domingo, 2 de enero de 2022

Quitando el invierno a la poesía

Volaron los meses y cada día seguía siendo aprendizaje. 

Joan Camps 

Le quito el invierno a la poesía y las bragas y los lunares y la melena rizada y las dos coletas de colegiala. Y le sigo quitando cosas. Esos sujetadores de dudas, de miedos, de inseguridades, de eternos quizás. Quizás sí, quizás no, o tal vez sí, o tal vez no.

Y empieza a estar semidesnuda, con un poco de frío, con atenuantes inquietos de inciertos calores del invierno. Para terminar de desnudarla sin prisa, no sea cosa que el invierno dé paso a la primavera, sin haber tenido un 25 de diciembre en su cama, o un fin de año con promesas sin cumplir, o un 28 de diciembre, diciendo que su romance con el otoño fue una inocentada.

Aún sabiendo que ese encuentro fue tan real, como que en marzo empieza una nueva estación a fin de mes. Y al tenerla desnuda descubrí, mil consecuencias que me hacían amarla, cada consecuencia, con su razón, cada razón, con su quizás, cada quizás, con su beso y así mil consecuencias, para dejar al invierno sin poesía, Es decir, sin ti.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.