miércoles, 10 de julio de 2013

Amanece más temprano, pero no madrugué. Debe ser que el dormir pensando en ti hace que mi alma descanse aún sin cerrar mis ojos. Debe ser que estoy volviendo a sentir... y tengo miedo. Perderme en tus ojos, es ahogarme en los mares más profundos... y contemplar el alba de tu sonrisa es subir a la montaña sin escalar. Misterioso destino tu vida, la mía... quizás esperare por ti, quizás no te vuelva a sentir.
Solo sé que hoy te siento, que formas parte de mi y que si lograras meterte por cada uno de mis poros...
 Moriría por ti... descúbreme, explora cada rincón de mi cuerpo, dibuja nuevas emociones en mi piel, llévate la dulzura de este amor y borra secuelas de dolor... no me dejes ir... si ya no puedo volver... mira por mi.
Si no sé hablarte, siente mi latir. Esta distancia, une la desesperación de volver amar. De poder querer con locura, con la locura que cada uno sabe querer... de ser niños otra vez, de que no te importe ya nada de nada de creer en la ilusión y que cada sueño ya no sea un sueño, y en esta realidad se refleje... Juguemos a ser felices, a que te seré fiel... Juguemos a que ne harás sentir lo que ningún hombre me hizo sentir y que yo seré la mujer que navegue como sirena los lugares más secretos de tu piel. ¿Y si deja de ser un juego?



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