lunes, 20 de noviembre de 2017

Hollywood

Si pierdes el control
ven a buscarme
que llegar sólo a Barajas
es como ir de visita y sin flores
al cementerio de todas mis vidas.

Ya sé que eres de tierra
y yo vivo en las nubes
pero si quieres podemos vernos
en la planta baja del cielo
y escupir al infinito nuestras dudas,
podemos escalar a cámara lenta
por las paredes del olvido
hasta dejar los miedos
en punto muerto
y la felicidad en primera.

No te compares
ni busques mis defectos en canciones
que la poesía no es sólo un oficio
de juntar palabras,
poesía es irse a Fnac
un domingo cualquiera
a comprar discos contigo,
viajar con anginas hasta tu barrio,
-haciéndome el bueno-
para que convirtieras un té sin hielo
en el Bloody Mary de mi fiebre,
preguntarte tres veces lo mismo
adicto a los dejavús de tu sonrisa.

En esta parte de la historia
el primer beso
está a punto de entrar en escena,
el futuro es un croma en blanco,
en el guión no se aceptan pasados
y sólo hay un final perfecto:
el plano fijo de tu cara en mi almohada.

Si pierdes el control
ven a buscarme
que en Hollywood,
a nuestro lado,
son unos principiantes.

Diego Ojeda


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