Sin parar de llorar en mi habitación, mientras duermo a Helena. Hacía tiempo que no me caían unos lagrimones como los de hoy. Y es que la culpa me está comiendo...
He hablado con quién tenía que hablar, y dice que lo que siento es impotencia por querer hacer las cosas bien y la otra persona no. Él es mi marido. Él no sabe que he llorado... Pero sí sabe de la ansiedad que tengo por las noches principalmente.
Me he vuelto a involucrar demasiado con alguien, quizás a traspasar alguna que otra barrera y por qué no, meteme donde no me corresponde. Sí, con la mejor intención, pero eso no quita que esté mal.
Me he sentido un estorbo, una patosa... Me he sentido un error en esa vida, ese nudo de familia si es que así se les puede denominar.
Soy muy dura conmigo misma, tan exigente como lo soy con los demás. Y sinceramente, creo que me va mejor siendo fría y mostrando a la vez que sintiendo frialdad por las personas. Eso hace que yo viva mejor, y creo... Que los demás también. Me he confundido. No me importa decirlo. Y la noche me está consumiendo... Y la tarde que he pasado... Cuando tendría que haber sido una tarde de las que hacen historia ya que mi Lega ha ganado, ha subido a primera y en Leganés se cumplen los sueños. Abuelo... Si lo vieras, hoy te tengo más presente que nunca.
Y es que tengo un cúmulo de sentimientos agarrados a la garganta. Hoy no es mi día, es un día frustrado. Nada ha salido bien. Nada. Y estoy cansada que hasta lo más mínimo, me cueste en doble que a los demás. La desilusión por la vida, por todo en general... Es espantosa.
Por primera vez, en semanas... Han subido a mí casa mis padres a por unas llaves. Hace día les pedí espacio y tiempo para mí y mi familia. Para hacer planes sin tener que pedir permiso a nadie. Les pedí libertad y, agradezco que me lo hayan dado. Cuando han venido, y os hablo de cuestión de minutos, me he hecho pequeña... Me han dado ganas de que me abrazaran a mi en vez a Helena. Pero como siempre, no sé pedir aquello que necesito y que me hace parecer vulnerable.
Hablé con Javi mientras dormía a Helena. Y se fondo... La celebración del Leganés con un Dj... Le dije lo que sentía. No tengo nada que ofrecerle. No tengo dinero, soy un caos. Hay cosas suyas, de él, de su vida... Con las que nunca voy a comulgar y eso nos traerá problemas o discusiones, ambos lo sabemos, y hay miles de cosas que hoy le he dicho porque me siento así, un estorbo, una piedra en el camino de cualquier persona.
Siento el ataque de ansiedad más grande de estos últimos meses. De esos que siente que te vas, te duele todo, hasta el alma. Y va de eso... Me duele el alma de soportar tanto peso.
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