martes, 31 de diciembre de 2019

¡Cuéntamelo todo!

Así ha empezado la conversación con Cris, mi amiga desde los tres años, en un sitio que tenía guardado para llevarla. También se ha venido mi Dani.

- Venga, cuenta. Desde el principio - dice mirando la carta.

- Es ingeniero, más pequeño que yo, 25 años, bla, bla, bla...

- ¡Foto! - en ese momento he pensado...¡Oh, no! Ya viene la respuesta que todo el mundo dice.

- Toma su Instagram... Saciáte - lo coge, y me mira...

- Tía se parece a...

- ¡No! No se parece...

- ¡Ah! ¿Qué no soy la única que te lo ha dicho?

- No se parece - me niego en rotundo.

- Dios, me encantaría escribirle y decirle, tienes un gemelo.

- Déjate... Deberías borrar su número como he hecho yo - contesto sorprendida porque aún conserve su móvil.

- Déjame ver más.

- ¡No! - le quito mi móvil.

- No me quites el móvil, idiota. Es el puto motero. Mira sus ojos.

El pobre Dani no opinaba y en silencio nos miraba como a dos locas.

- ¿No te ha enseñado fotos de Samu? ¡Dios! Es igual. Mira los ojos, la cara, la barba, el color de la piel...

- ¿El color de la piel? - me río, no puedo evitarlo. Y miro a Dani que come palomitas como si estuviera ante un show - Dame el móvil ya.

- Tienes un problema muy serio... ¿Has hecho un puñetero casting?

- Hablas como Clara.

- Clara tiene toda la razón del mundo, y siempre estoy de acuerdo con ella - me contesta muy orgullosa.

- Cris, no se parece a Samu... Un poco... Los ojos son azules, sí, y ya.

- ¿Tiene moto?

- No.

- ¿Y tatuajes?

- No - respondo resoplando.

- Dale tiempo... Tú a éste le conviertes en motero macarra... Por cierto, le veo todos los días.

- Estupendo... Ahora es el tema central de la tarde.

- El tema central de la tarde es que no te vuelvas a juntar con  un hijo de puta. ¿Sabes, Dani? Lo tenía todo, sobre todo, era amable. Muy amable. - decía Cris mientras yo miraba la carta y el martillo de Thor - Si una quería ir a la nieve, la llevaba, si otra necesitaba que le arreglara la tele, lo hacía, si Patri quería un té, él estaba allí... Y porque no había más. Era todo amabilidad... Con todas, con tantas... Que Patri es gilipollas de seguir enamorada de él. ¿Te ha contado que pasó de ella en el momento que más tenía que estar? Ahí se le pasó el ser amable... ¡Fíjate! Cosas que pasan... ¿Qué pedimos?

- Voy al baño, que te den... - la dije levantándome.

- Tienes un imán para imbéciles - me dice Dani.

- No, es que los buscas iguales... - responde Cris.

Entro en el baño y me miro. No se parecen tanto... Respira, solamente te están vacilando. Duele hablar de él. Me ahoga pensar en él. Y las noches tampoco mejoran nada... Pero sonrío, y me hago fotos... Y me callo, hasta que llego a casa y escribo... Escribo que le echo de menos, y me siento peor por faltar al respeto a alguien más. Pero no puedo evitarlo, y doy mil gracias que mi compañera Paula borrara su número... Porque estoy segura de que la hubiera cagado en varias ocasiones este mes. Si él no quiere saber de mí, tengo que respetarlo. Dejarle ir. Y no sé cómo hacerlo...

Patri Izquierdo Díaz


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