miércoles, 21 de agosto de 2019

Lo malo es que tú eres fuego y yo tengo miedo a arder

Otra noche con insomnio. Me he bajado a la playa a escuchar qué me susurra el mar. Todos tenemos problemas, preocupaciones... Qué estarás haciendo pequeña Campanilla... La que hemos liado en un momento. No sé qué pensar ahora mismo. No sé si actúo bien o mal contigo. Sé que necesitas espacio, pero es que yo te necesito a ti. Me sigue pasando lo mismo que cuando estábamos juntos, peque. Las broncas me duelen, me matan y me atormentan. Y hoy no puedo conciliar el sueño.

Menos mal que el jueves por la noche estarás en Madrid y con un poco de suerte podremos vernos. No lo sé, esta tarde han cambiado todos los planes que teníamos. Siento mucho mis palabras, siento mis formas, siento haberte gritado e intentar imponer mi opinión... Pero es que a veces, tú también me sacas de mis casillas.

Estoy recordando, algo, que me gustaría que volviese a pasar. Amanecer contigo acurrucada entre mis brazos, apoyada en mi hombro. Volver a hacer el amor contigo. Volver a aquellos días en los que no me dejabas salir de la cama y yo sin querer... Me dejaba liar. Llegar tarde al trabajo. Me gusta encenderte... Es tan fácil como prender una cerilla... Pero, enciendes una hoguera. Eres tú quien manda, eres tú la que diriges, eres tú la que pone en marcha el funcionamiento del amor... Lo que daría por volver a aquellas noches en las que tú me besabas desde arriba. En las que besabas mis párpados en mis peores momentos... Pati, te necesito más que al aire que respiro... Y estar así, puede conmigo.

Peter Pan


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