Abro la puerta y ahí estás tú, con los sueños acumulados en el sofá. Recostado allí, eligiendo qué maratón hacer en Netflix. Parece que va a ser mucho tiempo.
Les dices que miren un momento hacia otro lado que vamos a besarnos. Sonrío porque parece un sueño.
Me abrazas siempre cuando por fin estoy en casa. Con tus brazos rodeándome encuentro un hogar que no conocía.
Una rosa en la mesa nos contempla.
Suena una canción que nos gusta y la mesa baila.
La tarima es nuestro césped.
Vamos a hacer un pícnic en el sueño de la cocina.
He encontrado el sitio donde montar la tienda de campaña y quedarme. No necesitamos mucho más.
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