jueves, 1 de marzo de 2018

CASINO

Lancé la moneda al aire
y en ambos lados salió tu cara,
así que no lo pensé ni un instante,
aposté al todo o nada
y la ruleta giraba y giraba.
"El destino", pensé,
"Más claro, agua".
Me lo juegué todo a tu número
sin saber que me mirabas las cartas.
Casino.
Casi no lo cuento.
Mírame, arruinada.
Me diste suerte en la primera jugada,
me columpié, feliz,
en tu ruleta trucada.
Los dados no mostraron todas tus caras.
Se quedó una escondida
la que dilapidó la fortuna amasada.
Casino.
Casi no me lo creo.
Con el bullicio creí confundir tus palabras
y bailé al son de tus ojos,
hipnotizada,
como si de las luces de una tragaperras se trataran.
Quien no arriesga no gana.
Casino.
Casi.
No.

María Guivernau


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