Son sus ojos, es su mirada, es su forma de hablar, de tocarme, es el ritmo de su respiración cuando está cerca de mi, es más que un amigo, es menos que un amor, no sé lo que es... que no puedo olvidarlo, que no puedo zanjarlo, que no puedo seguir adelante... que está ahí. Y de nuevo, es un no... Un "no siento lo mismo", un "esto no puede ser", otra vez un no...
Las palabras no salen tan rápido como las lágrimas, las palabras duelen, y las lágrimas desahogan. Duele el vacío, duele todo el cuerpo, mata cada nervio que hay en él, te quedas en posición fetal agarrada a la almohada, la única que no te falla cada noche y que alimenta tus sueños acompañándote en ellos.Mientras tus lágrimas caen derramadas en ella sin más, sin quererlo, sintiendo que tu vida se vuelve a desmoronar, que ya no hay sueños ni ilusiones, ni fe... solo sufrimiento, solo soledad, solo culpabilidad... ¿qué falla? ¿Por qué sigue habiendo un "no"?
Si nos olvidamos de sentir... si nuestros sentimientos se apagan... si nos convertimos en hielo, ¿entonces qué? ¿Seguiremos siendo persona? De momento, soy algo agarrado a una almohada derramando lágrimas por cada palabra.
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