Esta entrada seguramente no la leas porque no te la voy a enviar y como leer te da alergia, voy a escribir sin cohibirme, y utilizar mi blog como antaño, para organizar mis ideas.
Hace unos días viajaba por el mundo montada en un unicornio rosa y viendo la vida a todo color. Hoy el unicornio ha frenado ante la realidad y me ha tirado.
Vamos a ver. Eres mi amigo, mi mejor amigo. Eres un super hombre, eres mi Superman, y has estado siempre. Eres guapo, nos gustan las mismas cosas e incluso tenemos el mismo carácter (y tú más). Me estoy liando y no quiero añadir más problemas a mi vida cuando ya estoy viendo la luz de "El Gran Problema". Me he liado la manta a la cabeza y no he pensado en las consecuencias. Pero tengo amigas que hacen de conciencia. Bueno, sólo ella, porque es la única que lo sabe. ¿Crees que hemos acabado con nuestra amistad? Yo me niego a pensarlo. Pero... No quiero que nada cambie, si esto no sale bien, y sobre ello, estoy teniendo dudas.
De repente, te tengo hasta en la sopa. Llamadas, visitas, mensajes, detalles, no salimos de la cama, y me estoy agobiando porque necesito mi espacio. Estoy haciendo cosas que no quiero por no saber decir NO o HASTA AQUÍ. Y me gusta lo que hacemos, ¡me encanta! Te lo puedo asegurar, pero, no sé hasta qué punto quieres más. No me gusta compartirte, siempre he buscado la exclusividad, pero tampoco te voy a pedir nada, porque ni siquiera estoy segura de lo quiero en este momento. No te puedo ofrecer algo más allá de lo que tenemos, quizás con el tiempo... Pero no lo sé. Yo ahora mismo, estoy viviendo mi vida, bien o mal, pero sin pensar en las consecuencias, estoy siendo egoísta y mirando solo mi ombligo. He dado demasiado a otra persona, y no me ha dejado nada, ni para mi, ni para ti, ni para otro.
No estoy hablando de que quiera a otros... Que el tema "Peter Pan" está en el aire. Pero no sé enfocar esto, no sé qué es esto y qué puedo esperar de ello. No quiero etiquetas, pero no quiero confundir los límites y que esto salga mal. Te quiero, te aprecio y te valoro demasiado para perderte por un par de polvos. No me arrepiento de este fin de semana, ni de estos días. Supongo que había una tensión sexual no resuelta que había que resolverla y que... el boxeo ayudó. Pero una vez hecho, ¿qué? Siento decirte que no eres el motero, y siento, te lo juro no poder quererte tanto como te mereces, en el sentido del amor más puro, pero algo dentro de mí, no termina de funcionar.
No sé qué voy a hacer contigo, pero no dejo de darle vueltas al tema porque creo que no estamos en el camino correcto. Al menos, yo no me siento bien y como dice Belén, dormir con la conciencia tranquila es muy importante. Tampoco recuerdo la última vez que dormí profundamente y tranquila. Estoy un poco perdida. No me apetece apostar por nadie ni nada más que por mí. Tengo un trabajo que me da mucho dinero, tengo muchos viajes reservados ya, proyectos que se están cumpliendo... Me encuentro luchando por mis sueños y consiguiéndolos, no tengo espacio ni lugar para nadie. De hecho, que me quitara las aplicaciones de conocer a gente es por eso, porque no tengo ni tiempo ni ganas de conocer a nadie. Me parecen todos iguales de la saturación que tengo. Y contigo he encontrado que estoy a gusto, feliz y en confianza para ser yo misma y satisfacer todas mis necesidades de ser humana. Si lo miras friamente, casi es utilizar a una persona como objeto sexual, pero no es así. Te lo prometo, estoy contigo ahora mismo porque sólo puedo estar con gente de confianza y a la que ya quiero.
Mi gran miedo, es, ¿qué pasa con nuestra amistad? Es el miedo que he tenido durante tantos años. No te iba a sacrificar por un polvo y ahora... Y supongo que aunque esto se acabe, vas a seguir estando a mi lado, como siempre, metiéndole caña a los coches, enseñándome a conducir motos, rebuscando en los desguaces... Incluso bailando. No quiero perderme nada de lo que hacíamos juntos. Tampoco quiero pedirte perdón por nada, sería una falsa, porque no me arrepiento de absolutamente nada. Pero... No quiero perderte, ahora no.
Quizás necesitemos una conversación donde te exponga todos mis pensamientos y dónde tú me ayudes a organizárlos, pero presiento que terminaremos discutiendo porque uno de nuestros problemas es que no sabemos hablar, y que somos más chulos que un ocho, también. Como he dicho antes, no te voy a comentar nada de momento sobre este escrito, antes necesito organizarme yo. Tengo la opinión de Belén, ahora tengo que buscar la mía y ser madura y responsable de mis actos, y decidir. Todo acto tiene su consecuencia. Nosotros no nos rendimos, no somos de los que abandonamos, somos luchadores, lo damos todo por los nuestros... No vamos a perdernos en el camino. Son 16 años los que demuestran nuestros valores, nuestro cariño y nuestra amistad. Pero creo que esto hay que hablarlo. No sé cuándo. Ni cómo exponértelo. Pero hay que hacerlo.
Esta noche será larga... Me lo paso mejor contigo, ya que me haces olvidar y es junto lo que necesito ahora.
Patri Izquierdo Díaz
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