domingo, 30 de septiembre de 2018

Juego de palabras

La vida es sólo un juego de palabras,
a veces el pasado es muy pesado,
si mezclas juego y fuego descalabras,
y duda, aunque sea muda, es algo hablado.

Sentir hará que sientes la cabeza
o hará que gire el mando de tu mundo,
es rara y sale cara la tristeza,
yo beso con tal peso que me hundo.

Si subes a las nubes te critican,
si pecas es un pique al desengaño,
las cosas de las rosas nos complican.

Por eso yo me aso si te extraño,
los poros de tu piel de hielo lo explican:
Me gusta ser la fusta de tu daño.

Luis Ramiro


Sueños enterrados

Hay hombres derrotados por las calles,
escombros que una vez fueron historias,
ciudades levantadas sobre valles
cargadas de soberbias y de fobias.

Relojes que no esperan ni un segundo,
canciones que nos salvan de la muerte,
café recalentado y nauseabundo
en casas donde nadie se hace el fuerte.

Es sólo el resplandor de la derrota,
el crack de los aviones derribados,
la muerte sin rencor de una gaviota.

Amigos viejos, calvos y cambiados
que vuelven de un pasado donde flota
la luz de algunos sueños enterrados.

Luis Ramiro


Peter panes

Tendremos que querernos por las malas,
nos dicen los dictados posmodernos,
gastar en twitter todas nuestras balas,
dejarnos cuando lleguen los inviernos.

Y luego en primavera nos llamamos,
volvemos a vivir como si nada,
tu circo donde crecen los enanos,
mi prisa por salir justo a la entrada.

Así son los amores de hoy en día,
de crisis, H&M y peter panes,
de modas que odian la melancolía.

Propongo que viajemos por desvanes
y hacer de cada cama nuestra orgía,
vivir sólo de sueños y refranes.

Luis Ramiro


viernes, 28 de septiembre de 2018

Aquel invierno

No sé si recuerdas aquella noche,
justo al principio de todo.
Debimos entrar en los baños de aquel bar.
Estuvimos a punto.
Pero no lo hicimos.
Creo que estuvimos juntos tres años
(O fueron 2 + 2?)
Hubo grandes momentos, lo sé, pero por algún
motivo ahora todo me resulta extrañamente borroso.
Sólo hay algo que recuerdo nítidamente,
como si fuese ayer (en realidad puede ser que fuese ayer).
Tus ojos verdes brillando alcoholizados,
aquella camiseta The Clash y tu cabeza apoyada
en la puerta de aquel apestoso lavabo.

Y no sé si lo sabes, pero aquel bar de Malasaña
ya no existe, ahora es una tienda de ropa.
Y me arrepiento, créeme, me arrepiento con toda
el alma de no haberte arrastrado
al fondo del baño aquella noche,
mientras fuera soplaba
aquel invierno interminable
en el que aún seguíamos vivos.

Luis Ramiro



Otra vida entre millones

La gente en los conciertos me pregunta
de dónde saco tanto sentimiento,
y yo, tan torpe y falto de argumento,
me callo con el alma cejijunta.

Soy sólo un animal en una yunta
que empuja las palabras contra el viento,
no hay un gran corazón, tal vez talento
y esfuerzo que le va sacando punta.

Los golpes, como a ti, me los han dado
mujeres en hoteles y pensiones,
no soy mejor que tú, caso aclarado.

Trabajo con poemas y canciones,
no lloro más que tú ni que el de al lado,
mi vida es otra vida entre millones.

LUIS RAMIRO


Fantasmas

Los fantasmas en las películas
atraviesan paredes pero no pisan el suelo.
Ella flotaba en mi cama
y sabía atravesarme
de parte a parte.

Aún no he logrado olvidarle,
pero a cambio,

he dejado de tenerles miedo
a los fantasmas.

Luis Ramiro


miércoles, 26 de septiembre de 2018

Epopeya

Hay chicas en sus motos de colores
pasando entre los coches aburridos
y hay otras caminando con vestidos
robando hasta el aliento de las flores.

Hay muchas, ni mejores ni peores,
algunas nos embotan los sentidos
y todas han tenido sus heridos
soldados enterrados con honores.

Yo busco en todas ellas algún gesto,
un flash, una intuición, alguna huella,
un rostro que distinga a una del resto.

Y sé que es una estúpida epopeya
tratar de reemplazar lo descompuesto.
Ni tú lo tienes todo como ella.

LUIS RAMIRO



Mis antojos

El viento se cuela por tu escote,
el mar que desaliña tu melena,
las playas que te tocan con su arena,
la luna que te muerde en el cogote.

Mi vida si te agarra sigue a flote,
ser libre junto a ti es mi gran cadena,
tu cuerpo es ya mi cruz, mi última cena,
tu boca a la deriva un camarote.

Me rompo si me miras con los dientes,
babeo cuando me hablas con los ojos
y hacemos el amor en nuestras mentes.

Qué más puedo decir si no hay despojos,
ni sobras, ni reproches ni excedentes.
Tu vida entera: todos mis antojos.

LUIS RAMIRO


Todas las demás

Soy un obseso, lo admito.
No hay nada mejor que sentarse en una terraza
y ver pasar a todas las mujeres. Aquella parece
no llevar sujetador, unas tetas espléndidas.
Esa otra, la del perrito, una boca maravillosa.
Y qué decir de ésta, mírala, cuántos secretos
lleva escondidos bajo el rimmel de sus ojos,
cuántas noches han perfilado su forma de andar,
casi ingrávida sobre el asfalto.
Y aquella que se acerca a lo lejos.
Dios mío, esa es un diez.
Y se acerca.
Se sienta en mi mesa
y suavemente me besa en la boca.
Esa es mi chica y noto cómo unas cuantas miradas
masculinas la analizan detalladamente.
Y la desean.
La desean tanto como la deseé yo
hace ya muchos, muchos años.
¿Que si ya no la deseo?
Claro que sí.
Más que a ninguna.

Pero menos que a todas las demás.

LUIS RAMIRO


martes, 25 de septiembre de 2018

Poeta farsante

El frío llegará tras el orgasmo,
seré distante y serio como un muerto,
no intentes abrazarme, te lo advierto,
aléjate de mí sin un sarcasmo.

Yo sólo prometí algo de entusiasmo,
quisiste sexo y claro, me pervierto,
ahora no me dejes boquiabierto
pidiendo algo de amor tras el espasmo.

Me insultas y me dices -qué farsante,
que vas de hiper romántico en canciones
y luego eres un torpe comediante-.

Y yo, hasta los huevos -con perdones-,
le dije que quien busca un buen amante
no mezcla los poemas con condones.

LUIS RAMIRO


Adolescentes

Contemplo desde un bar
a los adolescentes saliendo del colegio.
No parecen del todo felices,
más bien inseguros y asustados.
Me gustaría decirles
que una vez fui como ellos,
y que ahora, después de tantos años,
soy moderadamente feliz,
un hombre más seguro
y ya le tengo miedo sólo a muy pocas cosas.
Y aún así,
creedme, daría mi alma
para volver a ser
(aunque fuera por un instante)

otra vez uno de ellos.

LUIS RAMIRO






Países

Hay besos que parecen bofetadas
y barcos que no llegan a buen puerto,
armarios del pasado con un muerto
que siempre nos devuelve las miradas.

Hay puertas de salida sin entradas,
amores entre ruidos de aeropuerto
que luego al despegar se hacen desierto,
que luego son caricias biengastadas.

Venganzas que ni alivian ni consuela,
canciones en el forno de los mares,
huidas que al final nos encarcelan.

Intentos de cariño en tantos bares,
miradas de deseo que se hielan,
países que no encuentran sus lugares.

LUIS RAMIRO


lunes, 24 de septiembre de 2018

Carita de tonto

Contigo ha habido noches incendiarias
de cuerpos que se lanzan al abismos,
de dudas en los ojos, de cinismo,
de amar en direcciones tan contrarias.

Conozco bien tus piernas temerarias,
tu sexo, tu dolor, tu mecanismo,
tus gritos solidarios, tu egoísmo,
tus pálidos te quiero, tus plegarias.

Y ahora se nos muere un aeropuerto
y nunca es tarde si decimos pronto,
Madrid no es Casablanca, te lo advierto.

No importan los peligros, los afronto.
Si dejas el futuro un poco abierto
mi cara no será jamás de tonto.

LUIS RAMIRO


Su retrato

Os cuento en una soneto mi relato:
Seguro estoy de estar enamorado
y no es amor si no es exagerado.
Mis exes, ni a la suela del zapato.

Es raro hacer con versos su retrato,
si elijo un buen adverbio es "demasiado",
si busco verso pongo "desordenado",
su nombre me lo guardo por recato.

Diré tan sólo que hoy me siento vivo,
que el mundo sin su voz es un barranco,
que elijo ser su torpe marioneta.

Me cuesta definirla cuando escribo,
su cuerpo es mucho más que un folio en blanco,
prefiero ser su amante a su poeta.

LUIS RAMIRO


La maleta

La cinta transportadora va escupiendo
las maletas de mis compañeros de vuelo.
Otra vez en Madrid. Mientras espero
a ver salir mi antigua maleta color marrón
pienso en lo que ocurrió anoche.
No estaba previsto que en el Congreso
apareciera una nueva delegada de Mallorca,
ni que me mirara de esa forma, ya en bar del hotel,
después de la reunión. Ni que me sonriera de esa forma
mirando mi anillo de casado, que en ese momento parecía estar
quemándome el dedo corazón.
No estaba previsto subir a la habitación
y marcharme de allí dos horas después,
recién duchado y con la conciencia recién manchada.
Mientras sale la maleta doy vueltas, al igual
que la cinta transportadora, a la idea de ser sincero.
De contarlo. Me conozco bien y sé que no seré
capaz de sobrellevar esta carga encima.
Veo aparecer mi vieja maleta, lentamente,
acercándose a mí, cruel, como diciéndome
desde lejos - Qué has hecho, qué has hecho, estúpido cabrón-. 
Cinco horas después tengo a Marta a mi lado, en la cama.
No fui capaz de contárselo.

Esperaré a mañana, hay que encontrar la forma,
el momento, hay que pensarlo bien.
Me levanto a oscuras para beber
un vaso de leche y siento 
un dolor intenso en el pie.
Mi maleta.
Juro que la guardé en el armario.
¿Qué hace en medio de la habitación?
Vuelvo a guardarla en el fondo del armario,,
llego a la cocina, bebo un vaso de leche
y vuelvo a la cama.
El dolor del pie va desapareciendo lentamente.
Empiezo a encontrarme mejor
y tomo, por fin, una decisión.
No me queda más remedio que ser honesto.
Y no sólo lo haré por Marta,
debo hacerlo también por mí.
Mañana,
después del trabajo, iré
a comprar una nueva maleta.

LUIS RAMIRO




domingo, 23 de septiembre de 2018

Tu cuerpo

Peinados, maquillajes, rayos uva,
tacones, minifaldas y ligueros,
colgantes de platino en la cintura,
bolsitos que parecen monederos.

Pulseras, tatuajes y algún piercing
colgado en ciertas partes invisibles,
sombrero, silicona con un lifting
y mechas de colores imposibles.

Anillos de casada y de soltera,
escotes con abismo y precipicio,
tanguitas como líneas de frontera.

No pidas hoy, amor, que me conforme,
tu carne es estandarte sin bandera,
tu cuerpo es más verdad sin uniforme.

LUIS RAMIRO


Jugada perfecta

- Sé que no quieres verme.

- Tienes razón, no quiero, ¿por qué estás aquí?

- Por la única que dejaría mi trabajo. Te quiero, ahora lo sé.

- No, lo que sabes es que la mujer con la que ibas a casarte, no es la mujer que creías que era. Y ahora estás aquí buscando el plan B. Ahora quieres a tu buena amiga, a la que estuvo a tu lado cuando estabas mal, ¿pues sabes qué? Yo no quiero ser el plan B, y no quiero serlo ni por ti.

- Escúchame, no eres el plan B. no estoy aquí porque no funcionara lo de ella. Sé lo cabezota que quieras, pero te conozco…

- No me conoces.

- Sé que me quieres, sé que tus sentimientos no han desaparecido porque estás enfadada y  con todo el derecho del mudo, pero no me voy a ir sin ti, no quiero despertarme ni un día más sin verte  a mi lado. Eres la mujer de mi vida.


Sueños

Mi gata se adormila entre cojines
y sueña con jilgueros y ratones,
con cielos de gatitos querubines,
con noches de pasión en callejones.

Yo sueño con ciudades y delfines,
con chicas que saludan en balcones,
incluso aterrizar con zeppelines
en islas que no tengan robinsones.

Un sueño, al fin y al cabo, es el relato
que escribe cada noche nuestra sombra
vengándose de todo lo sensato.

Y hay una coincidencia que me asombra:
el sueño preferido de hombre y gato
es el que, por pudor, nunca se nombra.

LUIS RAMIRO


Verano madrileño

Madrid se vuelve loca los veranos,
el sexo se respira en las terrazas,
no vamos a ser buenos ciudadanos,
manchémonos de besos por las plazas.

Los vicios peligrosos son los sanos,
no sirven castidades ni corazas,
hoy a mi corazón le crecen manos
que suben por tu falda si me abrazas.

Que siga la ciudad en movimiento,
que siga con su ruido y con su furia,
sus coches, su veneno y su aliento.

Tu cuerpo es un escudo antipenuria,
vayámonos a un rato de este cuento,
cambiemos la desidia por lujuria.

LUIS RAMIRO


Una isla

Los pájaros del sexo ya no cantan
si no ven tu tanguita en la ventana,
los besos que no damos se atragantan,
se vuelven de cemento en nuestra cama.

Dos cuerpos separados que se imantan,
dos cómicos atados en un drama,
promete o juráme que no te encantan
mis dedos por la piel de tu pijama.

Si vuelves te prometo un firmamento
de dudas y arrebatos de locura,
de piernas con saliva y pegamento.

Si vuelves nos matamos con ternura,
remamos en la cama contra el viento,
buscamos una isla en la espesura.

LUIS RAMIRO




sábado, 22 de septiembre de 2018

Tontos de primera

Es fácil ser valiente desde lejos,
mirar los toros desde la barrera,
hay mucho especialista en dar consejos,
listillos que son tontos de primera.

Habría que mirar más los espejos
en vez de ver defectos en cualquiera,
fruncir antes de hablar los entrecejos,
decir cada palabra son que hiera.

Yo opino siempre sólo de lo mío,
la vida es una asunto complicado,
prefiero un buen silencio al griterío.

No soy ni juez ni parte ni abogado,
defiendo exagerar nuestro albedrío,
yo quiero que me quieran demasiado.

LUIS RAMIRO


Soy del atleti

Mi abuelo me enseñó que en esta vida
el débil puede ser también gigante,
nacer de rojiblanco es una herida
que llevas con el alma por delante.

La gloria cuando es gloria es muy sufrida,
la estrella que agoniza es más brillante,
si llega la derrota o la caída
sabemos levantarnos al instante.

El mar de un Manzanares esmeralda
protege nuestra cumbre y nuestro Yeti,
que llevo rayas a la espalda.

Y si alguien canta fol llueve confeti
y el mundo entero lleva minifalda,
por eso, y mucho más, soy del Atleti.

LUIS RAMIRO


Soñando a voces

Intento imaginar qué estás haciendo,
qué tienes ahora mismo en la cabeza,
es duro cuando va pasando el tiempo
y sólo quedan restos de tristeza.

No hay teclas de reinicio milagrosas,
detrás de cada error hay consecuencias
que pesan en el alma como losas.
Vivimos a pesar de las ausencias.

Me da por escribir, ya me conoces,
y sé que suena obvio lo que digo,
si no quieres leer, no te lo impido.

Pregunto dónde estás soñando a voces,
con quién despertarás si no es conmigo.
Juré olvidarte pronto. No he podido.

LUIS RAMIRO


viernes, 21 de septiembre de 2018

Sin argumento

Propones ser Romeo y yo Julieta,
te va lo de trepar a mi ventana,
te pido por favor que seas discreta,
no cuentes en el facebook nuestro drama.

Yo sólo me enveneno con ginebra,
no habrá final fatal aunque lo intentes,
ni Shakespeare esta historia la vertebra,
no juegues a un amor de adolescentes.

Hagamos, corazón, lo que podamos,
sabemos que la vida no es un cuento,
no vamos a morir si nos dejamos.

La vida es de por sí bastante invento,
¿qué tal si solamente nos amamos
sin prisa, sin guión, sin argumento?

LUIS RAMIRO