lunes, 13 de junio de 2016

Reflexión

El hombre sonrió y le dijo: Ella no sabe quién soy yo, pero todavía sé muy bien quién es ella.

La historia terminaba con esta hermosa reflexión: "El verdadero amor no se reduce a lo físico o a lo romántico; el verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya nunca podrá ser".


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