jueves, 5 de marzo de 2015

Si eso pasó de verdad

¿Sabéis esa sensación de echar de menos acurrucarse al lado de otra persona y simplemente oírle respirar y latir el corazón? Porque eso echo de menos. Oírte respirar a mi lado. Que simple, ¿verdad? Y sin embargo es lo que más quiero. Solo que existas es el mejor regalo de Navidad que me han hecho nunca. Y sé que te necesito a mi lado. Que es a ti a quien busco en las malas noches. A veces lo eres todo. Y otras veces no te quiero ni ver. Supongo que en eso consiste un poco todo. Echar de menos y echar de más. Eres precioso. Echo de menos tus manos sobre mi cuerpo. Sentir tu calor a mi lado y tus palabras. Apoyarme en tu pecho y sentir tus latidos. No saber quién está soñando de los dos. Hacerme un ovillo a tu lado y que me acaricies la cabeza como si fuera un gato en busca de calor. Como si fueras mi chimenea en la noche más fría en la casa más helada de Madrid. Cuando hace un calor horrible con la calefacción central y nos estamos destapando y quitando el edredón. O quizá es mentira y la calefacción eres tú u hace un frío de cojones ahí fuera. Pero antes no lo sabía. Ahora echo de menos eso. Y ponerte ojitos para que duermas conmigo. Y sentirte a mi lado cuando me despierto y siento que no puedo más. Poder acariciarte cuando sé que no voy a poder dormirme y verte descansar. Ajeno a todo. Pero no estás. Ni siquiera sé si existes. Si eres real. Si eso pasó de verdad. Y eso duele.


Patrinqueart


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.