Y si un día decides regresar, te invitaré un café y te contaré cómo ha sido mi vida después de ti, te hablaré de todas esas noches llorando y cómo sentí que se me iba la vida junto contigo.
Te diré que te extrañé a cada instante y que no ir a buscarte fue una de las partes más difíciles... te contaré de todas la veces que te escribí un “te extraño” pero que jamás envié.
Te mostraré mis nuevos logros y también mis fracasos y sé que estarás feliz por cada sueño cumplido, y una sonrisa aparecerá en tu rostro y yo te devolveré el gesto.
Y si un día decides regresar, te invitaré a pasar a mi vida de nuevo, te dejaré entrar a mi corazón solo una vez más, con la única condición de que no muevas nada de su lugar, porque bastante me costo ordenar todo de nuevo.
Y si un día decides regresar, espero que sea para que con una enorme sonrisa me cuentes lo feliz que eres porque así sabré que tomaste la mejor decisión, y que dejarme al menos valió la pena...
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