jueves, 14 de junio de 2018

Su mundo

Ella caminaba por su mundo paralelo y no había puente entre nosotros, ni manera de entrar. No quería compartir su mundo, nada ni nadie podía entrar en él. Yo la veía subir las escaleras de su mundo, mirar con distancia desde su mundo, filtrarlo todo bajo la luz de su mundo. Sé que me quería a su modo desde su mundo, acercaba dos o tres sentidos hasta mí pero en cuanto el corazón emprendía vuelo inmediatamente regresaba hasta su mundo. Era como si cada vez que nos viéramos hiciéramos el amor en tierra de nadie, en un lugar inexistente, porque realmente nunca estaba del todo aquí. Ojalá hubiera podido rescatarla de su mundo, de la celda emocional en que vivía. No la culpo, tenía miedo, supongo que más de imaginable, pero siempre se te car un edificio sobre el pecho cuando una historia de amor deshoja la margarita del fracaso y aquel edificio éramos nosotros y aquel pecho era mi pecho. Decidí marcharme lejos, porque vivir junto a ella era parecido a vivir en el exilio. Y ya ves, como suele pasar, cuando definitivamente decidí partir ella quiso de repente compartir conmigo su mundo, su canción, su porvenir. Pero fue imposible, yo ya no estaba allí, ya era tarde. Ya no daría conmigo. Hacía ya unos días que me había marchado hasta mi mundo.

Marwan


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