miércoles, 11 de octubre de 2023

¿Puedo hacer algo por ti?

Hoy sí, hay dos entradas. Primero gracias a más de 300 personas que esta semana se ha sumado a "Desde mi ventana". Guau. Sólo puedo decir eso y estar eternamente agradecida.

Hoy, me he levantado a las siete de la mañana. Me he arreglado porque mi hija no es de las que madruga. He arreglado toda la casa. He escrito a Javi, para ver qué tal la mañana y me ha pedido que bajara a verle. 

Dar vueltas y vueltas a las cosas. Estar hablando o escuchando audios de mis amigas, te reorganiza un poco la mente, pero... Lloras. Sin motivo aparente y sé que es hormonal. Lo sé, y es algo que estoy esperando que pase. Qué todo se normalice.

Después de agradecer en el anterior post a mis amigas. Quiero agradecer a mi marido todo lo que hace por mí.

Le escrito cómo me sentía hoy. Sabéis que me expreso mejor escribiendo que hablando. No para molestarle... Le he escrito más por mí. Para que sepa cómo estoy al llegar a casa. Y porque escribir, ya sea para él o para mí (mi blog), me ayuda. La simple pregunta de... "¿qué puedo hacer yo para ayudarte? Dímelo y lo hacemos", me ha parecido el gesto más bonito desde hace mucho tiempo. Fijaros con lo que una es feliz. Con nada. Yo no necesito dinero para ser feliz. Necesito la energía que me da mi casa, los míos. 

"Es sólo este tiempo. Volveré a ser yo. Lo prometo. Más vale que el bajón lo tenga sola que cuando estés tú", he respondido. Nadie se merece a una persona triste y deprimida al llegar a casa después de un duro día de trabajo. Aquí todos ponemos de nuestra parte. De eso se trata, ¿no? 

Y sí, volveré a ser yo. A su debido tiempo. Cuando las cosas se calmen. Cuando las malas noticias no dejen de llegar y cuando vuelva a ser la princesa de hielo que siempre he sido y no la princesa llorona, que llora sin un motivo claro.

A veces, has de tocar fondo para volver a subir a la superficie. Y el paseo con mi hija y mi perra, vestidas de fiesta (San Nicasio), me ha aliviado bastante la ansiedad. Hacer ejercicio aunque sea con vestido, me ayuda. Hacer deporte es mi energía, mi cura. Y estoy deseando curarme para volver a ello. 

Y por una vez, maquillarme, no ha estado tan mal... Venga, venga, qué en nada vuelvo a ser yo... A fuerza de voluntad y a cabezonería, no me gana nadie. Sé que voy a estar bien. Lo sé.



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