Cada vez me cuesta más doblar la esquina y que el semáforo esté en rojo. Le he vuelto a ver... Con ella. Ojalá poder escribirle y decirle que abandone los sitios por los que sabe que voy a pasar a determinada horas. Por favor...
No puedo evitar que su moto siga descolocándome los sentimientos que voy ordenando a lo largo de la semana. Que verle... Con otra, siga doliendo tanto. Es cierto que hoy menos que la primera vez...
Llevo la música camino del trabajo alta, muy alta y aún así no la escucho, y la subo más... Y más... Está vez la "Ke buena", música de fiesta, no quiero música que remueva más cosas. Necesito este tipo de música... La que no duele, la que no dice nada. Y aún así, la voz de mi interior habla más alto.
Llego al cole y mi primera parada es el baño. No puedo evitarlo, y echo todo... Todo mi dolor, toda mi pena, todos mis sentimientos por el retrete...
Se cae una lágrima, pero es de los esfuerzos, lo sé. Hace mucho tiempo que dejé de llorar. Que dejé de ser alguien con sentimientos... Cada vez me vuelvo más y más fría... Y esto solo lo hace una persona... La que cuando más destrozada estaba, se fue, dejando de mi un espectro de la persona que era.
Patri Izquierdo Díaz
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