domingo, 7 de septiembre de 2014

El domingo

Madrid es perfecto, Gran Vía también. Es interesante como Valencia puede llegar a estar tan cerca de aquí. 
Mientras duermo, no pienso en el fatídico domingo que se aproxima, como siempre el domingo es un adiós para nosotros. Madrid y Valencia vuelven a tomar las kilómetros correspondientes. Intento no pensar en ello, pero el reloj no para de hacer tik tak anunciando que el tiempo se acaba.
Se que llegará, como cada semana, pero aquí me tienes un día más, dejándome acariciar por ti, dejando que pintes círculos en mi espalda con la yema de tus dedos. Dime que esto es el paraíso, porque sino lo es, creo que le falta muy poco.
No pensamos, sólo sentimos, sólo acariciamos, sólo besamos, sólo nos miramos y con eso ya nos es suficiente hasta el domingo. El día en que todo volverá a perder el color, la magia.

Patricia Izquierdo Díaz

 

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