Lo primero que quiero agradecer hoy, es a Johnny y su infinita charla hasta las dos de la mañana amueblándome la cabeza. Es curioso como has pillado mi personalidad, y además como sabes que voy a hacer antes de que lo haga yo o como voy a actuar ante las diferentes situaciones. Es alucinante porque nos hemos visto un día. Y es asombroso, la verdad es que me encantan esas charlas, donde tú mantienes tu paciencia a tope y aguantas mis... no sabría cómo llamarlo. Me dijiste que era de extremos, de todo o nada, y así es. Ojalá todo el mundo me conociera tan detalladamente como tú. De todas maneras, gracias, mil gracias... por estar ahí. Y ahora, voy a contar lo que te conté ayer en primicia y quería seguir reflexionando sobre ello... De hecho, he estado pensando toda la noche.
Nachete, os acordáis, ¿no? Bueno, pues la última vez que quedamos, el jueves. De siesta a siesta (qué tendrán las siestas) pues, genial. Como os dije un "number one", la noche fue la que me confundió como a Dinio. La noche en el campo, otro con su furgoneta, las estrellas, las caricias, el ven y apóyate en mi hombro... No somos así. No somos de caricias. Lo nuestro es fácil y sencillo. No somos de velas, no somos de esos actos ni de susurrarnos "te he echado de menos" al estilo Pablo Alborán, lo nuestro, es la relación más fría que existe. Es lo que es. ¡Es mi 112! No somos ni siquiera amigos... Y tantas atenciones, tanta... odio esta palabra, amabilidad, tantos detalles... Aparte de que para mí es incómodo, no cuadraban en lo que somos.
Johnny, me dio la posibilidad de que se hubiera "liado" que para él, hubiera cambiado algo... que se podría haber enamorado ¡vaya! Nacho es tan romántico como una piedra, no expresa ningún tipo de emoción en absoluto. Ni yo tampoco. Es imposible que se enamore de mí. Ahora resulta, que todos van a estar enamorados de mi. ¡Es imposible! Johnny, creo que me ves con muy buenos ojos, pero yo no soy nada especial para que se pillen por mí o incluso, se líen. Cuando me conocen, salen huyendo, y tú lo sabes, porque sabes mi última historia. Y eso, el factor común, soy yo. Así que no creo que nadie se pare a enamorarse de mí mientras coloca velas o me hace mirar a las estrellas. Descarto esa idea.
Lo único que no quiero... Es que esto se complique porque es justo lo que necesito ahora mismo. Cero compromisos. Como te dije, me dan alergia. Aunque ante esta afirmación, Johnny que estuvo mucho más inteligente que yo me dijo: "No te da alergia el compromiso, viene Samu y te le quedas, eso es así. Sólo que estás enamorada de un tonto". Pues... creo que puedes llevar, sólo un poquito de razón. Por eso mismo te decía ayer, no quiero complicaciones, no quiero velas, no quiero caricias, no quiero nada de eso... No. Ahora no. Y no quiero que mi 112 se complique, porque lo voy a utilizar mucho.
Me aconsejaste hablar con él. Pero yo soy de obviar los problemas cuando creo que se pueden complicar, es decir, de huir. Es la vía fácil. Si yo expreso todo esto, quizás le pierda, o quizás no. No lo sé. Y ahora mismo no me puedo permitir eso. Estoy hecha un lío.
Te invité ayer a escribir en mi blog. Esa invitación aún sigue en pie. Además, escribes correctamente y sabes de lo que hablas. Es una buena manera de empezar... Contestando este texto. Venga, anda, anímate. No va a ser Peter Pan el único que escriba aquí. ¡Necesitamos más chicos! Gracias por la charla de anoche... Señor de Talavera.
Patricia Izquierdo Díaz
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