domingo, 25 de agosto de 2019

Repollo

Enhorabuena repollo, me has tocado las palmas y me has sacado a bailar. Te dije, te lo pedí personalmente que no te acercaras a mí. Y claro, un chico tan amable como tú, no podía dejar pasar la oportunidad de saludarme para decirme lo guapa y maravillosa que estoy. Qué no paro de viajar, que me ves genial... Y qué por cierto, has venido sola sin el chico de los ojos azules... Porque, ¿sigues sola? Vaya... 

Eres un hijo de puta. Eso es lo que eres. Pues, sí, sigo sola porque por desgracia el imán que tengo solo atrae a gilipollas, ¡anda mira! Como tú. Y claro, se me ha caído mi coca cola encima de ti... ¡Oh, sí! Vaya... ¿Te he manchado? Vaya... ¡Ay, que se entera todo el mundo! Sigue tentando a la suerte, cielo... Qué saco el reportaje fotográfico... ¿Cómo podéis ser tan malas personas? ¿Cómo sois capaces de seguir haciendo daño? Me he mirado mi vaso vacío en la mano... Y he mirado su cabeza... He vuelto a mirar el vaso... Dios, que tentación... Para esto, ¿habrá pena de cárcel? 

¿Quieres que juguemos? Jugamos, pero yo siempre gano... Tenemos una semana por delante aún. No te cruces en mi camino... O el vaso te lo estampo... Y no te atrevas a hablar de mí, no de mí, ni del de los ojos azules, ni de nadie... Déjate la amabilidad para mi sustituta... Lo mismo a ella, la engañas... Todos utilizáis los mismos trucos. Es un poco penoso... Pero no te culpo, no dais para mucho más...


Patricia Izquierdo Díaz


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