Me quedan, a mi edad, algunas cosas
que quiero repetir o no he probado,
viajes y mujeres mariposas
que dejen otra herida en mi costado.
Vivir es adictivo y misterioso,
son rápidos y lentos los inviernos,
sabemos que el reloj es caprichoso
y que hay ratos que parecen ser eternos.
Por eso aprovechamos el momento,
la vida es un paréntesis divino,
vayamos a abrazarnos contra el viento.
Ni horóscopos, vidente ni destino,
nosotros escribimos este cuento,
llenemos de sorpresas el camino.
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