sábado, 15 de mayo de 2021

Espera al amanecer

 Cuando quieras llamar al pasado espera al amanecer.

Cuando el punzón del tiempo te busque no hagas caso a la nostalgia de las madrugadas, porque la noche convierte todo en un desfile inagotable de derrotas, en una inacabable despedida.

No te dejes convencer por los caballeros negros que te hablen a las tres de la mañana, ni por el navajazo más sucio de la noche cuando tu casa parezca Siberia y no haya más latido que el de un corazón comunicando.

Cuando quieras llamar al pasado espera al amanecer.

Has de saber que por la noche la nostalgia se amplifica, que Sabina tardo en olvidarla 19 días y 500 noches y tú no llevas más de 30, que te quedan muchos relojes por delante, pero aguanta, muérdete las ganas, cósete las manos al sillón donde la calma intenta que escuches su mensaje. Aunque no haya calma ni consuelo, espera a la mañana, por favor te lo pido.

Cuando quieras llamar al pasado espera al amanecer.

Porque añorar otro cuerpo a ciertas horas es dar pedales hacia un muro y los minutos son poco más que piel de lija para dejar en carne viva los deseos que dejaste sin cumplir.

Hazme caso.

Desescribe las palabras, no las borres —para no dejar ni el cerco—, limpia las huellas con un verso de Neruda, camina por la parte oculta de la luna para que nada dé contigo y no le des ni una pista a la amargura porque de noche va de puerta en puerta ofreciendo su pensión a los más tristes.

Cuando quieras llamar al pasado espera al amanecer.

La luz del alba te salvará de ti, de la sábana de todos tus fantasmas.

Aguanta, hazlo como sea, espera a la mañana, y todo será diferente, habrás ganado otra batalla.

Entonces podrás celebrarlo, respirarás aliviado porque el día lo cambia todo de color.

Llena entonces la despensa de luz para las 12, para las 2, para las 4, para la noche que de nuevo se avecina, como una novia con la nostalgia colgada del brazo.

Porque en las horas que restan vas a tener que librar otra batalla, la del corazón contra el tiempo, la del amor contra la noche, y vas a salir golpeado, pero por lo que más quieras, no llames, espera al amanecer.



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