miércoles, 4 de marzo de 2015

Ya sé que no merezco vigilar tus sueños

Ya sé que no merezco vigilar tus sueños.
Tú eres mi Cenicienta, que nunca tiene prisa,
una bala perdida hecha a mi medida.
Cuando me siento herido, me subes a un tejado,
y allí, la vida es menos puta si estás a mi lado.
Teniendo mil razones para no estar a mi vera,
te quedas por aquí compartiendo primaveras.
Tú eres coca-cola, yo soy el whisky barato;
mi mezcla preferida pa' ahuyentar el llanto.
Salimos a la calle cuando más llueve,
gritamos entre coches cuando todos duermen.

Rulo y la contrabanda

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