domingo, 3 de noviembre de 2019

Una historia más para el blog

Hoy tengo mucho por escribir, es más, lo necesito. 

El Nuevo Motero. Ayer vino a mi casa, y vino a lo que vino porque según entró me empotró. Y pasó. Pero ya no es igual, no estoy cómoda y creo que él lo notó. Tras la broma de tengo o no novia. No tiene. Está aclarado. Pero hemos decidido dejarlo, por ambas partes. No tiene sentido, no va a ningún lado.

Llevo toda la noche pensando en él, y hoy por WhatsApp, hace unos minutos, lo hemos hecho oficial, ni él siente que pueda darme más, ni yo quiero dar tampoco, entonces... Hay poco que hacer. Le voy a echar de menos, pero ha sido lo mejor para los dos. A lo tonto llevábamos desde el verano con esto, son unos mesecitos, pero el mes de noviembre, de nuevo, lo empiezo sola.

Sois unos morbosos por cierto, cada vez que pongo Nuevo Motero, las visitas suben como la espuma. La verdad es que me da pena, funcionábamos muy bien, y ayer tuve un día de muchos altibajos que ahora os contaré y él fue mi vía de escape... Pero me dijo una frase que cambió todo. "Nos vemos en los bares". No. Nosotros no nos vemos fuera de una cama. Y ese es un gran problema.

He sido muy sincera con él. Me gustabas, me parecías guapo, inteligente, listo, tímido y eso me hacia gracia... Le he cogido cariño. Ahora tengo unas ganas de llorar muy grandes, quizás para descargar todo el fin de semana, pero... ay, moterito... 

Una historia más para el blog.

Patri Izquierdo Díaz


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