miércoles, 12 de febrero de 2020

Será nuestro secreto

- Aprovecha el Badoo, el Pof, todo lo que quieras, hermano... Si yo me quedara soltero, haría lo mismo. Me tiraba a todas las de las páginas esas - dice cogiendo un alicate.

- Tú no sabes estar solo - respondo con el corazón un poco dolido por ese comentario.

- Al cabo de un tiempo, sé muy bien a quién volvería - me susurra muy cerca.

- Gracias por hacerme sentir el plan Z, majo - le digo al Bollo algo mosqueada y mordiéndome la lengua.

¿Qué necesidad tenemos de seguir alargando las cosas? ¡Es por este motivo por lo que aún no te he escrito tu carta. ¿Qué te escribo? Que seremos eternos en el tiempo, dos líneas paralelas que jamás se cruzarán, ¿no?

Se aleja de su amigo y se acerca a mí.

- No me jodas, ¿eh, Patri? Eres tú la que está con el ingeniero.

- ¡No lo estoy! ¡Qué manía os ha dado a todos! - respondo enfada sentándome en un taburete.

- Eso no lo opina él. Te llama "novia" - me dice el amigo del Bollo.

- Nos estamos conociendo. Aún tiene el contrato de prácticas.

- ¿Eso lo sabe él? Porque se ha autocontratado - me responde el Bollo.

El gitano se acerca a mí y se sienta a mi lado.

- A ver prima, ¡supéralo! Él lo tiene superado y céntrate.

- ¿En qué? - le pregunto mirándole a los ojos.

- El motero. Deja de vomitar cada vez que le ves. El Bollo está cabreado con ese tema, ya le conoces - suspira mirando hacia el Bollo - Es tu salud la que está perdiendo. ¿Por qué le tienes en un altar, precisamente a ese? Deberías tener en un altar a ese chico, no al motero - dice señalando al Bollo.

- Y le tengo. No sabes lo que le quiero. Es parte de mi vida. Es mi mejor amigo.

- Creo que el término amigo se os ha quedado corto. Eso lo he hablado con él. Y más ahora, todos tenemos ojos. Te estás poniendo macizorra. ¡Estás empotrable! He de reconocer que a mí en el gimnasio se me van los ojos - se ríe y a mí me salen los colores - Porque sé que si te tiro la caña tendría problemas con él... - y me río - Patri, tienes a un chico que es muy majo a tu lado, te trata bien, es ingeniero, no le hagas daño... No le hagas el daño que te han hecho a ti.

- No voy a hacerle daño. Estoy bien con él. Estable, pero es cierto que aún no monto en unicornio, ni veo todo de color de rosa... y van casi cuatro meses viéndonos a diario.

El gitano se muerde el labio pensando...

- Tienes la cabeza en otro lado, ¡encima de una moto para ser más exactos!

- No... Lo estoy superando. Solo necesito tiempo.

- El tiempo juega en tu contra, y más aún, en contra del ingeniero. No dejes que se enamore de ti. Enamorarse de ti es muy fácil, Patri. Te lo digo yo - le miro a los ojos, porque creo que me perdí en este punto de la conversación - Eres divertida, una luchadora, no dejas que nadie te vea mal. ¡Eres la puta WonderWoman!, Tatuada, ¿por qué no señalarlo? Te van los motores, no te importa mancharte las manos, eres culta y sales de fiesta. Te adaptas a todo a pesar de que te cuesta por ser un puñetero cactus... Patri, es muy fácil enamorarse de alguien como tú. De hecho, es lo que todos buscamos. ¡Yo lo busco! - se mira las manos - El Bollo es muy afortunado, pero también es gilipollas de no lanzarse a una piscina que tiene agua. Porque a ti te lo noto, te veo los ojos cada vez que le miras... ¿Eso te pasa con el ingeniero?

- No lo sé - le respondo.

- En cuatro meses tendrías que haber sentido algo más que una estabilidad. Y más tú que sientes a flor de piel, que de un grano de arena haces una montaña. ¡Eres una loca del coño! Y te veo apagada... 

- Me han robado el corazón. Me han saqueado todo lo que tenía. No es apagada, es vacía. No tengo un corazón con el que amar.

- Lo tienes. Ojalá pudieras verte cuando hablas del Bollo o... cuando hablas de Samu. Solo que ese corazón tiene propietario, y tienes que echarlo de ahí. Ese sitio no le pertenece. Te pertenece solo a ti, y tú eres la autoridad que das ese lugar a quien se lo gane. 

- ¿Qué haría sin ti, mi gitano? 

- Lo de siempre, lo que te da la gana. Eso es parte de ti - y me abraza - Sé que eres del Bollo, pero me tienes aquí para defenderte de cualquiera. Te he cogido mucho cariño. Son muchas horas de gimnasio pasándote mis consejos por donde te pasas todo. Me inspiras darte cuidados y mimos. Eres mi niña - me besa en la cabeza. 

- Pero, te gustaría empotrarme...

- Será nuestro secreto - me susurra - Ese culo tiene su aquel... Y esa cintura que se te ha quedado... Y que seas tamaño llavero, también me gusta. Pero sobre todo, me gustas tú - suspira - Sé de uno que me mataría si me estuviera escuchando.

- Será nuestro secreto - le susurro.

Patri Izquierdo Díaz


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