lunes, 20 de noviembre de 2017

Mañana empiezas en terapia

Mañana empiezas en terapia
y yo he vuelto a llegar tarde a casa
y a fumar más de lo que debería,
he estado de poesía, me he tomado dos vinos
y algunos amigos me han preguntado por ti.

Mañana empiezas en terapia
y he venido hasta el barrio con Nach y Marwan,
hemos hablado de discográficas, de redes sociales, de libros 
y se me ha pasado un poco el miedo a vivir del arte.

Mañana empiezas en terapia
y Rubén aún no ha vuelto de Alicante
así que estoy escribiendo en el salón
mientras bebo y escucho a Quique,
la casa huele a cebolla y mi habitación a nosotros.

Mañana empiezas en terapia
y yo voy a intentar madrugar para ir a la piscina,
a correos, a Mercadona, mandarles las canciones a Charly,
reclamar la pasta que me deben del concierto de Canarias,
llamar a mis padres y pagar la factura pendiente
de la nueva edición del poemario.

Mañana empiezas en terapia
y no te imaginas lo bien que encajan las zapatillas
que te compré el sábado en Callao en este armario sin puertas,
te has dejado olvidado en la mesa del salón
un esquema escrito a lápiz sobre el análisis del ciclo de la vida
y mi iPad se ha quedado sin batería.

Mañana empiezas en terapia
y cada día me gusta más esta sensación
de echarte de menos y no necesitarte,
anoche nombraste la palabra amor
y provocaste un eclipse en Madrid.

Mañana empiezas en terapia
y aún me duelen los siete pavos
que pagamos por el vermouth de mediodía,
tengo que arreglar los papeles del paro, llamar a Alex,
cerrar la cita con el asesor y seguir haciendo canciones alegres.

Mañana empiezas en terapia
y quién fuera el batiscafo de tu abismo, 
el caza-fantasmas de tus angustias,
pero yo no soy Silvio
y siempre tuve miedo a la oscuridad y a las pelis de terror.

Mañana empiezas en terapia
y acabo de ponerme una alarma en el móvil 
para no olvidarme de que el martes
tengo cita a las cuatro con Mar,
el oficio de terapeuta está sobrevalorado,
¿por qué coño nadie nos enseñó a desvestirnos por dentro?

Mañana empiezas en terapia
y pienso que debe ser una putada
tener que ver a tu ex todas las mañanas, 
estoy acojonado con el concierto del 14 de febrero en Siroco,
van a venir tus amigas a verme.

Mañana empiezas en terapia
y es posible que quieras divorciarte de tu infancia.
El abogado que lo paguen tus padres.
Yo te espero a las ocho en la puerta
con un beso de ida hacia ninguna parta, algún poema
y una botella de vida enfriando en casa para celebrarlo.

Diego Ojeda



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