Entre tus nubes y mis contraluces fuiste cubriendo el cielo con las cruces que terminaron por tapar el Sol. Tu voz sonaba tan arrepentida, arrodillado como un niño en la orilla, desenterrando un poco de tu amor. Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas, me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar.
Te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar.
Ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir y poco para recordar. Que llora el río cuando pasa porque nunca volverás.
Las lagrimas que saben más amargas son las que llevan dentro las palabras que se quedaron en tu corazón. La noche siempre trae algún consejo pero el silencio aviva los remordimientos. Yo fui en tu vida un baile sin canción. Y ahora que te digo "adiós" y se abren mis alas, me pides perdón.
El primer día de mi vida sin ti, cosí tu sombra al viento que se marcha.
Guardé un suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas.
El primer día de mi vida sin ti, cubrí recuerdos con sabanas blancas.
Sople en tu cara todo lo que sufrí, llego la música hasta mi ventana.
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