Allá donde estés

Hola:

empiezo esta carta con algo que seguramente la mayoría del mundo pensará que es un tópico y además de los grandes. Y, muy probablemente, llevan toda la razón. No obstante, no poe ello deja de ser una gran verdad en tu caso:

"Siempre se van los mejores".

Y tú eras, simplemente, lo mejor. Bueno, lo eres, porque allá donde estés todos te seguimos recordando. Tu sonrisa no se puede borrar por muchos años que pasen. Por muchas personas que pasen. Porque eras la risa de la vida, sobre todo en aquellos días que aparecían lluviosos y tú nos los hacías olvidar solo con escuchar de tu voz algún chiste malo que nos arreglaba el día.

Por tus consejos, tus enfados y tus manías. Con tus ganas de participar en todo e intentar ganar en todo.

Por haber dado incluso mucho más de lo que tenías y que seguramente ni merecíamos.

Por no perder tu humor hasta el último momento. Gracias por todo y perdón por tantas cosas. Sobre todo, por tantos "te quiero" que me guardé  o que no supe expresar. Por tantos abrazos que quise dar y no di. Por tantas charlas que perdí por otras cosas menos importantes.

Ojalá ahora pudiera.

Pero no aprendí, sigo aprendiendo de ti todavía.

Y algún día, sea donde sea, nos encontraremos. Y claro que sí, reiremos.

Nunca "hasta luego", tú siempre serás un "hasta pronto".