domingo, 2 de enero de 2022

Como cada noche

 El frío de no saber si vendrás, las agujas de las dudas, el miedo de esperarte, eso eres, ese frío, ese miedo, esas dudas. 

Loreto Liz

Sé que hay cuentos que nunca terminan, como tantas canciones inacabadas tan culpables y tan cortavenas como un inicio de esos sin saber qué va a pasar.

Pero eso sí, tan llenos de recuerdos con tanta pasión y al mismo tiempo con tan auto odio, donde se tienen deseos pero a la vez con tanto miedo, donde se pierde un zapato de cristal y zas, aparece un juglar, allá donde se esconde la luna y de reojo aparece un eclipse. Pero el cuento continúa, con tanta historia como al inicio. Una musa, un juglar y tanto miedo como en cada final. Como cada final de una canción lenta, silenciosa a su justa medida.

Como cada final de una historia de amor, de esas que nunca terminan que solo continúan. Pero continúan, en habitaciones separadas con miedos, rencores, sueños por cumplir, abrazos olvidados y tantas cosas que un final nunca quiere contar. En fin, otro día más acostándome con miedo y con ganas de cumplir sueños.



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