Carpe Diem, ahora y siempre

Quizás sea miedo, es posible que no me lo esperara, también puede ser eso de que llega cuando menos te lo esperas o puede ser una simple ilusión sin nada más detrás. Puede ser que se haya producido una conexión inmediata, puede ser que me hayas roto mis esquemas y mis planes de mi futuro a corto plazo. Pueden ser muchas cosas, peor lo importante es que me has hecho cambiar, haces que quiera mejorar, haces que deseé el momento de verte. Pero, queridos lectores, si me leen... sabrán como soy ya, ahí va la pregunta del millón... de nuevo, ¿merece la pena? ¿Apostamos?
La vida es eso, un tiempo lleno de apuestas, donde estamos expuestos a miles de oportunidades que nunca se pierden, simplemente las dejamos escapar o se las lleva otro mientras pensamos qué hacer. Esta parte de la vida es la que peor se me da... ahí va la segunda pregunta, ¿y si pierdo? Y vosotros pensaréis, ¿y si ganas? Y os respondería... ¿Y si estás por fin en un buen momento de tu vida, donde todo es estable, donde nada va mal y nada va bien, simplemente equilibrada ante ambos extremos? ¿Y si por una vez he conseguido ser yo misma, y ser yo? ¿Llega en un buen momento? ¿Renuncio a mis progresos?
Sí, ya empiezo con mi cuestionario de siempre, pero hay algo que ha cambiado... y sí, soy yo. Ahora me dejo de preguntas, y vivo el día a día, cada experiencia, cada amor, cada aventura, cada segundo, cada capítulo de mi vida, como si fuera el último. Esta vez no me quedo sentada, no lucho, pero tampoco abandono, simplemente disfruto, vivo y soy feliz.