miércoles, 31 de agosto de 2022
31 de agosto de 2022
¡Ay, mi bebota! Qué ya te he visto la carita que tienes. Va a ser eso verdad de que cuando te vea la cara se me va olvidar todo lo que estoy pasando.
Cuando llegamos allí a la ambulancia (sí, era una ambulancia) para hacernos la ecografía 5D, estaba muy nerviosa. Más casi, por la cara que pondría papá al verte, ya que él no te ha podido ver tanto como yo en las ecografías. Una vez allí, me tumbaron y empezamos la sesión. Papá al verte dijo que esa nariz era de mamá. ¡Y resultó ser cierto! Ay, mi pequeña, toda la vida pensando en rinoplastias y teniendo un complejo enorme de nariz, y vas a y la sacas. Según papá te pareces a mí. Aunque esos morros tan bonitos no son míos, esos son de él. También tendrás que sacar algo de él, no seas mala y me dejes mal.
Me fui con una sensación al acabar la sesión de que eres más palpable, de que no escribo para alguien que no siquiera conozco. Escribo para ese alíen que llevo dentro dándome patadas a todas horas. Y que eres tan real como nosotros. Ahora tengo aún más ganas de verte. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, te lo prometo. ¡Tienes hasta mofletes! En eso se fijó la enfermera. Vienes ya hecha un bollito. Un bollito con mofletes para estar todo el día mordiéndote.
La cara de papá no te la puedo describir. No hablaba y cuando no habla, es que está emocionado. Eres su princesa, por favor, ¿cómo no iba a estarlo? ¿Sabes, peque? Ver su cara está a la par de ver la tuya. Mi emoción, toda mi felicidad sois vosotros y Maya. No he podido elegir mejor al padre de mi familia. Es el mejor hombre que conozco aunque le diga mil veces que no me quiere. Le cuesta sacar lo que lleva dentro, pero no le culpo. A mí también. Nunca tengo palabras, en directo, bonitas para él. Ni me salen abrazos ni besos. Nunca sería la más adecuada para exigir algo que a mí también me cuesta dar. Pero te prometo, que va a ser tu súper héroe como es el mío.
Se deshace en comprarte cosas. Él sí que habla de ti como si ya estuvieras aquí con nosotros. Lo lleva haciendo desde que pensábamos que te ibas a llamar Marcos. Vas a tener mucha suerte, cariño. Lo irás viendo con el tiempo.
Nos vemos pronto, mi mofletuda. Te queremos, H.
P.D. Esta será tu primera y última foto publicada en cualquier red social. En cuanto estés con nosotros, voy a intentar salvarte del mundo.
Enfados
Y te amaré cuando te enfades y te pongas de morros.
Cuando no tengas la razón y me saques de mis casillas.
Cuando seas imperfecta y cometas errores.
Cuando sin querer me hagas daño y me pidas perdón.
Te amaré cuando tenga que pedirte algo, cuando me pueda el enfado.
Cuando falles y te equivoques.
Cuando provoques tormentas y desates huracanes, cuando lo hagas difícil y ni tú misma te soportes.
Te amaré aunque a veces no te lo merezcas.
Porque sé que aguantarás mi vela cuando yo sea el que zozobre, que pondrás tu pecho cuando mis miedos me consuman y serás el silencio que mis malos días necesiten.
Porque eres igual de imperfecta que yo y, entender eso, nos hace perfectos.
Porque me encanta cómo me buscas cuando me enfadas.
30 de agosto de 2022
El calor empieza a ser cansino. Estamos cansados de tantas olas de calor juntas. Es imposible conciliar el sueño, aunque con los mareaos que tengo, casi estoy mejor con los ojos cerrados.
Mi bebé, vas a tener una familia que te va a consentir muchísimo. Allá dónde vamos, compramos cosas para nuestra niña. Hemos ido papá y yo a por un trajecito que se le había antojado a tu padre (la verdad, es que es precioso) y hemos salido con el traje y una manta de Minni. Te digo una cosa, estás obligada a que te guste Disney, porque mamá y papá te van a comprar todo de Disney... Y Rocío, y quizás Sonia. ¿Sabes, hija? Estás rodeada de profesoras de educación infantil, y solo vas a ver Mickis por todas partes. Mamá estará pendiente de a la que más veas, sea Campanilla. A papá eso le costó llevarlo, pero ya verás como es nuestra casa, todo de Marvel y Disney y tú, serás una friki más. ¡Ya lo verás!
Nuestra primera fiesta juntas, va a ser Navidad. ¡Ni te imaginas la de ropa navideña que te he comprado! Vas a ir todos los días de Navidad vestida, de mamá Noel, de elfo, de reno, de muñeco de nieve... Vas a ser una muñeca, cariño. He de reconocer, que siempre he soñado con tener un niño, un Jorge para ser más exactos... Algún día te diré por qué Jorge. Pronto incluso, te darás cuenta tú misma.
Todo se me hace poco para ti. Maya y tú me tenéis la cuenta tiritando y no lo puedo hacer con más gusto. Sois las princesas de la casa. Mañana tenemos una ecografía 5D, y en secreto, pero estoy nerviosa. Quiero ver tu cara, porque... en las últimas ecografías, ¡hija, eras un coco! Y ni papá ni yo somos tan feos. Veremos que nos depara el día a día, veremos cómo estoy mañana.
Me hace gracia estar aquí escribiéndote y tú dándome patadas, ¿acaso no duermes? Espero que no salgas así, sino nos vamos a ganar bien el cielo. Descansa, pequeña, vámonos a dormir.
viernes, 26 de agosto de 2022
Mi diario
Vamos a jugar a un juego. Pensar en mi blog como mi diario. Todo empezó porque me encanta escribir y porque una psicóloga me dijo que mis problemas no eran tan grandes, de hecho, puede ser que mucha gente esté pasando por ellos o hayan pasado ya. Y está bien hablar con gente, es muy terapéutico. Pero tenéis que entender que este es como mi diario... "Diario de una soñadora".
Pensar en vuestro diario, si es que escribís uno, o... en vuestros pensamientos de por la noche más íntimos (y no me refiero a los guarros sino a aquellos que solo son para nosotros), que yo lo exponga públicamente, no quiere decir que necesite hablar de ellos con alguien. Al revés, soltarlos aquí ya me resulta bastante liberador. Como me dijo mi psicóloga allá por el año 2013... Hay muchas maneras de desahogarse. Hay personas que hacen sudokus, salen a correr, se ponen la música más alta de lo normal o salen a pasear. Cada uno debe encontrar la manera de canalizar sus emociones, inquietudes o pensamientos. Escribir me permite soportar. Soportar lo que duele, lo que me inquieta, lo que me pasa por la mente. Escribir me ayuda a quitarme esas cargas que a veces, sin querer, se quedan en la mochila.
Lo digo, porque familiares, amigos... Después de leer mis posts, me piden explicaciones o aclaraciones, o si esto va por este, o esto por aquello. Son mis pensamientos, al igual que los tuyos que ahora mismo estás leyendo esto. Cuando alguien hace un comentario (conocido mío, claro) sobre mi post, es como si me estuviera observando desnuda. Es inquietante y un ataque a mi intimidad, una violación, ¿me entendéis? Son mis sentimientos más profundos. Mis reflexiones, que no mis conclusiones. Mi forma de organizar mi caos. No es mejor ni peor. Es mi manera y la que me costó mucho encontrar y por supuesto que la voy a seguir y oye, quizás a Helena, mostrarle un camino como lo he hecho con Javi, no lo sé. Puede ser que este no sea su forma de canalizar de ninguno de los dos, y no pasa nada.
Pero este es mi refugio, y es mi sitio donde solo estar yo. Y es mi momento íntimo donde todo desaparece hasta que me voy a la cama y me duermo. Es bonito y poético encontrar el refugio en las letras como tantos grandes de la historia. Es bonito trabajar arte y sentimientos.
Viernes
Antes era mi día favorito de la semana. Ahora son todos igual de malos. El sábado parece liberador, parece un paraíso, y si libra Javi, mejor. Pero con las ganas de vomitar todo el día, los mareos a causa de la anemia y los problemas de salud que no conlleva el embarazo pero que sí se agravan, pues todos los días pasan a ser igual de grises.
Los recuerdos de Facebook me gustan y me parecen nostálgicos. Y como dice Sissi Emperatriz: "la nostalgia es una enfermedad que no te deja olvidar los recuerdos y los sentimientos que suscitan los mismos". Me veo con otro cuerpo, con otra cara, ¡hasta con maquillaje! Que ya no uso puesto que ni ganas tengo. Me he rebelado al espejo y no quiero mirarme. No quiero saber nada de la imagen que me devuelve. Es temporal. Debe ser temporal. Ojalá pudiera volver a mi zumba, a mis horas de gym. Lo necesita mi cuerpo, y mi mente.
Es la semana difícil. También lo sé. También sé que todo afecta y que necesito ver otros paisajes, oler otros aires y respirar diferentes aromas. Pero también soy consciente de que no puedo. No es momento de turismo. No es momento de nada más que reposar en el sillón porque así mi cuerpo lo pide. Cada esfuerzo, es un sacrificio.
Pero lo llevo en silencio todo lo que anhelo, todos mis deseos pero el silencio es solo la cárcel del alma. He cambiado de actitud, una vez que todos saben de mi estado de salud, no quiero más preguntas, no quiero hablar más del tema porque me entra bastante negatividad. Necesito personas como hace Alex, hablarme de todo menos de cómo estoy, mandarme fotos haciendo el gamba... Distracción (siempre de los límites que puedo, me permito).
Tengo ganas de escribir algo brillante, de hecho, tengo muchas ideas en el tintero. Pero ideas que se quedan en nada. También quería dar las gracias a todos lo que últimamente me seguís en Facebook, Instagram y diferentes redes sociales. Los miles de comentarios y los mensajes contándome vuestras vidas. También quería que dar, como siempre, a todos mis amigos que me preguntan todas las semanas: Sonia, Rocío, Ana, Dani, Laura, la otra Laura, Mª Mar... Mucha gente que te hace sentirte un poquito mejor, al menos anímicamente. Los amigos son la familia que se elige y yo soy muy afortunada, lo diré siempre. Pero los procesos duros que se llevan dentro, son procesos que hay que pasarlos en soledad, superar miedos, intrigas, molestias, incertidumbres, momentos límites donde todo lo mandarías a la mierda... Procesos en los que pasas por todo tipo de emociones. Pero estoy acostumbrada. Me lo recordó anoche Sonia. "Tu vida es así, me jode porque no te lo mereces, pero no hay ni un solo capítulo de tu vida que haya sido un jardín de rosas. Pero te hace ser fuerte". Querida Sonia, te hace ser fuerte pero no querría esto, de hecho, ahora que voy a ser madre, no quiero que Helena pase por esto. No necesita vivir muchos de mis capítulos para ser una WonderWoman como vosotros decís. Quiero que sea una niña normal que viva cada etapa de su vida como debe vivirla. Y juro que no seré protectora, porque las cosas nos pasan para darnos lecciones de vida, pero... todos sabemos que si pasamos una autopista con los ojos cerrados, lo más probable es que nos atropellen. Hay cosas que no necesitamos probar para saber. Ojalá sea ella distinta a mí. Que tenga una vida, ya no os digo feliz, pero sí lo más normal posible... Que de sus esfuerzos recoja sus frutos. No de sus triples esfuerzos, no de todos los errores y piedras que la vida te pone en los caminos. No quiero que sea fuerte a la fuerza. Eso no. Porque si es un poco inteligente, pronto tendrá la pregunta que su madre tiene en mente: "¿merece la pena tanto esfuerzo?"
martes, 23 de agosto de 2022
Diferencias
No hace ni doce horas que escribí mi último post, y ya va la primera. Tengo que cambiar ciertas cosas. Tengo que cambiar dar todo de mí por la gente. A la gente no le importa tu esfuerzo. Es algo abstracto que no se ve y ni siquiera se sienta a través de la telepatía.
Haces cosas, siempre recordando y partiendo desde el punto de origen de mi salud y como me encuentro, que ayudan a los demás, pensando en el futuro pero chocas con el presente. Siempre tengo planes, siempre voy diez años por delante, pero para llegar ahí, hay que pasar primero por aquí. ¿Qué significa? Que si quiero una ayuda en el futuro, he de mover los papeles ahora. Que si quiero algo cómodo y cerca, tengo que moverme. Que la pereza no es válida. Pero eso solo lo sabe quien está solo.
Ayer por la noche, hablando con Javi de un tema que para mí es incómodo. Es mi único tema incómodo podría decirse... Me di cuenta, que llevo sola más tiempo del que pensaba. Que por mucho que te ayuden, siempre habrá caminos exclusivamente para ti, piedras con las que tropezaras siempre y tendrás que levantarte solo. Nunca se me ha permitido darme un respiro porque me doliera la cabeza, la tripa o estuviera cansada. Es más, las cosas que hay que hacer son las que muchas veces me han mantenido activa cuando solo tenía ganas de quedarme bajo las sábanas escondida de un mundo que dolía.
No comparto, ni entiendo a nadie que un placer corto en el tiempo, algo que luego olvidaremos le impida cumplir una obligación. Y si lo que te da pereza son los procesos... y te los dan hechos. Lo entiendo aún menos.
Son concepciones de dos personalidades muy diferentes con vidas muy opuestas. Sé que poca gente llegará a entenderme a mí, ni siquiera aquellos que presumen de ser empáticos. Hay historias que solo las comprendes si las vives.
lunes, 22 de agosto de 2022
Para cuando creas que no y es que sí
Antes de que la semana tome su rumbo. Siga el trascurso que ha de seguir, quiero dejar claro que te apoyo en todas tus decisiones tanto en las que sean erróneas como acertadas, tal cuál me pediste. Siempre con un paso atrás porque sabes que no quiero meterme en temas que no me conciernen en absoluto.
Pero eres un buen padre y una buena persona que siempre mira por los demás. Y mirar por los demás supone que a veces no llegamos. No somos súper héroes, además te aconsejo que ni lo intentes. Fingir que somos más que humanos solo crea decepción que a veces, es muy difícil de gestionar. Ojalá viniera la vida con solucionario de los problemas diarios, pero no es así. Simplemente, haces lo que puedes con lo poco que está en nuestras manos.
Es nuestra semana dura y disimular o no aceptar que lo sabemos, es absurdo. Es la semana que más discutimos y la que más se nos hace cuesta arriba como pareja. Por eso quería escribirte esto, antes de que sucedan cosas como las de la semana pasada y tenga que ir corriendo a Fito a que te de un poco de aire fresco, te ayude a bajar la tensión y a canalizar lo que en mi opinión es miedo.
Te quejas muchas veces de que te falta apoyo o que no te decimos que lo haces bien. Aquí lo tienes, un escrito que te vale para esta semana y la semana que más lo necesites. Te quiero, me casé con la mejor persona que conozco, con una gaseosa que tiene cosas que limar (como todos) y no por ello vale menos, ni siquiera por tener un poquito de barriga o una camiseta menos planchada. Me fijé en ti por muchas cosas, hasta tus defectos me parecen adorables (a veces). Javi, lo haces bien. Lo haces como buenamente puedes y eso es lo mejor que tienes, que no te rindes.
¡Vamos a por la semana!
sábado, 20 de agosto de 2022
Reflexiones nocturnas
Ana ha visto como estoy. Hoy ha venido a casa. Y ha podido ver que soy un ser que tan solo transforma el oxígeno en dióxido de carbono. Que mis náuseas son constantes y la vida se me va junto con mis fuerzas.
La enfermera que ha venido a casa para controlar mi tratamiento, por los resultados obtenidos no ha puesto muy buena cara. Todo se verá el lunes cuando se realicen, de nuevo, las pruebas.
En un momento así, hasta que un trabajador del súper se fije en ti, te levanta el autoestima. Casada, sí, estoy casada. Pero no voy a negar que en uno de los peores momentos de mi vida un piropo siempre alegra. Y más cuando pasas desapercibida por ir sumergida en tu mundo interior. Controlando la respiración y no toser más de la cuenta. Parece un pecado toser en público... O estornudar. La gente sigue teniendo su asma y sus alergias. No todo es covid.
También la enfermera me ha hablado del Covid. Ahora mismo, sí lo cogiera, estaría hospitalizada hasta que diera negativo puesto que mi cuerpo es muy posible que le costara salir de ello.
Cuando el mundo te prepara para todo aquello que puede pasar. Cuando el cuerpo roza límites que no sabías que existían, te preparas para el futuro. Cosas que antes te importaban, ya no. O pasan a ser secundarias. En otro momento, estaría pensando en qué piensa Sandra por no poder ir a su boda, o en qué decepción siento yo por no ir. Y hoy, solo pienso en cómo recuperarme y salir de ésta.
En teoría, hasta noviembre, mes en que nacerá la bebé, no terminaré de cuararme del todo y sin hablar de las secuelas que puedan quedarme.
Un mundo sin mi tampoco cambiaría tanto. Es más, no cambiaría nada. Si importara a mi familia, hace días habrían venido del pueblo, ¿no? Y al final Javi tiene una vida paralela con su hijo. Nunca estaría solo. Además estaría bastante entretenido. Fuera de bromas, pase lo que pase, es lo que cada uno tenemos escrito.
Nunca he tenido miedo al final. De hecho, he buscado ese final numerosas veces por la vida que he tenido. Perder el miedo al miedo, es peligroso. No hay barreras que te impiden hacer locuras. Has perdido el respeto a la vida... O a la muerte. Eres más fuerte, o simplemente te da todo igual. Esto no quiero que suene como una tragedia, para nada. Es un tema que mucha gente esquiva, como si fuera tabú, y es algo que forma parte de la historia de cada uno. Es una fase más, sin más.
Me quedo tranquila que mis amigas más cercanas vean en qué condiciones estoy. No hay nada de exageración. Me ha tocado esto y lo llevo como puedo, sola. Por mucho que te pregunten, al final, los demás están fuera y sienten lo tuyo de aquella manera. Es normal. Es lógico. Puedes tener empatía y compadecerte de una persona, pero de ahí no pasa. Cada uno llevamos nuestra cruz y no por eso eres egoísta. Eso te hace ser persona. Todos vamos a lo nuestro, todos tenemos más preocupaciones. Y al final, estás sola.
Cómo os dije ayer, no me molesta estarlo. Llevo toda mi vida lidiando con ello, y muchas veces gracias a mis amigos he sentido lo que es pertenecer a una familia. Una familia que siente afecto por ti. Y es bonito.
Os dejo que creo que el insomnio llega a su fin. Creo que ahora puedo irme a dormir algo más tranquila, ya que este tema hablarlo con Javi es imposible. Se tensa. En la vida suceden cosas, y no pasa nada, siempre has de quedarte con lo bueno... Lo malo duele, pero un rato. Siempre gana lo bueno. Hacerme caso. Pensarlo esta noche.
jueves, 18 de agosto de 2022
Ni al miedo
Últimamente me siento sola. Mucho. Pero no me importa. Me gusta en cierta manera. Contar siempre lo mismo de "cómo estás" es pesado puesto que no hay cambios. Me estoy arrinconando en cosas que hacer. En muy pocas la verdad porque la energía que tengo, es la que puedo usar.
Me he mirado al espejo y he tenido mucho tiempo para pensar y escribir algo. No me gusta lo que veo, pero es que estoy embarazada. Sabía que esto de engorda lo iba a llevar muy mal. Pero es que tiene que ser así.
Javi está. Sí. Pero en una semana que cada uno tiene lo suyo. Yo voy por libre, como siempre. Con todo lo que me preocupa, lo que no. Mis pensamientos y deseos que cada vez son más privados. Me gusta tener mi mundo interior, en el que nadie se mete porque nadie lo conoce ni sabe de él. Me aporta tranquilidad.
Hace años perdí el miedo al miedo. A mi gran miedo. Todos tenemos uno, y era ese: estar sola. Ahora lo agradezco. Le doy al de al lado su independencia porque yo necesito la mía. Necesito respirar, alejarme de todos un rato y ver que mis errores son humanos y que mis castigos impuestos son excesivos.
También estoy harta de justificaciones y explicaciones. Hace unos días, en el pueblo, fui repartiendo zascas a toda la familia en el tono más cordial que conozco, sin alterarme. No se me movía ni el flequillo. Esa frialdad y distanciamiento del que hablo, te permite hacer eso. Cuando tu vida está tan mal, que ya no disfrutas de absolutamente nada porque solo tienes molestias y malestar, pues... El que pasa por tu lado, te afecta poco o nada.
Mis amigas siempre me han preguntado cómo es posible que no salte con algunas cosas o Javi, se alucina al ver mis silencios con algunas personas. Es sencillo, hay personas que no aportan nada pero tienen que estar en nuestra vida. La vida está hecha así, es lo que hay. Y no sé, será un don. La capacidad de poder apartarlas tanto que cuando hablan, desconecto y me meto en mi mundo. Hay muchas personas que no me resultan interesantes, que su personalidad simplemente me aburre y paso. No sé, para mí es fácil. Da pereza y yo tengo muchas cosas en las que pensar.
Estando como estoy, ese don se agudiza aún más. Me gusta la soledad, ver que puedo con muchas cosas solas sin necesitar a nadie. Sé que sin saber ni gustarme la cocina, soy capaz de hacerlo bien. Es solo un ejemplo. Y eso, favorece mi autoestima y ahuyenta al miedo. ¿Miedo a qué? Pues a muy pocas cosas... Ni a la muerte. Es algo que todos tenemos que pasar por ello. Unos antes y otros después. Es la vida. Es más sencilla de lo que la pintamos. Así que hazte tu propio mundo y nómbrate alcalde de él. Y pasa... Pasa de todos. Sólo escuchate e intenta ser feliz.
miércoles, 17 de agosto de 2022
90 - 60 - 90
Tú eres perfecta, sin el 90-60-90.
Después del mundo yo darle la vuelta, te tenía al lado y no me había dao' cuenta... Que tú eres perfecta. 🎵
Y quiero que me veas como yo te veo, cuando me vea guapo y cuando me vea feo. 🎶
Quiero que me quieras como yo te quiero, como yo te quiero, como yo te quiero... 🎤
Quiero que exageres como yo exagero y no te me rías porque esto es en serio. 🎵
Quiero que me quieras como yo te quiero, como yo te quiero, como yo te quiero... 🎶
Que tu cuerpo es mi lugar favorito y tu boca mi comida favorita... Porque tú eres lo que yo necesito, porque yo soy lo que tú necesitas.
17 de agosto de 2022
¡Por fin han bajado las temperaturas!
¿Sabes, cariño, está siendo el verano más caluroso de hace décadas? El verano que me quedé embarazada de ti. Es una anécdota como otra cualquiera. Pero hoy no quiero contarte anécdotas para olvidar (sí, olvidar).
El jueves pasado nos llamaron de urgencias del Hospital Severo Ochoa, quiero que seas pepinera como mamá, la abuela, los bisabuelos, tatarabuelos y seis generaciones atrás. Pero creo que no me lo van a permitir. No sé si en alguna carta te he contado algo de todo esto. Mamá cogió un virus en la Escuela Infantil que derivó en neumonía. Y aquí, en Madrid, el tratamiento ha sido Paracetamol, agua y reposo. Así desde el mes de mayo. ¿Qué ha pasado? Pues que todas las pruebas han salido mal. El azúcar por las nubes incapaz de controlar. Bacterias que derivan en más infecciones y principio de septicemia.
De urgencias, hemos tenido que tratarme rozando la sobredosis de medicamentos. Si estaba mal, cielo, no te quiero contar cómo estoy ahora. Un zombi a mi lado tiene más vida que yo. Nunca te culparé de este embarazo tan pesado y largo. Tú no me has dado guerra en ningún momento. Las pataditas de de vez en cuando que me das y que me haces saber que estás ahí, esperando tu turno a pesar de todo. Papá y yo haremos lo imposible para que estés bien, para que vengas a conocer a tu familia que ya te están colmando de todo.
¡Ay, bebé! Siento que no tengo fuerzas. Cada día es un reto para mí. Y no es que sea quejica, es que las cosas se están poniendo serias... Lo llevo de la mejor manera posible. Papá un poco peor, pero no te preocupes, en menos de 90 días nos vemos las caras. Me debes unos meses de tranquilidad, de relax, así que por favor, no vengas pisando fuerte. ¡Soy primeriza! Y ya bastante me está costando la experiencia del embarazo.
Nos hemos saltados dos bodas, la de mi querido Alejandro y no vamos a poder ir a la de Sandra, tendremos que pensar cómo recompensarlos. Pero el tratamiento me está dejando KO.
Te iré contando todo, entre cita y cita médica. Además, seguro que nos vemos a través de la eco. Te estamos esperando con impaciencia.
martes, 16 de agosto de 2022
Aclaración
Publico muchas cosas. Ahora bastante menos por mi estado de salud: mis infecciones, mis bacterias y todo lo que conlleva.
El día a día es muy duro. Y tengo mis momentos. Ahora mismo reconozco que leo más que escribo, y si leo algo que me gusta o me identifico con ello me lo guardo hasta que tenga una foto decente que pueda publicar, ya que los viajes se truncaron y las vacaciones no son tanto como esperábamos por los mismos motivos.
Pensar que todo lo que publico va dirigido a una sola persona, me parece una idea un poco egocéntrica la verdad.
Y tampoco tengo necesidad a estas alturas de mi vida de poner ninguna indirecta a nadie. Ni tengo motivos, ni tengo intención, ni soy así. La etapa adolescente pasó hace tiempo, no mucho, pero el suficiente para no querer volver a ella.
Quién crea que lo que publico, que no lo que escribo es para él o ella, hay un refrán: "quién se pica, ajos come". Pero escribo esto porque es muy injusto que personas que no me conocen en absoluto, tengan una imagen así de mí. También os digo, peor para ellos. Porque me niego a justificar cada uno de mis letras. Son mías o escogidas por alguna razón personal y únicamente mía que las compartiré con los míos. Sólo con quién a mí me apetezca y me salga en ese momento.
Me da pereza este tipo de redacción, pero a veces y juro que no es por mi, es necesario. Supongo que para aclarar cosas que en mi opinión, no son necesarias. Soy de la opinión de que la gente crea lo que quiera, esté equivocada o no, allá ellos, no es mi problema. Cada uno con lo suyo. Pero bueno... Es la última vez que me justifico por una publicación. A partir de ahora, cada uno que piense y opine como vea. Yo voy a seguir en mi línea, publicando lo que me apetece, lo que siento en casa momento y mi blog es libre de leerse o no leerse. Así que... Saludos a todos y por favor, no dejéis que nadie es condicione ni os límite quién sois. Sólo vais a perder vosotros.
lunes, 15 de agosto de 2022
Los que te queremos
Querido Javi:
Vamos a ir por partes porque quiero expresarte absolutamente todo lo que pienso. Hacer caso a Fito, una de las personas que mejor te conoce.
Es cierto que te cuesta verbalizar lo que te pasa por la mente. Que priorizas a los tuyos por delante de ti siempre. Pero Javi, todo desgasta. Todo pasa factura. Y aunque insistas que estás solo. Que muchas veces nos sentimos así aunque estemos rodeados de cientos de personas, no lo estás. Tienes a tu amigo, lo tienes desde antes de que yo llegara. Y me tienes a mí.
Te pido que cuando encarecidamente, que no me metas en una burbuja, que me hagas participe de lo que a ti te importa aunque pueda parecer una tontería. Porque haré todo lo que esté en mi mano para que termine siendo eso, una tontería. No me hagas jugar a las adivinanzas, a tener que saber lo que piensas o cómo te sientes.
En personalidad, somos diferentes, opuestos diría yo. Tú prefieres gritar y patalear, sacarlo todo. Ser gaseosa para después hacerte un ovillito. Yo soy más fría. Prefiero mantener la calma, esperar, observar y luego actuar si es que va conmigo.
A veces, lo que no va conmigo, lo tomo con respeto y distancia. Espero a que el protagonista de la historia tome sus decisiones y ejecute, tanto si está en lo cierto como si no. Hemos de respetar a nuestra pareja siempre. ¿Sabes por qué llegué a ser así? Porque ser temperamental me hacía soltar cosas por la boca por las que luego tengo que pedir perdón. Y no compensa hacer daño a quien más quieres, ni hacerle llorar. Pero es algo que medité a solas y decidí cambiar. Con ello no pretendo dar ninguna lección, al contrario, intento cambiar por todos mis defectos. Para ser mejor.
Javi, te lo he dicho muchas veces y mis palabras no se las lleva el viento puesto que quedan registradas en mi blog y publicadas para todo aquel que las quiera leer. Fito todos los días me dice que eres muy buena persona. Lo sé, por eso no quiero que tengas la sensación de abandono ni de soledad porque no es real. Te mereces lo mejor y los que te queremos haremos lo imposible por ayudarte y acompañarte en tu vida. Tal cuál lo haces tú por lo demás.
Si me apartas... En momento difíciles... Ayudarte se hace misión imposible. Cuando lo único que busco es ser tu apoyo o tu refugio de esos días malos.
No quiero extenderme más, es tarde, y queremos dormir. La pasada noche no ha sido la mejor. Por supuesto, dar las gracias a Fito por poder conte con él siempre. Eso dice lo buena persona que es y... Javi... Dios los cría y ellos se juntan. Piénsalo.
Buenas noches, y jamás olvides que te quiero.
domingo, 7 de agosto de 2022
Consultorio
Buenas noches, Diario de una soñadora.
Quería escribirte algo personal que he hablado con mis amigas, más que con mis amigos y quería pedir una opinión externa. No sé si contestarás a estos temas pero es algo que me preocupa.
Llevo con mi pareja dos años. Mi inquietud abarca el tema sexual. Continúo. Antes éramos increíbles en la cama, a diario. Encontré a la mujer de mi vida, con una energía que me enamoró. Para mí, el sexo es importante, muy importante y por lo que tenía entendido, para ella también. No quiero parecer el típico hombre que solo quiere follar a todas horas, pero hemos pasado de cero a nada. Sus excusas cuando lo hemos hablado son cansancio, agotamiento del trabajo, calor, dolor de cabeza (sí, típica excusa), no me apetece y te prometo que lo he hablado con ella por activa y por pasiva. Es importante el sexo, vale que no todos los días, pero pasar de cero a nada... Mis amigas creen que puede haber otro o que la magia del inicio terminó... Y mi versión es que ya no le gusto por rutina, el día a día o desgaste de la misma relación.
Reconozco que siempre ir yo, está tocando mi autoestima. La sensación de mendigar que alguien te quiera es lo peor que he sentido. Y me prometo no volver a ir, pero es que la quiero, me apetece estar con ella. Siento que esos momentos íntimos nos reconfortan, nos ayudan a afianzar nuestra relación. Sin ellos... Somos amigos, buenos amigos.
No sé si estarás de acuerdo conmigo o qué opinás, me encantaría que me contestaras. Por supuesto, mi duda es públicamente anónima. Quizás pueda ayudar a alguien más.
Buenas noche, querido seguidor.
Antes de nada, gracias por leerme y estar al otro lado de la pantalla. Siempre es de agradecer. Continuar diciéndote que no soy nadie, ninguna especialista ni en psicología ni en sexología, pero si quieres mi opinión. Allá voy.
He vivido algo similar. ¡Vivo algo similar a día de hoy! Vamos a ir por partes. Para mí es algo imprescindible, me refiero al sexo. Es algo con lo que disfruto, me ayuda a liberar tensiones y estoy completamente de acuerdo contigo en que es vital para la pareja. Ayuda a solucionar problemas, a llevar situaciones tensas, a poner el cuentakilómetros a cero.
Creo que el que te guste o no el sexo, no tiene nada que ver con ser hombre o mujer. Eso de que es de hombre me parece de una concepción bastante arcaica. Creo en la igualdad, y en el disfrute de nuestro cuerpo por igual.
Lo que opina tu grupo de amigos, también se te ha pasado a ti por la cabeza. Reconócelo. A todos de nos pasan esas cosas cuando nuestras relaciones cambian de manera tan radical. Yo me inclino más, o me resulta más fácil pensar que para ciertas personas, la magia de lo nuevo... Acaba. Y pasa a ser rutina, y la rutina apaga cualquier fuego... Por lo que desgasta. Quizás es la excusa que menos duele, con la que más cómoda me siento. Quizás pensando así, somos dos idiotas creyendo que el mundo es de color de rosa. No lo sé, pero prefiero ser idiota que prejuzgar a alguien que quiero, ¿no? No me gustaría que lo hicieran conmigo.
Sí. Ir siempre uno acaba sin querer con nuestro autoestima. Y como bien has dicho tú. Se llama mendigar. Mi pareja dice que no, y si tú le preguntas a la tuya, te responderá algo parecido, me apuesto lo que quieras. Todas las parejas tienen un amado y un amador. Una pena, pero uno siempre quiere más que otro. Sólo tienes que pensar si te compensa tu rol. Y también soy de la idea de que sin sexo, somos amigos.
Te propongo tres opciones que he encontrado pero no tengo ni idea de si funcionarían, puedes probar y me lo puedes contar.
A) Hablar con ella tal cuál me lo has dicho a mi. Exponiendo todos tus sentimientos y opiniones dando un ultimátum... Porque, amigo, amar sin recibir... Acaba con las relaciones tanto como la propia rutina.
B) Crear una relación abierta. De eso van. Buscar fuera lo que no tenemos dentro. Y más si es hablando de sexo. Podemos compartir con nuestra pareja muchos tipos de intimidades. Un cine, una cena, un viaje... Pero quizás en el sexo no coincidís (sabrás si estás en otro punto usando la opción A).
C) Considerar que tu relación murió y tomar decisiones sobre ello. Duele, y empezar de cero no es fácil. Pero piensa en ti, y en lo que te hace feliz... Quizás mendigar, a la larga, no te guste. Y en el mundo hay muchos peces que seguramente les guste tu manera y tu concepción de ver la vida y de llevarla a cabo.
Espero poder haberte ayudado algo. Aunque sea desahogarte. Aquí estoy por si te apetece seguir contándonos tu historia.
Gracias por estar ahí.
viernes, 5 de agosto de 2022
Solución encontrada
La vuelta del pueblo siempre es dura. Recuerdo cuando iba en coche con mis padres, ya entrado Septiembre, como lloraba al ver el cartel de Madrid allá por la urbanización de Calypo Fado. Este año, es diferente todo. Absolutamente todo. Es la primera vez que estoy en Madrid en Agosto, y es raro. La felicidad de mi pueblo se ha visto empañado por una serie de actos familiares que acreditan cada día más el dicho de "la familia y el sol, cuanto más lejos mejor". El refranero español siempre tan acertado.
Ahora vamos al tema en cuestión. He estado en urgencias, que es lo que hago últimamente, en Plasencia. De nuevo, infecciones y bacterias que me dejan KO. Le dije a Javi una de las noches, que me sentía morir (creo que eso lo he contado en otro post), un día más tarde me desmayé en plena terraza de "El Mirador" (un bar del pueblo). Mi cuerpo necesita un descanso de tantas infecciones, fiebres, dolores, mocos, toses, etc. Aquí en Madrid, no me puedo quejar nada, la verdad. Javi no para de cuidarme, me tiene en palmitas y es de agradecer, por supuesto, pero eso no quita nada de cómo me siento. Como una tullida. Hoy he puesto una lavadora y a continuación, no podía respirar. Me he quedado con dolores en el pecho y en la espalda, con una sensación de que algo te atraviesa. Este calor, como hablaba con la tía de Javi, no me ayuda. Y en el ánimo me pasa factura.
A Javi le pregunto mucho por su primer embarazo, por cómo lo vivió, por comparar un poco la sensación que tengo de estar decaída todo el día. Me crea curiosidad, pero es un tema que corta enseguida e insiste que no lo vivió como el nuestro, donde (y os prometo que no son palabras y son hechos) se está desviviendo. Pobrecito mío, cuando tuvo que sacar adelante la situación del desmayo. Donde ves que tu mujer cae desplomada en la silla inconsciente, por la noche otra vez de nuevo, y al día siguiente.
Cómo es para él salir a hacer la compra, a hacer comidas y cenas, cuidar de Maya y Cuquito. No se priva de nada el pobre. Os prometo, que no he conocido a nadie con mejor corazón y tan entregado. Se despierta de noche con el mínimo movimiento o tos. Me coloca los cojines, el ventilador, las almohadas... Es que no son palabras como os digo, es vivirlo, es verle como se encarga de todo.
Hoy necesitaba estar sola en la habitación junto al ordenador, y le he preguntado cuál era su opinión de lo que estamos viviendo, y es de solidaridad, unión y equipo. Cuando me he quejado de mi marido, lo he escrito y lo he dicho, además, le suelo dar las entradas a leer antes de publicarlas, es una forma de mantenernos comunicados respecto a todo. También está bien escribir que es el mejor compañero que pude escoger para esta aventura que cada día está más cerca. Necesitaba una ducha, a Beret de fondo y mi ordenador. Siendo como soy, la casa me come, las paredes me encierran en una jaula, pero tengo que aceptar que este año las circunstancias son las que son y que están acompañadas de un tsunami de calor, porque esto ya no son olas.
Encerrarme en la habitación es estar un rato en silencio conmigo misma. Sigo necesitando mis momentos de soledad, y las semanas de Cuquito, no os voy a engañar ni lo voy a llevar como las almorranas, en silencio, son duras. Hay momentos y momentos. En el pueblo, estamos todos esparcidos por la casa, si queremos no nos vemos, pero esto no deja de ser un piso. Cuquito creo que, como todos los niños que les toca ser hermanos mayores (como me pasó a mí), pues se va oliendo lo que viene. Y un hermano pequeño, no es como te lo pintan (os hablo por experiencia), un hermano pequeño no llega al mundo para jugar, porque un bebé recién nacido no va a jugar nunca. Te van a decir: "cuidado con él", "habla más bajito", "luego te atiendo", "deja de hacer eso que eres hermano mayor"... De momento, tu mundo cambia. Eres el mismo de siempre, pero las circunstancias te exigen que de un día para otro, cambies. Y empiezan las llamadas de atención tan insoportables (os lo cuento como profesional, como profesora de infantil), a tener un pequeño retroceso evolutivo, a llorar por nada porque simplemente tienen que desahogarse (quiero recordar que los adultos lo hacemos, aunque lo hagamos a escondidas porque somos mayores). Empiezan nuevos comportamientos que a los adultos nos sacan de quicio. Y en mi mente siempre estará que yo no soy ni su madre ni su padre. Ellos son los que llevan el peso de toda su educación, yo decidí y así lo llevo... mantenerme al margen, pero no quiere decir que no me afecte como conviviente de este núcleo familiar. Sé lo que haría en clase con rabietas, sé cómo actuaría y las herramientas precisas que hay que usar y enseñar a los padres, pero en este caso en concreto... No voy a participar puesto que no es objetivo.
Hablar con mi tía, la mejor profesional que he conocido, además de la mejor persona y mi ejemplo a seguir como madre, me ha ayudado. Simplemente con hablar con ella, con desahogarme, no tiene ni idea de lo que supuso para mí. Saber que lo estoy haciendo bien, me crea tranquilidad, saber que perder mi vocación por momentos, patalear, enfadarme y contar hasta mil... Es normal. Y más cuando sea madre. No debo sentirme culpable por rozar los límites, por agotar mi paciencia. Es normal. Abandonas tu vida, como nos dijo a Javi y a mí, para dedicarte por completo a los niños. Vi como trataba a Dani, vi como se deshacía en cosas para mi bebé. Vi en sus hechos y en sus palabras la que perfectamente podría ser yo en un futuro. Desde luego, es la mejor madre que conozco con diferencia. Y Javi, cuanto más la conoce, más lo opina también. Da gusto estar horas y horas de charla, incluso cuando se enfada, porque me veo reflejada. Es mi carácter pulido con la edad. Es mi hartura de familia canalizada a través de muchos años de experiencia, es mi vocación hecha profesión.
El estado de mi salud, hace que me fije en muchas cosas en las conversaciones. Me siento como una monja de clausura teniendo su vida contemplativa. La vida me ha puesto un freno y me está enseñando a ver más allá. A reflexionar sobre muchas cosas, a pensar tres o cuatro veces, a recapacitar aunque necesite tres minutos de soledad en mi habitación, o como hacía en el pueblo, en la piscina. He aprendido a desnudarme, literal. A dejar complejos de lado, a ser egoísta y mirar por mí aunque esto último, me cuesta, soy una pringada, siempre se me va el ojo al de al lado. Pero siento que estoy creciendo y no solo en la parte de la tripa. Estoy expectante a todo lo que viene, pero con Javi cerca, todo lo siento más fácil. Seguimos acoplándonos, tejiéndonos, hablando para que todo fluya mejor. Incluso, aprendiendo el uno del otro. Hace bastante que no discutimos, y cuando a él le sale el genio, sé como mitigarlo. Estamos aprendiendo, practicando... porque lo que viene, separa. Es un hecho. Las familias, separan, los niños que ya están... Y hasta la perra, separa. Lo importante es encontrarse, volver a enamorarse cada día de tu pareja. Buscar tu espacio, tu intimidad, esa conexión que no se debe perder. Y lo estamos haciendo. Al menos yo. Le prometí ciertas cosas que estoy cumpliendo, y de ello, estoy muy orgullosa. Mirar por ti primero, para querer más al otro, me parece la gran solución de cualquier pareja.
lunes, 1 de agosto de 2022
Más que negro
Hoy cuando todo se ha vuelto negro... He pensado por fin se acaba. Llevo varios días sintiendo que me apago, y queriendo apagarme. Lo he hablado con Javi y con Sonia, quizás entre broma y broma, pero hablado queda... Son demasiados días estando mal, sin poder respirar, sin poder andar, sin poder vivir... Estoy cansada, y no sabéis hasta qué punto. Mi agotamiento supera cualquier límite que os imaginéis.
Y a mí mente viene el domingo aquel que me parece tan lejano, pero siempre vuelve... Por un lado, pensando en la suerte que tuve y por otro, lamentando lo que no ocurrió. Ese domingo, cambió mi vida. Me empezó a dejar de importar todo. La chica exigente plus, murió. Ya nada era igual... Dejé de tener preferencias, de importarme los demás como antes lo hacían. Me volví de hielo, y ese hielo crea soledad, que a veces me gusta y otras... Me llevan de nuevo a esa noche.
La vida también perdió su sentido, su color y su camino. Empecé a fluir, a dejarme llevar, a ser egoísta y no ir más allá de nada superfluo. Me volví individual para salvarme y desconfiada.
Sentí morir, como hoy, pero solo lo sentí.
Sentirse en paz
Sentirse en paz es una de las mejores sensaciones del mundo. Eso es algo que aprendí con el tiempo.
Nos pasamos la vida teniendo momentos buenos, pero también momentos que nos hacen tocar el suelo, ponernos un nudo en el estómago y sentir que no podemos más. Ese cúmulo de momentos nos hacen fuertes y, cuando sientes que todo ha pasado, el alivio que notas es indescriptible.
Por eso valoro tanto el sentir paz.
Me pasé mucho tiempo sin saber lo que era eso. Estando perdida, con miedo, y con mucho ruido en mi cabeza. Cada día. Pero hubo un momento que volví a ser yo, y sentí esa tranquilidad que hacía tanto tiempo que no sentía.
Y entonces descubrí lo valioso que es. Descubrí que no hay nada como sentirse en paz, tranquila, y rodeada de personas que te hacen sentir lo mismo.