Esto es lo que me gusta de ti. Que abras la puerta, me mires
a los ojos y me quites las vestiduras rodeada del sonido de nuestros jadeos.
Que hagas añicos mi ropa interior que estorba a unas manos locas que mueren por
acariciar la piel que arde, que me hagas pasar por todas las fases del orgasmo.
Que me beses como si no hubiera mañana, que pongas en una
milésima de segundo mi corazón a cien. Que me robes mis suspiros con tu boca,
que tu lengua me haga sentir que estoy viva desde mi cabeza hasta la punta de
mis pies. Que volvamos a aquella habitación de Gran Vía donde miles de
recuerdos esperan a ser revividos.
Que te quedes a mi lado dormido, donde pueda resguardarme de mis miedos, donde pueda besarte el cuello mientras te acaricio tu ombligo deseando parar el tiempo.
Me gustas tú, tus manos, tus ojos, tus labios, tus brazos
que me aúpan convirtiéndose en mi paracaídas. Tus “te quiero”, que cada uno de
ellos sabe a poco y crean miles de mariposas dentro de mí.
Me gustan los inviernos en los que tú eres mi fuego, en los
que por mucho que nos empeñemos en negarlo, nuestros sentimientos continúan tan
presentes como hace dos años.
Patricia Izquierdo Díaz
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