jueves, 11 de octubre de 2018

El final más bonito del cuento

Ha sido el final más bonito de una historia. ¿Quién dice que los cuentos de hadas son historias sin acabar? El mío acabó anoche... y gracias a esa carta que tanto tiempo tardé en escribirte.

Fue como un déjà vu, no, mejor. Fue como volver dos años atrás. El tiempo pasa y sigues siendo el mismo, y yo también. No me arrepiento de estos cinco años, valenciano. Han sido los mejores de mi vida, incluidas todas nuestras broncas, en el fondo las recuerdo cómicas. La chulería madrileña contra la chulería valenciana (sois mucho más chulos, tronco). Te echaba de menos tanto. 

Es pronto para decir que las cosas se han normalizado, pero hemos dado ese gran paso, de poder saludar a alguien que has besado con todo tu amor a poderte dar dos besos si te veo por Madrid. Recuerda que cada 19 de marzo, intentaré estar allí. Y sí, es por tu culpa, me enseñaste a ver el mundo de una forma tan hermosa, que cualquier lugar que haya estado contigo, ya tiene historia.

Lo dicho, Peter Pan, Campanilla ya no estará contigo, pero siempre a tu lado. No me digas que nuestro cuento favorito no nos viene al pelo. Siempre lo recordaremos (lo llevamos tatuado en la piel, literalmente).

Gracias por esta oportunidad que nos has dado a los dos. Sabes que es más que una conversación, es borrar el rencor, es empezar de cero, y permitirnos empezar de nuevo con otras personas. Se acabó el estar estancados. Siempre escribiéndote, siempre liando las cosas. Marwan es el que explica muy bien nuestra historia, ¿verdad?

Siento que este es el final de nuestro cuento, y así debe ser, pero el principio de algo bueno. Se lo dejaremos al tiempo, que él nos sorprenda. Nosotros nos dedicaremos a ser felices, que nos lo merecemos.

Siempre tuya,
Campanilla.

Patricia Izquierdo Díaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.