad que no hace nada, solo le gusta dibujar mientras los demás juegan en el recreo. Le llaman "el rarito" y algunas veces le pegan. Y yo no lo entiendo. Un día le quise ayudar y yo también salí perdiendo.

Y no quiero callar. Quiero gritar esta injusticia. Solo quiere ser feliz y no llegar cada mañana temprano con miedo.

¿Qué debo hacer?, me pregunto algunas noches. Ahora me apoyo en vosotros.



Me hacías sentir

 Me hacías sentir que, aunque detrás de la ventana el mundo se acabara, si seguiríamos un rato más en la cama no pasaría nada.

La tormenta se hacían todavía más preciosas si tenían tu espalda. Eras el desayuno en la cama y, muchas veces, la merienda en tu boca.

El cartero siempre llamaba dos veces y nosotros nos besábamos. Las risas jugando a las almohadas con Venecia sin agua de fondo.

Madrugada de ver series en Netflix contra tu pecho.

Aún muchas veces noto la ausencia, cerrando los ojos con las heridas en el techo.



Aquella noche

 Ascensor, aunque solo eran dos pisos. Suficiente para mordernos la boca y desvestirnos con la mirada. A duras penas abrimos la puerta, las llaves aterrizaron en algún lugar del suelo. Una pierna doblada contra la pared y quedaron al aire tus caderas. Agarré tus manos suavemente y las apoyé hacia arriba. Sonreíste porque sabías que no quería ni un centímetro de tu cuerpo sin probar.

La camiseta subió por los brazos y volviste a reír. Me acerqué a tu cuello y cerraste los ojos. El deseo de lamer tus pechos mientras gemías.

No existía nada más en aquel momento. No se salvó ningún músculo de nuestro cuerpo. El calor y la puerta de la habitación sin cerrar. Fue más verano cada hora de aquella noche.



jueves, 18 de marzo de 2021

Y en tu pecho

 Esa maldita sensación que tengo cada que apago la luz.

La de saber que nada de lo que haga te va a servir.

Por mucho que lo intente, siempre sabré que tienes muchas cuentas pendientes por curar. Que todavía recuerdas.

Yo, que lo daría todo con los ojos cerrados y en tu pecho.



Quiero decirte

 Solo quiero decirte que contigo la risa sabe mejor, que el dolor se sufre menos que los silencios hablan demasiado.

Y que eres la única persona con la que me sentí totalmente desnudo sin quitarme la camiseta.



Como si nadie pudiera ver

 "Por supuesto que sé que hay algo que no funciona, pero también que hay algo que me hace seguir un día más hasta que llega la noche, por si mañana por la mañana todo mejora. Por si vuelven a aparecer los detalles inesperados que adornan sinceros las mañanas de invierno. Ya no sé si es ilusión o miedo a que no existan otras ilusiones. Ya no sé si recuerdo si este es el camino".

Y en mi sonrisa diaria, sigo reflejando que todo va bien. Como si detrás de esa máscara nadie pudiera ver que está la tristeza de que algo no funciona.



Música

 De los discos en vinilo hasta la música en formato digital. El cassete con sus caras. El CD revolucionario. Los primeros MP3. El tiempo ha pasado, todo se ha adaptado a la época.

Pero las canciones siguen teniendo sentido, recuerdos, personas y sensaciones. Nos hacen soñar. Todos sabemos cuál es nuestra canción favorita, el grupo que os hace sentirnos algo grupis.

Los conciertos siguen uniendo personas, cerca y lejos. Canciones que te teletransportan a otros momentos que creías olvidados.

La música mueve el mundo. Lo hace un poquito más bailable. Un poquito más sonriente.



miércoles, 17 de marzo de 2021

Amores a distancia III

 Mirando por la ventana con la mirada perdida, pensando ya en la próxima vez que tocará encontrarse. Todavía no sale el avión, el momento propicio para recordar el último beso antes de embarcar. Ese que hace que ambos labios no quieran separase nunca, alargando el minuto previo al control de seguridad. Recordando que anoche hubo turbulencias en la cama. Se perdió el control y aterrizamos en un orgasmo intenso.

Ya empieza el momento de volver a planear volver a verse, flotar unos días más, soñando con unirse para siempre en un lugar. Ser hogar y solo viajar por placer. Olvidar las lágrimas de las despedidas y convertir esos abrazos de las llegadas en un "para siempre".

Un WhatsApp llega antes del modo avión. "Ya te echo de menos, la próxima vez nos vemos allí. No me olvides, no lo hagas, llámame al aterrizar".

La música suena con los auriculares puestos, siempre encaja la canción con el momento.

"Vamos a proceder al despegue, abróchense los cinturones".

Nos veremos pronto, vamos a luchar por ello.



Y no, nunca más

 Tiene días, como todo el mundo. Días de querer salir y darlo todo. De enamorarse. Y otros de pijama, de cola cao y no querer saber nada del amor.

Se ha equivocado muchas veces, tantas que algunas incluso parecen demasiadas. Algunas veces se dejó llevar y funcionó durante un tiempo. Otras, aun sin dejarte, un puro desastre.

Ha pasado el tiempo tan rápido que asusta. Lo lejos que queda su primer beso.

Pero aprendió en la medida de lo posible que, para volver a querer, nunca más va a volver a hacerlo a medio gas. Nunca por miedo a la soledad. Nunca más.

Solo poniéndose en el centro de la calle más grande de su ciudad y dando un giro enorme sobre sí misma es suficiente para describir que la mitad de historias de amor que relucen no son más que personas que no aprendieron a estar solas. Y muchas veces tampoco quieren aprender. 

Y no, nunca más. Ahora se quiere. Mucho. Y eso es la felicidad total.



Entre médicos y PCRs

 Llevo toda la noche despierta entre vómitos y estas décimas de fiebre que no se me van ni queriendo, ni por más duchas de agua fría que me de cada noche. Llevo más de una semana que mi cuerpo no responde a los medicamentos como debería, que cesen los vómitos, la tos, la fiebre, la otitis, el dolor de cuerpo... Después de análisis y muchas PCRs, lo único que me queda es el paracetamol y el reposo.

Echo de menos la escuela, a los niños y sobre todo a mis compañeras, a muchas de ellas a las que quiero dar las gracias. Primero a mi Vero, que es lo más bonito de la escuela y que me ha roto todos los esquemas de lo que es un sevillano (en mi cabeza, claro), a Rosa porque desde el primer día siempre está, y el estar es el mayor regalo que alguien te puede hacer, a Laura, Patri, Miner, Paloma y Sheila. Gracias de corazón. Porque en los momentos en que me siento más débil, recibir mensajes de gente que se preocupa te sube un poquito el ánimo.

Estoy cansada, ayer sufrí un pequeño ataque de ansiedad al verme tan mal y tan débil, y es que por más que luches para estar a la altura en el trabajo, en tu relación de pareja, en la familia o en la vida en general, nunca estarás a la altura que otros quieren que estés. Solo queda mirar por ti y salir del pozo en el que estás. ¡Qué poco apreciamos la salud! ¡Qué rápido se nos olvida el lujo de estar bien! De poder ir a trabajar, de tiendas, de una terraza... Qué rápido olvidamos todo.

Ansiedad de trabajar y trabajar, llevar años echando horas de más para que bancos, estudios y de más entes financieros te echen para atrás la casa de tus sueños. De seguir currando más y más, de enfrentarme a problemas míos y ajenos que afectan, desgastan y en noches como la de ayer, ahogan.

Necesito un respiro, volver a cuidarme, volver a sentir que lo que hago, mis esfuerzos, tienen resultado, en otros, en mí. Siento un ligero sentimiento de abandono al no poder salir de casa, no ver a mis amigas, no abrazar, no besar a mi familia. Soy una persona de contacto, de sentir la piel de la otra persona, del calor, de las largas charlas con un té, de disfrutar de estos rayos de sol que inundan las calles, de volver a sentir que la primavera vuelve...

Siento este especie de abandono por las circunstancias en las que me hallo, porque vivir es mi mejor aventura y quiero disfrutar cada segundo... porque la otra alternativa es más jodida.



sábado, 13 de marzo de 2021

Bésame

 Bésame, no me prometas nada. Sólo bésame y hazme volar.

La mejor manera de prometer es que no lo dejes de hacer, que aquí y ahora es el momento. Bésame, no hablemos del futuro ni del final, bésame ahora, cuéntamelo todo así.

Los besos cuentan más cosas que las palabras. Los besos esconden todas las respuestas.

Bésame, sigue mis labios que hablan de ti. Bésame cuando suene nuestra canción. Bésame para confesarme tus miedos. Bésame antes del orgasmo. Bésame después de la ducha.

Que la vida es demasiado corta para perdernos nuestros besos.



Quizá me he cansado ya

 Está claro que no todo el mundo quiere igual ni de la misma forma. Que tenías derecho a no querer nada más conmigo; a que, aunque duela, no fuera más que un entretenimiento para algunos ratos, principalmente los ratos que tú querías.

Quizá algo de cariño me pillaste, o eso decías. Y yo no lo pude controlar, me apetecía y hacía lo posible y lo imposible por cinco minutos más, unas horas más, un fin de semana más.

Sí, no hace falta que nadie piense que soy gilipollas, yo ya lo terminé pillando. Ser un iluso: eran las tres palabras tan dolorosas que en el momento no quieres ver ni reconocer.

Además, así te fuiste alejando, según tu aburrimiento, cada vez menos y más rápido. Hasta que casi sin hacer falta palabras la cosa se acabó.

Y bien, jode, pero eres libre de hacer lo que te dé la gana. Lo que me toca las narices es esa estúpida manía de querer aparecer siempre que intuyes que empiezo a ser feliz. Como si te jodiera que lo fuera, aunque tú ya no estés. Que no estás porque no te dio la gana. Parecer el perro del hortelano.

Ladra lejos, ya me estás cansando.



Horóscopo

 El horóscopo dice que va a ir bien contigo.

Que en dinero, regular, y la salud, por los suelos.

Y para mí, que no creo en el zodiaco, solo ha sido una gran señal para darme cuenta de que te mereces que te mande a la mierda.

Con suerte, mejora este resfriado.



Haces más bonito el mundo

 Haces un poco más bonito el mundo con tus silencios y tus gritos cuando no te sirve ya ese vaquero. 

Lo haces precioso con tus virtudes y defectos, cuando te dicen sin saber que te estás quedando muy delgada, si estarás comiendo bien.

Lo haces espectacular cuando te sonríen los girasoles, los días que en el espejo no te encuentras y tienes que cambiarte el peinado para salir de casa.

Haces brillar las noches, dejando a un lado la luna, cada vez que te sientes un poco más bajita.

Te comes el mundo mandando a la mierda a esos kilos de más que se quieren quedar de alquiler en tu piel. ¿Quién dice que se tienen que ir de okupas?

Te crece la nariz cada vez que desearías cambiarla por otra. Ya no serás tú. Tu sinceridad te hace peón que deslumbra.

Haces reír al mundo cuando sonríes, cuando te da igual el mundo. Haces bailar a los pájaros cuando bailas sin darte cuenta entre los coches. Cuando te repasas el maquillaje en el ascensor. Cuando haces el amor en el trastero. Cuando suena Andrés Suárez y lo cantas como si no hubiera un mañana en la ducha.

Haces más bonito al mucho cuando eres tú misma, con tu imperfección que lo hace especial.



Mentiras universales

 Mañana lo dejo.

No voy a volver a beber.

No le voy a escribir nunca más.

Ya no me gusta.

La última vez.

Fue por el alcohol, yo te quiero a ti.

Podemos ser amigos.

No te va a doler.

No deberíamos estar haciendo esto.

Por una vez no pasa nada.



No pudo ser

 Quizá pasaron los años y nos olvidamos de que un día nos mirábamos como si no existiera nada más. Se hacía de noche mientras reíamos viendo pelis de American Pie o enganchados por mil capítulos a cientos de series. No recordaremos cómo temblábamos en nuestro primer beso. Cómo peleábamos por cocinar. Hacernos rabiar en personas y cómo pasabas del WhatApp. Pedirnos perdón encima del colchón.

Y se acabó. Dejamos de hablar, ni te acordabas de mi número de agenda. Y salías todos los sábados a saber dónde. Y yo sé que a ti solo te gustaba bailar.

Llenar de besos vacíos tu cama, de esos que se van por la mañana. Que no dejan ni un mensaje en el contestador. Que pase la semana rápido, que llegue un fin de semana más.

Pero un día, por la ciudad, nos encontraremos de la mano. Tú de una, yo de otra. Será raro, muy raro.

Y nuestras cabezas empezarán a dar vueltas mientras miramos al suelo al cruzar. Vueltas como una noria. Suena Pereza. Mirando por el rabillo del ojo nos diremos adiós, nuestros labios susurrarán de nuevo un "no pudo ser".



viernes, 12 de marzo de 2021

La clave

 La clave es poner todo el corazón en las cosas que haces. Si eres capaz, las cosas llegan solas. Y si no, siempre estarás feliz por haberlo intentado. La ilusión se multiplica.

Parece fácil, pero no lo es tanto. Por desgracia, hay demasiadas personas que no pueden ponerlo porque no tienen. Tan triste como cierto.

Las cosas más bonitas salen así, solas.



Aunque solo sea

 Todo se ha terminado. Ya hace mil años que no hablamos. Prácticamente no te acuerdas tú ni me acuerdo yo.

Pero cada vez que paso por tu portal, apareces en mi mente.

Y me dan ganas de mandarlo todo a la mierda y timbrar.

Aunque solo sea por oír tu voz un rato.

Yo qué sé...



A simple vista

 A simple vista pareces más que aquel enero en el que no vimos el sol con tanto paraguas. Tan pensativa como aquellas veces que estabas tan concentrada que ya no mirabas a nadie. Tan dañada como las heridas que dejaron cicatriz dentro de tus entrañas. Yan Muro de Berlín, cerrando el paso a todo aquello que pudiera sonar parecido a que te fallen otra vez. Olvidando que entre las marañas de gente mala quedan personas que merecen la pena. Si cierras con doble llave y dos giros...

A simple vista parece que no existe corazón detrás de esas mala leche. A simple vista no se aprecia que esos ojitos tan oscuros pueden brillar más que el sol en pleno verano. A simple vista nadie sabe todo lo que has tenido que pasar, que ahora todos esos miedos vienen del pasado. Que poco a poco van curando, calmando por dentro. Sin alcohol para las heridas, sin tintas en la aorta.

A simple vista no está tan claro que te guste sacarte las castañas del fuego a ti misma. Aunque algunas veces quemen y las saques con las manos. Que todo suma valor si tiene esfuerzo del que nadie regala.

A simple vista nadie sabe que eres fuego hasta en el maldito invierno. Cariño y pasión, aunque yo te vi primeo. Sin deudas de caricias.

Y me da igual, esto era lo que merecíamos. Después de que la vida nos llevara dando giros de noria. Con las entradas tan caras como en la de Londres.

Sigamos tatuándonos besos en la piel. Qué bonita mezcla.



27

 Te voy a decir en 27 palabras que gracias a ti soy mejor persona. Gracias por abrir la puerta que no le abrías a nadie. Ese invierno.



Carta breve

 Hola, ¿qué tal?

Mira qué siemple,

qué carta más breve.

"Te echo de menos" y no te lo decía.

Seguro que tú estás disfrutando

sin dar tu brazo a torcer.

Deberías darte prisa,

quizá solo te espere este vida.



jueves, 11 de marzo de 2021

Seis meses de tu mano

 Seis meses han pasado desde que te conocí en Nassica, seis meses en los que te he visto cada día, en los que te viniste a dormir porque nos confinaban y ya cada noche duermo a tu lado. No necesito tréboles de cuatro hojas desde que te acurrucas junto a mi cuando tienes una pesadilla o simplemente te cuesta conciliar el sueño.

Medio año, ¡quién nos lo iba a decir! Cuando ambos no buscábamos nada, cuando si nos llegan a preguntar, hubiéramos dicho que no es el momento. Tenemos que dar la razón a eso de... "cuando menos te lo esperas, aparece..." y cómo odiaba esa frase, Javi.

Es cierto, que yo ya sentía mariposas con cada uno de tus audios y que fui la primera en darte mi número de móvil, pero tú fuiste el primero en asustarte al decir "te quiero", verbalizar esas palabras que tanto nos cuestan y que ahora nos salen solas. Porque esa es parte de nuestra magia, como fluye todo.

Es una relación construida y consolidada a partes iguales, mostrándonos como somos desde el primer día, sintiendo que llevamos toda la vida juntos. Que sí, que al primer amor se le quiere más, pero es que a ti te quiero mejor. Con todas mis experiencias en la mochila, con todos mis días negros, con todos mis enfados y mis momentos de tirar la toalla, y aún así, ahí estás, siempre, sin dejar que me vaya a dormir con una lágrima o con un mal estar. 

Que cada uno tira a su manera, que cada uno libremente nos hemos escogidos, y que Javi, eres el primero con el que no tengo que pensar si me compensa esto o no, simplemente te elijo cada día porque te quiero. No hay dudas de ningún tipo. De hecho, la que jamás se iba a casar, se casa. 

En seis meses, daremos unos de los pasos más grandes que podemos dar. El 11 de septiembre, y qué ganas tengo, nunca pensé que pudiera estar ilusionada con algo así, y contigo cada paso es una aventura, eres mi historia más bonita.

Te quiero... to the moon and back.



lunes, 8 de marzo de 2021

MARZO

 1. Eres capaz de llevarme de viaje sin salir de tu habitación.

2. Hay personas tan jodidamente tiernas que no nos dejan otro remedio que quererlas jodidamente fuerte.

3. Y al final, decidí vivir, no agradar.

4. En la vida te ocurrirán cosas que no se pueden evitar, pero no es razón para salir huyendo.

5. No me falles, porque los demás me dan igual, ¿pero tú? tú no.

6. Amiga: Te quiero ver volar tan alto que nadie pueda hacerte daño nunca más.

7. Una persona madura que ya vivió amores y sufrió decepciones, todo lo que quiere en su vida es paz y tranquilidad en el corazón.

8. Quiero ser ese secreto que no puedes guardar.

9. A veces lo que se cruza por casualidad nos hace más feliz que lo que buscamos.

10. "Cuanto más mayor me hago, más me doy cuenta de que no quiero a mi alrededor drama, conflicto o estrés. Sólo quiero una casa acogedora, buena comida y rodearme de gente feliz".

11. Brindo por mí, que no soy del tipo una entre mil, ni una entre un millón. Yo soy del tipo "una vez en la vida".

12. La gente critica lo que ellos hacen a escondidas.

13. Nada más sexy que un hombre que sabe cuando ser vulgar y cuando ser un caballero.

14. Si el destino quiere que se encuentren, aunque estén a miles de kilómetros de distancia, se encontrarán. Si quiere que no se encuentre, aunque estén cara a cara, no se verán.

15. No tenemos la necesidad de cosas materiales, tenemos necesidad de presencias. "Estar" es el mayor regalo que se puede hacer a las personas.

16. Aquellos que te buscan sólo cuando te necesitan no merecen encontrarte.

17. Con el tiempo he aprendido que lo único que puedo dar por sentado es mi culo.

18. No me importan lo que los demás piensen de mí. Un águila no deja de volar por la opinión de una mosca.

19. Recuerda: si tienes que hacer méritos para que te quieran, es que no te quieren. Punto.

20. Con el tiempo aprendes que la palabra AMIGA no se le dice a cualquiera.

21. Los que tomaron distancia conmigo espero que la mantengan y no vuelvan. Gracias.

22. Cuando me dijo: "Las traigo muertas a todas", al instante pensé que no hablaba de mujeres, sino de neuronas.

23. Al final siempre se queda quien siempre estuvo.

24. Antes de rendirte quiero recordarte que aún hay vida en tu alma y una inquebrantable fortaleza en tu mirada.

25. No tengas miedo de iniciar algo nuevo, tu nueva historia podría gustarte más.

26. nunca se llega tarde a un amor que está destinado a ser tuyo.

27. Dar paz es la mejor forma de querer.

28. Verte triunfar también es parte de mis sueños.

29. Tal vez cuando sea el momento adecuado me encontrarás de nuevo.

30. Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.

31. Siempre existirá gente con ganas de pisotear tu arte, tú no te dejes y sigue adelante.