domingo, 31 de mayo de 2015

Animales

Me lo había advertido.
"Me perderás de vista el día
que no salte un antílope en mi pecho".
Nos vimos en 13 ocasiones.
Ella era un bosque y yo solo un jilguero
pero la leña se fue mojando
y las últimas veces parecimos
2 leones heridos.
"Lo siento" me dijo. "Cuando escribas
sobre esto habla de mí
y di que conociste a una mujer
que te invitó a volar
y que no cometió la vulgaridad
de que dejar que encontraras lo mismo
en otros ojos".
Se levantó como un cisne,
recogió sus medias del suelo
y cerró la puerta.

Marwan

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