Las mujeres somos como manzanas en los árboles... las mejores están en la copa del árbol.
Los hombres no quieren alcanzar las mejores, porque tienen miedo de caer y herirse. En cambio, toman las manzanas podridas que han caído a tierra y aunque no son tan buenas, son fáciles de alcanzar. Así que las manzanas que están en la copa del árbol, piensan para sí que algo está mal con ellas, cuando en realidad, ellas son grandiosas. Simplemente tienen que ser pacientes y esperar que el hombre correcto llegue, aquel que sea lo suficientemente valiente para trepar a la cima del árbol a por ellas.
No nos caigamos por ser alcanzadas, quien nos necesite y quiera hará todo lo posible por alcanzarnos...
La mujer salió de la costilla del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida y al lado del corazón para ser amada.
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