sábado, 25 de junio de 2022

Nunca estamos preparados

 Nunca estamos preparados. Nadie nos prepara para la muerte. Para decir adiós. Para despedirnos de las personas que queremos. 

Qué difícil es hacerlo. Qué difícil es dejar de ver a quien querríamos ver todos los días. A quien querríamos abrazar un ratito sí y otro también. Qué difícil es dejar momentos atrás, guardados en un cajón, para que no se escapen jamás. Porque ya no podremos crear otros. Qué difícil es dejar de escuchar el sonido de su risa. Su manera de contar las cosas. O simplemente, qué difícil es no encontrarle al lado. Qué difícil es quedarnos con lo vivido, y ya está. Con el recuerdo. Qué difícil es tener que llenarnos de fuerza para continuar. Sin un trocito de nuestro corazón. Un trocito que nadie ocupará jamás. 

Qué difícil es perder. Perderles. Pero qué bonito es mirar al cielo, y saber que nos acompañan desde allí arriba.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.