... y no te voy a pedir que seas mío, porque prefiero que seas tuyo antes que de nadie. Pero ojalá te entrenen ganas de darme besos sin venir a cuento, de comerte el mundo conmigo un día cualquiera, sin planearlo, de hacerme reír porque sí, y de quererme como jamás nadie me ha querido.
Ojalá antes de ser mío, quieras que seamos nosotros. Siempre.
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