Pensaba que ya había terminado de escribir pero no, no puedo irme sin dar las gracias a alguien.
¡El Repollo! Sí, hace unos días me recordó al estilo Facebook, que ya llevaríamos más de un año, y que hace, precisamente un año, estábamos en un lugar mejor, en mi Santander querida... Y ahora, me comenta mi foto con mi nuevo coche en Instagram... ¿En serio? ¿Qué no has entendido de todo este tiempo donde te ignoro?
Duele mucho esa "amabilidad" donde preguntas qué tal me va todo, porque sé que te importa una mierda, pero eres un queda bien. Deja de ser amable conmigo, deja de preguntarme qué tal me va o deja de indicarme que hace un año tuvimos un viaje maravilloso porque yo solo consigo recordar tres cortos minutos de esos cinco días. Tres minutos... No te voy a contestar, yo no soy como tú, yo no soy amable de quedar bien, no te voy a sonreír porque no me nace, ni te voy a poner emoticonos sonrientes porque no, déjame en paz. ¿Estás de viaje? Pues estáte, y si tan amable eres... Deja el puto móvil y concéntrate en ese viaje, que tú lo necesitas, a ver si llegas a cinco minutos, ¿vale?
Encima lo pones públicamente... ¿Para qué? ¡Ah ya! Para que se vea lo rancia que soy y tú lo amable que eres, para dejarme en evidencia, ¿no? Es tu día de suerte, amigo, si te contestara... acabarías teniendo un gran problema psicológico.
Haz como el motero y desaparece.
Os juro que ya no puedo más, entre unos y otros. La amabilidad es un engaño, te enseñan la mejor versión de ellos, pero no es real, nunca lo es. Y yo soy de las que se lo creen porque aún tengo esperanza. Pero ya no más... Dejarme en paz todos los que se fueron, y suerte con tu vida al Nuevo Motero que también pretendía que esto no fuera un final y tenerme ahí. No tío, si te vas, te vas. Con todas las consecuencias, yo no soy tu polvo seguro, yo quiero más que eso...
Repollo no hace falta que me recuerdes a que día estamos, pues lo recuerdo muy bien, y créeme que el próximo puente de diciembre también sabré qué pasó... Y el 25 de diciembre, también. Me sé todas las fechas. Creía que ya no me dolías, o es el puñetero día que estoy teniendo desde por la mañana... Pero déjame en paz...
Me voy a ir a boxeo, es eso o llorar todo el día. Los amables no se merecen ser llorados. Ni unos ni otros...
Patri Izquierdo Díaz
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