Un chico sencillo sin nada que le haga destacar salvo, quizá, sus ojos azules. Le gusta pasar desapercibido, viste de gris, estatura media, unos kilos de más, es amable y no le gusta que le ayuden.
Como cualquier otro sangra si se corta, se resfría si coje frio y le duele si le golpean.
No tendrá una carrera, ni una rica redacción, tampoco un cuerpo diez y mucho menos una apariencia elegante. No se considera atractivo y tampoco tiene mucho que ofrecer. Ayuda porque le sale, da sin querer recibir y quiere, le encanta querer.
Como cualquier persona ha pasado malos momentos, ha perdido seres importantes, tiene miles de fantasmas que no le dejan dormir bien y también le han roto.
Si, está roto.
Y eso es lo que le hace tan peligroso. Está dolido, abandonado… Y lo que se ponga frente a él se lo lleva por delante.
Cuando ama lo hace de verdad y para siempre. Todavía siente por su primer amor y seguirá haciéndolo. Y como no, sigue sintiendo por quien fue su vida, su sueño, su todo.
Ama a su compañero y no lo olvidará nunca porque, como os digo, cuando ama lo hace de para siempre.
A pesar de amar a alguien que ha rehecho su vida y aún estando roto sigue creyendo en el amor. Está deseando querer y que le quieran, tiene mucho que querer a ese alguien que sepa valorarlo de verdad.
Es poco listo y no suele acertar en su forma de actuar ante las situaciones que se le presentan.
Lo que él entiende por sencillo siempre le complica más y le hace darse cuenta de su equivocada actuación, tarde, siempre tarde.
El motero es cobarde, vergonzoso y sincero, pero también ha descubierto que es constante, fuerte e ingenuo.
Cobarde, por huir ante las complicaciones, por pensar que se puede dejar de sentir besando otros labios, por no enfrentarse a la vida.
Se alejó de Patri en lo que probablemente fue el momento más difícil de su vida. Pero él tenía muchos miedos, incendios que apagar y aunque ella siempre estuvo ahí, él no podía devolverle eso. Quizá sea por egoísmo o falta de empatía pero no podía con más complicaciones en su vida. Y se alejó.
Se alejó por lo que sentía, por que solo había negativas, otras personas, sentimientos antiguos, miedos, inseguridades....
El y sus ideas de casquero, siguió besando más labios pensando que algunos serían los acertados. Pero se dió cuenta tarde que esa no era la solución. Que no tenía que encontrar a nadie, que ya tenía esa compañía que tanto buscaba. Pero Patri y el saben que segundas partes no son buenas. El buscaba alguien que eclipse a quien fue su vida y eso jamás va ha pasar.
Pero se ha dado cuenta tarde. Podrían haberse comido el mundo juntos pero jamás lo sabran.
Patri está muy dolida y el, ahora se ha ilusionado con alguien a quien ya conocía, cree en volverse a enamorar cosa que antes no contemplaba. Ha decidido subirse a la moto sin frenos y a máxima velocidad con un solo destino en el gps al que pretende llegar cuanto antes. Puede que la moto le deje tirado, tenga un accidente o descubra que ese paraje no es el que esperaba. Pero por fin se ha decidido a empezar de nuevo, ha dejar atrás esos miedos, ha dejar a quien fue su vida en el lugar que le corresponde, ha sentir desde el minuto cero.
Sin miedo al rechazo, sin miedo a que no funcione, sin miedo de sufrir de nuevo y deseando aprenderse el camino de ida de memoria para no volver nunca más.
Por ahora, con todos los kilómetros que ha recorrido, solo puede deciros que sintáis sin miedo, que hableis de todo. Que el orgullo y el miedo no llevan a ninguna parte. Y el arrepentimiento no es un buen camino de vuelta.
Que no critiqueis lugares en los que nunca habéis estado o carreteras que no hayáis rodado.
S.
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