miércoles, 17 de octubre de 2018

Cicatrices

Lo más doloroso de todo fue ese momento
en que descubrí que era incapaz
de explicarme a mí misma las cicatrices en la ilusión.

Fue imposible dar respuesta
al hecho de aquel hogar
destinado a ser cobijo para dos,
terminase en una cárcel
de reproches y lágrimas 
de la que no sabía
-ni quería-
salir.

Tardé siglos en despojarme 
de aquel fracaso que dejaría cojo
cualquier intento
de volver a empezar,
de nuevo, pero sin ti.

De pronto me vi pidiendo menú para uno,
bajando la cabeza ante parejas extrañas
que no cumplían ningún nosotros.

Hoy una aquella casa
-según me cuentan-
llora un niño sin tus apellidos,
y en la noche se escuchan esas risas
que nunca fueron nuestras.

Tardé siglos en borrarte
de mi lista de deseos,
pero el día que desperté sin tu recuerdo,
pude volver a empezar, ahora sí,
de cero.

Saray Alonso


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.