viernes, 30 de septiembre de 2016

Como el que no quiere la cosa

Me he acostumbrado 
(así como quien no quiere la cosa)
a los domingos sin resaca,
al amor sin golpes
y a la gente sin doblez.
No es que mi vida sea menos emocionante,
es que las emociones son reales, son sencillas.
Y por tanto,
hacen bien.

Ana Elena Pena


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